El Estado chileno continúa anclado a instituciones fácticas propias de una dictadura y más aún, el actual Gobierno le está dando la espalda a los Derechos de los Pueblos Originarios no cumpliendo ni acatando las Normas internacionales de Derechos Humanos / El Pueblo Mapuche que reclama sus tierras ancestrales usurpadas por el estado chileno, ha tenido como respuesta la violencia institucionalizada, impulsada por ciertos sectores fascistas, quienes aplican de manera abusiva y aberrante la Ley antiterrorista y continúa involucrando tribunales militares para amparar cobardes asesinatos y actos criminales.
Frente a esta realidad, quienes aspiran a justicia, a la democracia, al respeto de la diversidad, al reconocimiento de los Pueblos originarios quienes han sido víctimas de prácticas genocidas, colonialistas, racistas y de despojo de tierras, alzan su voz para exigir justicia y exigir que el estado de Chile se democratice de una vez. Masivas movilizaciones se han realizado por estos días por los Prisioneros Políticos Mapuches en Huelga de Hambre.
Imagen - Movilización en Santiago miércoles 8 de septiembre - Fuente:
Frente al actual escenario que se vive, No es posible olvidar que hay un territorio ancestral transfronterizo llamado WALLMAPU, territorio del Pueblo Mapuche extendido de Mar a Mar (en el cono sur de América), territorio que hasta fines del siglo 19, hace tan solo 129 años, fue libre y soberano, con organización propia, invadido bélicamente de manera simultánea y coordinada por agentes militares del estado chileno y argentino, con masacres y genocidios, causando progresivamente el reduccionismo, el desplazamiento forzado y el empobrecimiento, hechos que en el presente se reclaman por justicia y en vez que se restituyan derechos, el estado ha optado por reprimir y criminalizar toda demanda y protesta, existiendo cientos de Mapuches que se les ha encarcelado y miles de personas violentadas.
Esa es la realidad y por ello hay prisioneros políticos que están en Huelga de Hambre y que se están muriendo en las cárceles, a quienes el estado, impulsado por sectores fascistas, le han aplicado políticas de criminalización y represión, abusiva y arbitrariamente.
Más aún, quienes con las manos limpias han levantado su voz para exigir restitución de derechos de tierras, legítimamente, han sido asesinados por agentes policiales del estado chileno, uno, Alex Lemún, con tan solo 17 años de edad, recibió un disparo en la frente de un oficial de carabineros. Asimismo, dos jóvenes, Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío, asesinados vil y cobardemente por la espalda por dos agentes policiales integrantes del GOPE, casos que han sido investigados bajo la competencia de tribunales militares, institución fáctica que sólo ha amparado este tipo de acciones.
¿Quién mandó a esos carabineros a asesinar?.
Quienes tienen conciencia y creen en Justicia, levantan su voz desde sus Pueblos, con sentido colectivo, con solidaridad, para exigir el fin a tanto abuso y atropello y eso es lo que está en juego ahora: Justicia y reparación. El estado chileno está en una tribuna abierta donde debe demostrar si efectivamente existe o no existe democracia y respeto a los Derechos Humanos.
Cabe mencionar que luego de décadas de violaciones a los derechos humanos de los Pueblos originarios, de no existir un piso mínimo para reconocer y respetar, recién hoy, existe un instrumento básico como el Convenio 169, que ofrece una serie de mecanismos y procedimientos para dar salida pacífica a los conflictos. Justamente, el espíritu esencial del Convenio es el diálogo, sin embargo, no se está atendiendo, particularmente en el caso de los presos políticos mapuches en huelga de hambre. Los presos están allí por reclamar tierras ancestrales o por defender sus tierras ante la amenaza o imposición de nefastos proyectos industriales, a quienes en su mayoría se les ha aplicado leyes fácticas, como la antiterrorista. Al respecto, es preocupante que ciertos sectores la justifiquen y hasta el momento, han preferido el camino de la criminalización a la protesta social frente a legítimas demandas, en vez, de buscar salidas que signifiquen un mínimo de reconocimiento de derechos.
Las Movilizaciones siguen, la escalada sigue desde diversos frentes, para que exista justicia por los Prisioneros Políticos Mapuches y todo lo que ello representa y para que queden al desnudo todos los violentistas, racistas y anti democráticos que existen Chile. En efecto, en los sectores políticos, quienes dicen ser democráticos, ahora tienen una real oportunidad de demostrarlo.
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