Alrededor de 150 niños y niñas y 50 voluntarios llegaron este fin de semana a la novena versión del Campamento Lavkenche en el lago Lleu Lleu, iniciativa impulsada entre Fundación Pidee, Identidad Territorial Lavkenche y Municipalidad de Tirúa, quienes año a año organizan este campamento que busca generar un espacio dedicado a la recreación y formación de niños y niñas del territorio lavkenche, en el marco de poner en práctica los derechos de la niñez.
El Campamento Lavkenche se ha ido fortaleciendo como un espacio de carácter formativo e identitario buscando, a través de talleres, fomentar la creatividad, el pensamiento reflexivo y consolidar la conciencia ambiental, así como lo que es propio del pueblo mapuche. El carácter formativo se puede reflejar en que jóvenes que fueron parte del campamento, este año lo hicieron como voluntarios/as asumiendo roles en la realización de la actividad.
Cabe destacar que esta actividad se realiza gracias al trabajo de voluntarios/as, de monitores/as, guías y talleristas que permiten la realización de las distintas actividades; así, los niños y niñas además de disfrutar del lago Lleu LLeu, participaron de talleres como lengua mapuche, bosque nativo, trensado en telar y macrame, instrumentos mapuche, percusión inicial, dibujo y pintura, malavarismo, mandalas, teatro y marionetas.
Cabe destacar la participación de voluntarios/as de La Caleta de Lota, estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, de la Universidad de la Frontera Temuco liderados por la académica Jaqueline Caniguan, de la Academia de Tae Kwon do “Kum Mapu”, del Centro de Salud Familiar y de la Municipalidad de Tirúa, y el investigador de temas forestales Claudio Donoso, que colaboraron con la realización de talleres y guía de niños y niñas.
Adolfo Millabur, alcalde e integrante de la Identidad Territorial Lafkenche, además de valorar el trabajo de voluntarios/as que hacen posible esta actividad, señaló que “este campamento se ha transformado en una costumbre, hay algunos que han participado desde niños/as y ahora son monitores/as, cosa que es muy importante para la continuidad en el tiempo y que más niños y niñas puedan disfrutar de este espacio de formación”.
Enrique Faúndez de Fundación Pidee, manifestó que “esta es una experiencia que va en aumento. Nuestra opinión como Fundación es que cada campamento mejora en organización, en los equipos de trabajo, voluntarios/as, monitores/as. Nos queda un gran desafío que es preparar los diez años de este campamento que celebraremos el 2017”.
Para finalizar, los niños y niñas presenciaron la obra de teatro Un Pájaro No Canta por Cantar de Lorenzo Aillapan, como parte de una colaboración del Concejo de la Cultura, que aborda la problemática forestal y disminución del bosque nativo.
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