El Estado, políticos y gremios vociferan buscar la paz social una y otra vez, sin embargo, se ve cada vez mas distante.
La paz en la Araucanía algunos la interpretan como ausencia de tensión, mientras que la paz en el Wallmapu —nación mapuche— se traduce como presencia de justicia. Pero lo que no comprenden es que no existirá paz en la Araucanía mientras no exista paz en el Wallmapu.
El Intendente Huenchumilla acusando que CONADI esta agotada y cooptada políticamente[7]; RN afirmando que Huenchumilla quiere ser Ministro[8]; el Director de CONADI atacando al Intendente[9]; Dirigentes Mapuche advirtiendo levantamientos generalizados[10]; los gremios diciendo que todo esta fuera de control[11]; Policías afirmando que delincuentes utilizan el Conflicto[12]; el Subsecretario Aleuy asegurando que existe una “industria delictual”[13], reuniones a oscuras con los Senadores de la Araucania en la Moneda[14].
¿Honestamente alguno cree que la clase política está a la altura de tales desafíos?
El destacado historiador Mapuche Fernando Pairican, dice: “Señalar que el Estado y la clase política no entienden la profundidad de la reivindicación Mapuche puede parecer hasta ya una frase cliché. La contraparte del movimiento, la clase política chilena, piensa que la solución a la cuestión Mapuche pasa por la cárcel y aceptar sin cuestionamientos lo que “ellos” piensan que es la solución…
"déjenme decirles, que esa actitud tan colonizadora, no es más que la demostración de una permanente mirada “racista” a lo Mapuche que no entienden, no quieren, o sencillamente no les interesa que dialogar con un movimiento que no solo viene protestando, sino también viene generando propuestas políticas entorno a la autodeterminación como paradigma, y que de ser tomadas en serio, son un aporte real a una democratización de Chile”[15].
El Estado, políticos y gremios vociferan buscar la paz social una y otra vez, sin embargo, se ve cada vez mas distante.
Martin Luther King escribía en su celebre Carta de Birmingham: “la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia”.
La paz en la Araucanía algunos la interpretan como ausencia de tensión, mientras que la paz en el Wallmapu —nación mapuche— se traduce como presencia de justicia. Pero lo que no comprenden es que no existirá paz en la Araucanía mientras no exista paz en el Wallmapu.
Existen muchas barreras para alcanzar la tan anhelada paz social, pero la determinante es la forma como se han abordado las políticas publicas indígenas.
Su origen esta en el Acuerdo de Nueva Imperial de 1989, en donde algunos representantes de comunidades indígenas y el entonces candidato presidencial Patricio Aylwin pactaron respaldar al candidato en pos de algunas políticas publicas: Se creo la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), la actual Ley Indígena Nº 19.253, la CONADI, el Consejo de la CONADI, el Fondo De Tierras, etc.
El problema no fue la intención —que presumimos de buena fe— sino la forma, no podemos dejar un asunto tan importante como es la convivencia dentro de un Estado a merced de las ideologías políticas de turno, la consecuencia de esto fue la asimilación política indígena y el exacerbado clientelismo político.
Tanto es así que en la actualidad no existe ningún parlamentario indígena, el ultimo fue el Intendente Huenchumilla pero más por el voto no mapuche que por el de su pueblo[16].
No obstante, lejos de enmendar el rumbo vemos como irresponsablemente las autoridades indígenas de la Nueva Mayoría parecieran estar más preocupados de su carrera personal y acomodar a sus camaradas que del bienestar de los pueblos indígenas. Las principales medidas promovidas por el Ministerio de Desarrollo Social - el Ministerio Indígena y el Consejo de Pueblos Indígenas- sólo acrecentaran la asimilación y el clientelismo político.
En forma zigzagueante también se ha propuesto una ley de cuotas parlamentaria indígena.
¿Pero ustedes creen que 10 Diputados o 2 Senadores indígenas podrán influir en un Congreso de 120 o 40 parlamentarios? ¿Ustedes creen que si tuviéramos los recursos para financiar millonarias campañas no lo hubiésemos hecho ya?
Lo que existe señores es una hipocresía de la paz, la clase política dice promoverla pero ninguno esta realmente dispuesto a hacer lo necesario para conseguirla.
Nuestra esperanza es que la sociedad civil indígena promueva y construya una sociedad intercultural. Pero olvídense del Estado, se necesitan instituciones económicas y políticas indígenas solo así conseguiremos justicia y paz social.
Por Venancio Coñuepan Mesias | @vconuepan
http://mapuexpress.org/
La paz en la Araucanía algunos la interpretan como ausencia de tensión, mientras que la paz en el Wallmapu —nación mapuche— se traduce como presencia de justicia. Pero lo que no comprenden es que no existirá paz en la Araucanía mientras no exista paz en el Wallmapu.
