Las Iniciativas buscan incorporar a los niños - niñas y jóvenes del territorio en la toma de conciencia sobre el agua y el medio ambiente, ambos apuntan a preservar o utilizar de mejor forma los recursos naturales sin dañar el ecosistema.
Con gran entusiasmo y participación se vivió el primer Concurso Escolar cuyo tema central fue; “Agua para el Desarrollo (Doy kmeleam taiñ ko)” realizado en las comunas de Lonquimay y Curacautín en el marco del proyecto EcoAdapt, ejecutado por Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco, SEPADE y un conjunto de actores clave representado por organizaciones sociales, representantes de comunidades colonas e indígenas, instituciones públicas y privadas.
El proyecto busca entre otros aspectos, fortalecer las capacidades locales de dirigentes sociales, integrantes de comunidades y organizaciones e instituciones para la adaptación al cambio climático, basado en el uso y manejo sustentable del agua. En este proyecto de investigación – acción participan además organismos científicos, Universidades, Bosques Modelo (Argentina y Bolivia), y ONGs de diferentes países, que trabajan en colaboración con la población local. Pero un elemento considerado fundamental en el proceso ha sido la necesidad de incorporar a los niños, niñas y adolescentes del territorio, ya que son ellos el pilar para el sostenimiento de cualquier iniciativa que tenga relación con un mejor uso o gestión del agua.
El concurso se desarrolló a partir del mes de junio y agosto en ambas comunas, promocionándose en distintos medios como radios, internet, afiches y el apoyo de las respectivas Direcciones de Educación Municipal. El concurso, a través de las modalidades de Pintura y Escritura tuvo por objeto: Conocer la percepción de los niños de Lonquimay y Curacautín respecto a las diferentes formas de utilización del agua, difundir la importancia del recurso agua en un escenario donde su disponibilidad es cada vez menor y contribuir al fortalecimiento de las capacidades y potencialidades de los niños, niñas y adolescentes de ambas comunas mediante la pintura o la escritura.
De acuerdo a lo anterior, se acogieron un total de 97 productos de distintos establecimientos de ambas comunas con pinturas y relatos del territorio. Una vez concluido el proceso de recepción de productos, los actores clave del proyecto EcoAdapt se reunieron en la Reserva Malalcahuello de Curacautín para seleccionar a los ganadores del concurso, quedando pendiente la ceremonia de premiación para principios de octubre.
Pero además de esta importante experiencia, desarrollada con el proyecto EcoAdapt, también se ha generado otra iniciativa que relaciona a los niños con el cuidado del medio ambiente. Es así que la organización denominada Vive Curacautín, está impulsando un proyecto que tiene que ver con generar redes ecológicas juveniles a través de la creación de conocimiento y conciencia sobre la realidad realidad ambiental comunal, de forma integral y holística omitiendo los sesgos de la visión merológica y haciendo un intento por acercar la ciencia a la cosmología de los pueblos originarios. De este modo, se ve tanto el agua, los bosques, la tierra, geomorfología y los ciclos biológicos como un todo funcional único y característico del hábitat humano, el cual debiera ser conocido y respetado en su singularidad por las nuevas generaciones.
Además de lo anterior, se está estimulamos la participación de jóvenes en instancias cívicas, para que logren transmitir su opinión a los adultos y puedan ver cambios gestados a raíz de su presencia e ideas.
Los resultados serán realmente medibles al termino del proyecto en diciembre, pero se ha generado un cambio de visión respecto a los grupos ecológicos, pasando ahora a ser instancias de trabajo sólido y con fundamento, además de generar cupos de participación en el comité ambiental comunal para los niños, los cuales han sido muy bien recibidos por los participantes de esta red, lo que es una señal importante para ser escuchados.
En conclusión, ambas iniciativas; EcoAdapt como las Redes Ecológicas Juveniles tienen mucho en común, son dos procesos que incorporan a los niños y jóvenes del territorio en la toma de conciencia sobre el agua y el medio ambiente, ambos apuntan a preservar o utilizar de mejor forma los recursos naturales sin dañar el ecosistema y ambos culminan con un importante reconocimiento que se relaciona con que las grandes transformaciones del paisaje y la deforestación del medio ambiente han sido principalmente por efecto del ser humamo, y por lo tanto, es el humano quien debe replantear su relación con la naturaleza, donde la visión clásica de dominio y explotación sobre ella, debe girar a una relación de cuidado y respeto. En este sentido es importante lo que plantea Mario Curical, dirigente de la comunidad Mallín del Treile e integrante de Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco “antiguamente había mucha agua a través de vertientes, arrollo y canales, y nosotros los mapuche aprendimos que en todos los elementos de la naturaleza existe un gen (espíritu o dueño), donde el gen asociado al agua se denomina gen-ko. Éste puede existir en los ríos, vertientes o donde el agua brota para dar vida. Muchas personas de nuestra cultura han dejado de creer en la cosmovisión, lo que repercute en su relación con el todo, con la naturaleza, y particularmente con el agua. Esta pérdida de espiritualidad genera la desaparición del agua. Esto significa por ejemplo, que el espíritu que habita una vertiente, simplemente se va, y las consecuencias de esa pérdida es la desaparición de la vertiente”. El dirigente concluye que algunas comunidades se excedieron en la tala de árboles nativos, desprotegiendo las vertientes y afectando su continuidad, situación que es mejorable tomando conciencia y con acciones concretas como por ejemplo, la reforestación y el cuidado del medio ambiente.
Gentileza: Samuel Cayul
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