"Observamos con preocupación que al día de hoy, y con ocasión de las demandas por mejor educación, 29 adolescentes se encuentran en huelga de hambre a lo largo del país. Se trata de una medida extrema, que puede tener graves consecuencias para su salud y sus vidas".
A su vez, la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por el Estado de Chile, reconoce a todos los niños y niñas, particularmente a los y las adolescentes, su derecho a expresarse libremente, a asociarse, reunirse y a ser oídos. Los titulares de estos y otros derechos y garantías consagrados en este instrumento internacional, son todas las personas menores 18 años.
En el desarrollo del legítimo ejercicio de los derechos establecidos en la Convención, los niños, niñas y adolescentes deben contar con la guía y orientación responsable de sus padres, tutores o guardadores. Estos adultos juegan un rol fundamental en el desarrollo de la autonomía de los niños, alertándolos de los riesgos a los que se ven expuestos, iluminando sobre las alternativas a su disposición y acompañándolos siempre en sus procesos de toma de decisión. En el caso de los adolescentes, que cuentan con mayor espacio para la adopción de decisiones autónomas, dicho rol de guía y orientación no puede estar ausente.
Sin perjuicio del rol preponderante que juegan los padres en la guía y orientación de sus hijos e hijas, la institución escolar y los órganos del Estado también deben velar por la protección integral de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Acompañando en todo momento la debida ponderación de elementos en la toma de decisiones vitales por parte de los propios niños, niñas y adolescentes, profesores, directivos. Todos los agentes del Estado deben cautelar que el ejercicio de sus derechos políticos sea siempre el fruto de una reflexión consciente, informada, libre de coacción y presión de pares y adultos y que evite consecuencias graves indeseadas para su salud, integridad corporal y bienestar general.
UNICEF y el Instituto Nacional de Derechos Humanos esperan que el avance en los complejos procesos políticos asociados a estas huelgas de hambre permitan evitar graves consecuencias para la salud, integridad y vida de aquellos adolescentes que han decidido adoptar estas medidas. En la consecución de dicho fin, UNICEF y el Instituto Nacional de Derechos Humanos han acompañado y seguirán acompañando la adopción de toda aquella medida que proteja los derechos de los niños, niñas y adolescentes de Chile.
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