vendredi 3 décembre 2010

ESCEPTICO OPTIMISTA (POR ELCIURA CHIHUAILAF)


De regreso de estar algunos días, con mi hijo Gonzalito Elicura, en Ciudad de México -invitado al IV Festival de Poesía Las Lenguas de América, organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en homenaje al fallecido poeta Carlos Montemayor- participé en el panel “Identidad y reencuentro en la Araucanía” que convocó el Consejo de la Cultura y las Artes Regional (instancia que en destacable actitud democrática –“socialista de derecha”- dirige el odontólogo y escritor Benjamín Vogel)

El conversatorio fue una reafirmación de que no ha habido encuentro (sino sólo “sectorial”, como suele decirse) y mal puede hablarse de reencuentro. Reafirmación de que la sociedad chilena está lejos aún de asumir su identidad. A la mayoría no le interesa / no le importa, viven aferrados a las certezas del arribismo (cierta casta de indios / indias incluida), convencidos unos / unas de que Chile es un “país de blancos”, esperanzados otros / otras –dicen- en que algún supuesto “éxito” les permita pasar “la prueba de la blancura”. Mas conversar es siempre una necesidad primordial en la que hay que insistir sin descanso, sabiendo incluso que si alguna vez nos acercáramos a su plenitud nunca será suficiente.
Entonces, sólo quiero decir que reafirmó mi escepticismo.
Espero estar equivocado respecto de mi impresión de que en Chile decir lejos de la dignidad de reconocerse en el espejo de la verdadera piel y verdadero espíritu, es sentir que pasarán décadas para que llegue el momento en que la mayoría de las chilenas y chilenos asuma por fin su hermosa morenidad

Y considero muy grave que esa realidad pueda demorar tanto, pues del cómo / desde dónde nos mira la “otredad” depende también –me parece- el interés y consiguiente voluntad de superar “conflictos” que la sociedad obnubilada insiste en proyectar al “espíritu ajeno” que en este lugar seríamos nosotros: los Mapuche. Y no depende de la mayor o menor palidez que tengamos, ni de lo esbeltos que seamos o cantidad de dinero que poseamos, etc.; todo ello llega a constituirse en apenas una frágil coracita. No nos engañemos. Es imprescindible que la sociedad chilena se decida a solucionar de una buena vez su íntimo conflicto. Será el instante para empezar a encontrarnos a conversar en sincera valoración de nuestras diversidades.
La sociedad chilena (que es Estado) Escuchando también. Como he dicho, en estas actividades se reafirma mi pesimismo, pero –la paradoja- también de ellas surge con frecuencia mi optimismo
La sociedad mexicana sabe de esto. Ha tenido un largo y doloroso aprendizaje. Por eso el levantamiento Zapatista, por eso nuestra gente allí ha comenzado a ejercer de hecho la autonomía y resiste la represión del Estado; hay presos, perseguidos y asesinados: “Hoy aquí queremos decirles que nos tienen miedo porque no les tenemos miedo. Porque a pesar de sus amenazas y sus calumnias, de sus hostigamientos, seguimos caminando hacia un sol que creemos brilla con fuerza.
Pensamos que se acerca el tiempo de nosotros, el tiempo de las mujeres insumisas y el tiempo de los pueblos de abajo…”, dijo –de manera maravillosamente poética- Bety Cariño, asesinada en abril del presente año, en Oaxaca. No obstante, la sociedad nacional ha avanzado mucho en el reconocimiento de su identidad / su morenidad, por eso son alegres y nostálgicos, cordiales, buenos conversadores, intensos –como se sabe- en lo positivo y en lo negativo. “Es un país que vale la pena conocer”, me dice Gonzalito conmovido al pasear –al lado del Zócalo- por un tramo de lo que fue la ciudad de Tenochtitlán, contento de ver el arte mexica y maya y de disfrutar de los colores y aromas y de la música de los mariachis en la Plaza Garibaldi y de comer tacos “al pastor” de adeveritas, juntos con nuestros amigos Katia e Isaac y Jorge Cocom y su hijo Jorge

Estamos en la sala Nezahualcóyotl. El profesor Juan Mario nos explica el protocolo; dos mil quinientas personas repletan el lugar y otras mil están en otra sala con pantallas gigantes –me dicen- en la Ciudad Universitaria. Después en los pasillos hablamos con los profesores Miguel León Portilla y José del Val. Me preguntan por la situación de nuestros hermanos presos políticos en huelga de hambre. Les digo que el día antes de viajar fui a saludar –y a expresarles mi admiración, afecto y necesidad de que siguieran vivos porque son imprescindibles para nuestro Pueblo- a nuestros seis peñi que estaban en el hospital de Victoria, muy delgados pero con la fuerza que tienen los que nos adelantan en decisión y dignidad.
Me preguntan también por los mineros, me habría gustado transmitirles las palabras de Frank Lobos: “La gente nos dice que somos héroes y no, no somos héroes, somos víctimas. Nosotros luchamos por nuestra vida no más, porque tenemos familias. Somos víctimas de los empresarios que no invierten en seguridad”; “La mina no nos quiso llevar, la mina nos quiso con vida, porque nosotros no éramos los malos, éramos víctimas de los empresarios que ganan millones y no piensan en el sufrimiento de la gente pobre”

No hay que olvidar que el gobierno del empresario Piñera que -conforme su inversión, pasea por el mundo el mensaje de los mineros, convertido por él en “souvenir” junto con una piedrecita de la mina: “Estamos bien en el refugio los 33”- dio libre paso a la utilización comercial del drama (bajada de “palomas” publicitarias, por ejemplo), pero censuró el apoyo que algunos de los accidentados dieron a la huelga de hambre de los presos políticos mapuche: “Fuerza al Pueblo Mapuche” (diario “La Tercera”)

En el sur de México, “como demostración de que la resistencia da sus frutos, la Junta de Buen Gobierno de Oventik informó que el 12 de octubre han regresado a sus casas y tierras los 170 compañeros y compañeras de San Marcos Aviles y Pamala, quienes permanecían desplazados desde hace más de un mes a causa de la violencia directa ejercida contra ellos por parte de elementos de los partidos políticos y paramilitares”. Hay prisioneros políticos (el 9 de octubre Rosario Díaz Méndez fue condenado a 20 años) y algunos hermanos y hermanas han sido recientemente encarcelados: “Su único delito ha sido defender la tierra que trabajan desde hace más de 15 años y no dejar que los planes neoliberales que sobrevuelan Chiapas les despojen de sus medios de vida. Tras un operativo llevado a cabo por encapuchados que no portaban ninguna orden de aprehensión, nuestros tres compañeros fueron arrestados a punta de pistola y se les acusa falsamente de despojo de tierra y de tala de árboles”, ha denunciado el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)

Necesitamos vivir bien, me digo, mirando el verdor de los campos, disfrutando del aroma de las flores, levitando en el canto de los pájaros. Es urgente superar al capitalismo. Escéptico optimista
Elicura Chihuailaf

Revista El Periodista

Kechurewe / Santiago

Octubre de 2010

Aucun commentaire: