Recientemente el Vicepresidente de Argentina señalaba “Quien no está en nuestro espacio es porque está en contra”, lo que reflejaría el síndrome de la bipolaridad y polarización extrema que se está viviendo y que lamentablemente, ante reclamos y demandas por derechos como lo vienen haciendo comunidades, pareciera que son motivos para ser etiquetados de ser contrarios al régimen denominado “Kirchnerista”, criterio que vendría manteniendo sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos bajo la inacción del Ministerio de Desarrollo Social que es encabezado por Alicia Margarita Kirchner.
La toma del INAI por parte de la Comunidad Mapuche Tuwun Kupalmeo Maliqueo exigiendo su personería, es solo la punta de iceberg de una realidad más amplia, que va desde las exigencias del respeto al territorio ancestral ante la explotación de industrias extractivas como las petroleras ante graves situaciones de contaminación; el respeto a las definiciones de desarrollo propio y participación de comunidades; el cumplimiento en la implementación efectiva de los co manejos en áreas protegidas, entre otras, aspectos que no son caprichos ni piquetes anti Kircheneristas, son, las exigencias de cumplimientos de obligaciones y estándares mínimos en materia de derechos humanos para los Pueblos indígenas.
El vicepresidente Amado Boudou encabezó un acto en Tigre con los candidatos a concejales del Frente para la Victoria y señaló recientemente según publicaba página 12: “Quien no está en nuestro espacio es porque está en contra”, lanzó, sin eufemismos y agregó: “Desde el Gobierno hay un compromiso de no cambiar, porque llevamos diez años de crecimiento sin cambiar nuestras banderas y eso es lo que vamos a llevar adelante”
Seleccionado estas frases, quizás sea la mejor manera de graficar el síndrome que se está viviendo en la Argentina. Por una parte, queda de manifiesto el síndrome de la bipolaridad y polarización extrema y por otro, la ansiedad del crecimiento y no de desarrollo, aquel que permite el bienestar social, la justicia, el respeto a los derechos y a la naturaleza, como lo vienen planteando diversas comunidades indígenas.
Petición de reconocimiento a la personería de una Comunidad
Desde hace más de diez días, mapuches de la comunidad Tuwun Kupalmeo Maliqueo, ubicada en el Paraje Santo Domingo Bajo, Distrito de Zapala, provincia de Neuquén, reclaman su personería jurídica, tramitada hace seis años, en las oficinas del INAI, razón por la cual mantienen ocupación de dicha institución para que se dé cumplimiento a un derecho elemental que permita a esta Comunidad salir de la situación de vulneración, exclusión y discriminación que vive, con pleno respeto y reconocimiento a su condición de comunidad, de origen preexistente al estado.
Allí acudieron a solidarizar y a interiorizarse, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel (Serpaj), Nora Cortiñas y Mirta Baravale (Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora), a quienes el INAI les cerró las puertas en su cara, con una enorme falta de respeto a personalidades respetadas y todo un emblema a nivel internacional en materia de Derechos Humanos. Finalmente, el INAI, en vez de resolver las peticiones de las Comunidades, prefirió trasladar sus oficinas a otro lado.
Recientemente, el Observatorio de Derechos Humanos de Pueblos Indígenas (ODHPI), manifestó: “Que por claro imperativo de la Constitución Nacional (Art. N°75/17) y del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.) (Arts. N° 1 y 5) la personalidad jurídica de las Comunidades indígenas es preexistente y su registración, lo es, al sólo efecto formal, impidiéndose de ese modo que los Estados nieguen la inscripción a quienes demuestren la existencia como tales. De este modo, el reconocimiento y la inscripción es una obligación estatal derivada de normas constitucionales y supralegales, y puede ser exigido su cumplimiento por cualquier comunidad que así lo requiera. Cualquier agrupamiento, comunidad o entidad que se organice de acuerdo al derecho indígena en el marco de su convivencia colectiva merece ser reconocida y registrada”, sin embargo el INAI, bajo absoluta incompetencia, no resuelve.
Los ataques a una víctima Qom
Por otro lado, en medio de todas las diligencias y gestiones del líder indígena Qom, Felix Díaz, incluida la visita al Papa, ha significado una ola de ataques de indigenistas ligados al estado y piqueteros indígenas del régimen en contra de un líder que viene levantando la voz ante la situación humanitaria de su pueblo, cuyas comunidades han sido víctimas de asesinatos, amenazas, hostigamientos y constantes episodios de agresión física y verbal por parte de varios agentes locales y mercenarios en el territorio bajo la pasividad de la policía y la justicia formoseña.
Ante esta realidad, Díaz ha venido sosteniendo públicamente en Junio de este año ante la Casa Rosada en Buenos Aires: "El Estado debe garantizar nuestros derechos. No queremos que el Gobierno nos considere como opositores, sino como indígenas, queremos ser escuchados", a la espera de soluciones y de ser atendidos.
Los derechos Humanos de Comunidades Mapuche
Lo mismo viene sosteniendo Comunidades Mapuche principalmente en la provincia de Neuquén, en diversos territorios, quienes denuncian la grave contaminación que ciertas empresas petroleras realizan a los espacios de numerosas familias y donde se pide que se respete el derecho a las definiciones de su propio desarrollo, pero nadie hace nada para atender y resolver.
El estado argentino a causa de la campaña del desierto cometió genocidio contra el Pueblo Mapuche y en el presente, se explotan los territorios ancestrales sin consideración a su existencia, como formas neocoloniales. Tampoco se está atendiendo debidamente el relevamiento de tierras ancestrales como parte de medidas de reparación histórica, tampoco se están considerando formas de participación efectivas en los procesos de tomas de decisiones relacionadas a temas de interés de las comunidades. Tampoco se está escuchando a las comunidades que exigen la implementación correcta del co manejo en ciertas áreas protegidas, entre otras situaciones.
Ante este escenario, lo que algunos agentes estatales no quieren entender al parecer, que el pedir y demandar derechos no es estar en contra de un régimen determinado, es la exigencia de cumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos sobre Pueblos Indígenas, tal cual lo establece el Convenio 169 de la OIT y la declaración de la ONU sobre los derechos de los Pueblos indígenas, estándar internacional al que está obligado el estado argentino en su cumplimiento e implementación.
Lógicas incomprensibles y la inacción del Ministerio de Desarrollo Social de Argentina
No es posible, que una situación de derechos humanos, como es el reconocimiento a una Comunidad Mapuche, no sea resuelta, así, como tampoco es concebible que no se atiendan y no existan canales de entendimiento, diálogo y búsqueda de soluciones ante las denuncias por situación humanitaria como ocurre con Comunidades del Pueblo Qom o la situación de contaminación causada por actividades petroleras y mineras en tierras ancestrales de Comunidades Mapuche.
En ese contexto, es comprensible la inoperancia del INAI por agentes que no están a la altura de las circunstancias que gatillan en complicidad y violación de derechos, sin embargo, es absolutamente incomprensible la inacción del Ministerio de Desarrollo Social con su titular Alicia Margarita Kirchner y el equipo de funcionarios que le siguen, a quienes, desde diversos sectores, local e internacionalmente, comienzan a pedirle sus buenos oficios para resolver con altruismo las situaciones descritas. Se hace urgente la sensatez y la acción para atender situaciones de derechos humanos y poner fin al clima de polarización que se ha venido instalando en desmedro de sectores vulnerables en cuanto a sus derechos y que se entienda, que pedir respeto y garantías a los derechos humanos, no es estar contra “Kirchnerismo”, es pedir el cumplimiento de deberes.
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