jeudi 2 juin 2011

Las “diplomáticas” y “bellas” palabras del Gobierno chileno: Amenaza de violencia Bélica y “apagones”


El Gobierno está dando preocupantes síntomas por declaraciones que demuestran graves y peligrosos trastornos sicológicos. Por una parte, sin mediar razón, ofrece armas frente a los legítimos y pacíficos intentos del País plurinacional de Bolivia de obtener su derecho al mar; Y en los conflictos internos el propio presidente ofrece “apagones” frente a la disidencia al modelo industrial que intenta imponer como los los proyectos hidroeléctricos a favor de Endesa y Colbún.

El Gobierno está demostrando su absoluta incapacidad de poder generar canales democráticos para la búsqueda de soluciones, tampoco el de respetar normas y sistemas internacionales de Derechos Humanos a los cuales se debe someter.

Chile “tiene Fuerzas Armadas prestigiadas, profesionales y preparadas, que están en condiciones de hacer respetar los tratados internacionales y de cautelar adecuadamente la soberanía y la integridad territorial”, dijo hace algunos días a la prensa el ministro de Defensa, Andrés Allamand, en respuesta a la decisión del gobierno boliviano de acudir a la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigir una solución frente a su demanda de una salida soberana al mar.

Si se tiene la razón como dice Allamand quien dijo además que Chile “es un país que en esta materia actúa unido, es un país que tiene en su posición todo el amparo del derecho internacional”, entonces ¿Por qué el solo hecho de acudir a un sistema internacional de derecho va a generar como reacción el ofrecimiento de las Fuerzas Armadas?

Por su parte el Presidente de Bolivia, Evo Morales, ante esta provocación bélica del violento Allamand, sin aludirlo directamente dijo “Bolivia ha decidido ser un país pacifista. La Constitución Política del Estado expresamente dice que Bolivia es un Estado pacifista que promueve la cultura de la paz y el derecho a la paz, así como una cooperación entre pueblos y el mundo”.

Los “Apagones” de Piñera

Mientras la gran mayoría de los países verdaderamente desarrollados está apostando por el establecimiento de economías y energías limpias y renovables, el Presidente empresarial chileno que intenta imponer junto a Endesa y Colbún los arcaicos Proyectos de Represas hidroeléctricas ofrece “apagones”. Hace algunos días señalaba a la prensa “Si no tomamos las decisiones hoy día, estamos condenando a nuestro país a un apagón hacia fines de esta década",

Ante esta desubicada opinión bien vale preguntarse ¿Hay realmente crisis energética para los Pueblos, sus Comunidades y Ciudadanías en Chile? O mejor deberíamos preguntarnos, ¿hay necesidad eléctrica a gran escala para mega proyectos extractivos de poderoso grupos económicos? Es totalmente seguro que el consumo eléctrico de comunidades y ciudadanía no es el problema ni el riesgo..

Negocios de unos pocos en desmedro de la mayoría

Los proyectos Hidroeléctricos que aunque se emplazan y se justifican por “La utilidad pública” o bien el “interés nacional” son negocios de unos pocos, en desmedro de las grandes mayorías y sus territorios. Atentan a Derechos fundamentales y generan graves e irreversibles impactos. Inundaciones, desplazamientos de poblaciones, pérdidas sociales, culturales y económicas, desplazamientos de enormes maquinarias, excavaciones profundas y movimientos de tierras, intervención de bosques nativos, pérdida de flora y fauna, entre muchas otras consecuencias. Variados son los antecedentes que demuestran que redes de poder político en Chile están fundidos con los intereses económicos y comerciales en este tipo de inversiones, ver el historial del Presidente Piñera con Enersis de Endesa, por ello, no es de extrañarse que las acciones para imponer este tipo de proyectos se hagan con la promoción, complicidad y amparo del Estado y de gran parte de sus instituciones, fuera de toda moral, ética, sentido de justicia y democracia, con un descarado saqueo.

¿Quién debe Ahorrar Energía?

En relación al emplazamiento y cuestionamiento sobre consumo de energía, ésta responsabilidad no se ha hecho a las grandes empresas industriales y comerciales, que son las principales succionadoras de energía. Si las exigencias fueran para que estas ahorren, sin lugar a dudas no se requeriría nuevas Centrales Hidroeléctricas, sobrarían. ¿Acaso los Matte (dueños de Colbún) ahorran energía en sus plantas de celulosa y aserraderos en CMPC? ¿Las grandes tiendas comerciales ahorran en energía en sus edificaciones y publicidad?, claramente No y podríamos seguir enumerando a muchas otras de este corte.

¿Y la Minería?

Ya es hora de que se vaya desenmascarando los intereses e impactos que causa la gran minería, más encima parásita, vive a costa de la depredación, de la contaminación, de la succión de aguas, destruye toda riqueza y diversidad económica y cultural y más encima es parásita, ni siquiera es capaz de generar su propia energía y espera que el estado lo beneficie. Transnacionales como Barrick Gold y el grupo Luksic están en la fila.

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