mardi 6 septembre 2011

Gabriela Blas, la pastora aymara, sigue clamando justicia


“Con el caso de la Pastora aymara Gabriela Blas, podemos notar una vida marcada por los diferentes tipos de violencia, el ultimo tipo de violencia, fue la violencia institucional, violencia ejercida por la llamada “justicia chilena”, por carabineros, jueces, fiscales y otros organismo institucionales, que no velaron jamás por los derechos de Gabriela”…

Gabriela nació y vivió hasta los 16 años de edad, en la comunidad de Alcerreca, la estancia Fondo Huaylas y temporalmente, en la comunidad de Pauta. Comuna General Lagos, Provincia Parinacota, zona altiplánica al interior de la ciudad de Arica..

Gabriela desde pequeña se dedico al pastoreo de ganado, camélidos, en lugares solitarios y abandonados. A corta edad fue víctima de violencia por parte de su hermana y cuñado a los 6 años debe trasladarse a vivir con ellos y fue marcada por el maltrato físico y sicológico

A los 16 años, sufre la primera agresión sexual de parte de un familiar, producto de esta violación queda embarazado, esta situación fue denunciada el año 1999, la causa es sobreseída, como siempre sin culpables, constantemente tuvo presiones y acoso del acusado Alejandro Blas Blas. Y fue marcada por su familia por el desprestigio familiar en la comunidad por lo que tuvo que marcharse del lugar.

En el año 2006, y producto del sometimiento, la obediencia y su condición de mujer junto a su hermano Cecilio, comienza una relación, fruto de esta relación queda embarazado.

Gabriela, continúa con los modelos de producción familiar, y se desempeña como pastora temporal para familias aymaras. Es así que es pastora para Cirilo Silvestre, en la estancia Caicone. Ubicada en las cercanías de Humapalca. Por un pago diario de $ 3.000.

Como muchas mujeres pastoras aymaras lleva a su hijo con ella. Gabriela manifiesta que estuvieron gran parte del día pasteando los animales, luego los llevaron a tomar agua a dos pozos que existen en esos lugares. Una vez que los animales bebieron y dado que ya era tarde, 16:00 horas aproximadamente, arrearon el ganado en dirección de la vivienda que ocupan en dicha estancia. Se sientan, a medio camino, para descansar y observa que 2 animales se habían quedado, 2 llamas rezagadas, las cuales debía ir a buscar, pero el niño estaba cansado y de mal humor. Gabriela subraya “….tuve que dejarlo, no lo lleve por que se enoja. Con mi hermana, aprendió a ser muy enojón, rabioso y porfiado. Mi hijo pidió ir a la casa, preguntaba por su juguete, un auto. Le gustaban los autos. Siempre me esperaba, no era porfiado”. Lo deja confiada en que no se moverá, dado que recuerda como en una anterior ocasión, su hijo en las mismas circunstancias se queda, obedeciendo a su abuela. Por otro lado, ella lo deja encargado y con su aguayo y juguetes, más la radio. Todo lo que portaba acompañaba al menor. Gabriela lo deja en un lugar seguro, porque es pampa, alejado de los ríos, quebradas o pircas (corrales de piedra) que puedan dañarle, está cerca de la casa, a 700 mts.

Fue a buscar los animales, mientras el niño se quedaba ahí, lo iba observando mientras se alejaba, pero al regresar no lo veía. Al llegar, donde había dejado a su hijo, ya no estaba. Lo buscó por el alrededor, pero no lo encontró.

Luego del 2008, fue acusada de abandono con resultado de muerte. En juicio de abril del 2010, fue condenada a 10 años y 1 día. Dicho juicio fue anulado por la Corte de Apelaciones de Arica y se realizó otro juicio en octubre del 2010 donde fue condenada a 12 años.

¿Y qué pastora no ha dejado los y las niñ@s en algún lugar cuando se escapan los animales?

Nadie espera que ocurra algo malo, cotidianamente se hace. Debo confesar que yo he dejado a mi solos a mi hermano y mi sobrino cuando eran más pequeños, los he dejado momentos cuando algún llamo o alpaco se me arranco de la tropa en mis veces de pastora de los animales de mi padre , o muchas veces corríamos juntos los niños para alcanzar los animales y así no dañar la siembra que nos podría traer problemas. Que el hijo de Gabriela desapareciera fue un hecho fortuito, el niño fue encontrado muerto un año y medio después. La justicia chilena es tan ignorante de las practicas indígenas en un país tan diverso como Chile, donde los pueblos indígenas presentan actividades propias heredaras, esos conocimientos tradicionales que son trasmitidos de generación en generación. La autopsia indico que la causa de muerte fue indeterminada. Gabriela no pudo despedir a su hijo, no se le permitió participar de sus funerales.

¿Y cómo podrían haber verificado una practica aymara?

Citando a otras pastoras mujeres aymaras a declarar y así dar su Testimonio del de una práctica cultural, cuestión que no se realizo y fue fácil a los ojos de la justicia chilena condenarla por abandono del menor con resultado de muerte, condenar a Gabriela es condenar a todas las mujeres andinas que tienen como actividad el pastoreo.

Irregularidades

Gabriela Fue detenida por carabineros y posteriormente por Investigaciones. En vez de ser formalizada 24 horas después de su detención, se la formalizó solo cerca de 10 días más tarde, estando todo ese tiempo detenida ilegalmente, durante su detención en el Retén de Alcérrica fue torturada, le rodearon el cuello con un cordón, la amenazaron continuamente con aplicarle electricidad si no hablaba, además de causarle impresión al desenfundar un arma de fuego frente a ella.

Gabriela Blas Blas se le ha privado de cualquier relación con sus hijos. Y la mayor tristeza y preocupación dentro de la cárcel de Acha, tiene relación con su hija menor Claudia Blas, quien fue dada en adopción mientras Gabriela, se encontraba recluida en la cárcel. Gabriela no entrego a su hija en adopción, fue la justicia chilena.

Gabriela estuvo 6 meses en condición de aislamiento. Gendarmería de Chile justificó la detención de Gabriela en celda de aislamiento como una medida para protección, resultado esto, Gabriela sufrió física y psíquica al interior del recinto penal, hoy en día tiene secuelas de esta condición. No recibió visitas, salvo una prima, estuvo por mucho tiempo en el más absoluto abandono. Hoy organizaciones de mujeres se encuentran apoyándola, visitándola cada semana, llevándole alimentos, útiles de aseo, materiales de trabajo.

El día de ayer en nuestra visita en la cárcel de Acha –Arica, visitamos a Gabriela y como siempre aun tiene esperanzas de que la justicia llegue.

Jallala por todas las Bartolinas Sisa, que se reflejan en cada mujer indígena

¡Justicia para Gabriela!

Hortencia Hidalgo Caceres

Coordinadora Todas somos Gabriela

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