Política Indígena y la hipocresía de la Paz Social
En las ultimas semanas hemos sido testigos de un recrudecimiento del Conflicto en la Araucania como reacción al asesinato de José Quintriqueo Huaiquimil[1] en el Fundo Nilpe[2]. Con marchas[3], quemas de camiones y maquinarias[4], enfrentamientos entre policías y comuneros[5], ingreso de mas contingente policial y vehículos pesados en Arauco[6], etc.El Intendente Huenchumilla acusando que CONADI esta agotada y cooptada políticamente[7]; RN afirmando que Huenchumilla quiere ser Ministro[8]; el Director de CONADI atacando al Intendente[9]; Dirigentes Mapuche advirtiendo levantamientos generalizados[10]; los gremios diciendo que todo esta fuera de control[11]; Policías afirmando que delincuentes utilizan el Conflicto[12]; el Subsecretario Aleuy asegurando que existe una “industria delictual”[13], reuniones a oscuras con los Senadores de la Araucania en la Moneda[14].
¿Honestamente alguno cree que la clase política está a la altura de tales desafíos?
El destacado historiador Mapuche Fernando Pairican, dice: “Señalar que el Estado y la clase política no entienden la profundidad de la reivindicación Mapuche puede parecer hasta ya una frase cliché. La contraparte del movimiento, la clase política chilena, piensa que la solución a la cuestión Mapuche pasa por la cárcel y aceptar sin cuestionamientos lo que “ellos” piensan que es la solución…
"déjenme decirles, que esa actitud tan colonizadora, no es más que la demostración de una permanente mirada “racista” a lo Mapuche que no entienden, no quieren, o sencillamente no les interesa que dialogar con un movimiento que no solo viene protestando, sino también viene generando propuestas políticas entorno a la autodeterminación como paradigma, y que de ser tomadas en serio, son un aporte real a una democratización de Chile”[15].
El Estado, políticos y gremios vociferan buscar la paz social una y otra vez, sin embargo, se ve cada vez mas distante.
Martin Luther King escribía en su celebre Carta de Birmingham: “la verdadera paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia”.
La paz en la Araucanía algunos la interpretan como ausencia de tensión, mientras que la paz en el Wallmapu —nación mapuche— se traduce como presencia de justicia. Pero lo que no comprenden es que no existirá paz en la Araucanía mientras no exista paz en el Wallmapu.
Existen muchas barreras para alcanzar la tan anhelada paz social, pero la determinante es la forma como se han abordado las políticas publicas indígenas.
Su origen esta en el Acuerdo de Nueva Imperial de 1989, en donde algunos representantes de comunidades indígenas y el entonces candidato presidencial Patricio Aylwin pactaron respaldar al candidato en pos de algunas políticas publicas: Se creo la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), la actual Ley Indígena Nº 19.253, la CONADI, el Consejo de la CONADI, el Fondo De Tierras, etc.
El problema no fue la intención —que presumimos de buena fe— sino la forma, no podemos dejar un asunto tan importante como es la convivencia dentro de un Estado a merced de las ideologías políticas de turno, la consecuencia de esto fue la asimilación política indígena y el exacerbado clientelismo político.
Tanto es así que en la actualidad no existe ningún parlamentario indígena, el ultimo fue el Intendente Huenchumilla pero más por el voto no mapuche que por el de su pueblo[16].
No obstante, lejos de enmendar el rumbo vemos como irresponsablemente las autoridades indígenas de la Nueva Mayoría parecieran estar más preocupados de su carrera personal y acomodar a sus camaradas que del bienestar de los pueblos indígenas. Las principales medidas promovidas por el Ministerio de Desarrollo Social - el Ministerio Indígena y el Consejo de Pueblos Indígenas- sólo acrecentaran la asimilación y el clientelismo político.
En forma zigzagueante también se ha propuesto una ley de cuotas parlamentaria indígena.
¿Pero ustedes creen que 10 Diputados o 2 Senadores indígenas podrán influir en un Congreso de 120 o 40 parlamentarios? ¿Ustedes creen que si tuviéramos los recursos para financiar millonarias campañas no lo hubiésemos hecho ya?
Lo que existe señores es una hipocresía de la paz, la clase política dice promoverla pero ninguno esta realmente dispuesto a hacer lo necesario para conseguirla.
Nuestra esperanza es que la sociedad civil indígena promueva y construya una sociedad intercultural. Pero olvídense del Estado, se necesitan instituciones económicas y políticas indígenas solo así conseguiremos justicia y paz social.
Por Venancio Coñuepan Mesias | @vconuepan
http://mapuexpress.org/
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