Consigna que queda en el marco de las movilizaciones sociales en la Región para defender Derechos Colectivos / La Minga, impulsada por Pueblos Indígenas y diversos sectores populares en Colombia, es un ejemplo de Unidad frente a situaciones extremas como son las políticas genocidas de dicho Estado / La Minga se ha convertido en el rescate de una de las instituciones más tradicionales y virtuosas que invoca a la solidaridad en la colectividad, en los Pueblos.
La Región está viviendo momentos de cambios y duras luchas. El mapa de conflictos territoriales como consecuencia de los proyectos de inversión, principalmente de Industrias Extractivas, promovidos por Estados a favor de grandes Compañías, hace visualizar que numerosos grupos y movimientos de resistencia y de avanzada, están haciendo frente de manera victoriosa a las invasiones de poderes fácticos, a pesar de la militarización y criminalización que se ha venido promoviendo y de toda campaña para intentar los quebrantamientos de los movimientos sociales / Por ello, el llamado que se ha venido haciendo urgentemente es de “unidad en la acción”
Foto: Archivo Internet
El Mapa de los conflictos sociales y ambientales en la Región, principalmente en Países como Colombia, Chile y Perú, el eje principal del imperialismo neoliberal en Sudamérica, coincide casi calcadamente con la expansión de proyectos de industrias extractivas como la Minería, los Bio Combustibles, las Forestales-Celulosas-Papeleras, los energéticos como las Petroleras e Hidroeléctricas, de la mano de la militarización y criminalización con sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos contra quienes se oponen a ellas.
El uso del término “terrorismo” ha servido para justificar la intervención represiva del Estado que se ha venido implementando en los mismos lugares donde están los intereses de estos grupos económicos. Muchos de ellos se repiten de un País a otro. Algunos de ellos: Repsol, Texáco, PlusPetrol, Endesa, CMPC – Grupo Matte, Arauco, Petrobras, Romero, Barrick Gold, Monsanto, entre varios otros más, quienes se sirven de los Estados con Gobiernos que tienen como propósito “La disminución del tamaño del Aparato Administrativo del Estado y la transferencia de las actividades productivas que tuvo a su cargo en el pasado”, actividades y responsabilidades que son delegadas a las Grandes Compañías económicas: Negocio redondo para unos cuantos, a costa de vastos territorios y poblaciones.
La expansión de industrias extractivas ha venido arrojando en su paso la sobre explotación y saqueo de Recursos o Bienes Naturales. La contaminación de amplios y diversos ecosistemas; El despojo de territorios ancestrales de Pueblos Indígenas y de diversos sectores populares. Planes de inteligencia, genocidios, militarización, criminalización, judicialización, racismo, miles de perseguidos, desaparecidos y cientos de procesados, son sus resultados.
Los Movimientos Sociales
Concientes del escenario que ha venido viviendo la Región, colectivos, agrupaciones, comunidades, asociaciones, Federaciones, Sindicatos, Organizaciones, Pueblos, miles de personas, han venido levantando su voz en diversos lugares, con conciencia, con información, con actitud, para exigir cambios profundos al actual modelo y la forma en que se está manipulando el poder “público”. También, para que se respeten los Derechos colectivos y para que los Estados obedezcan a los intereses y necesidades de los Pueblos, el de las soberanías populares.
Desde “nacionalización” de Bienes o Recursos Naturales, hasta autonomías y soberanías populares han sido las principales consignas y propuestas que se han venido pronunciando desde diversos Movimientos sociales. La necesidad de proteger y priorizar la soberanía y seguridad alimentaria de los Pueblos ha sido otra razón de levantamientos, así, como la de vivir en un ambiente libre de contaminación y en general, el de vivir dignamente con autodeterminación colectiva para el ejercicio pleno de todos los Derechos.
Más allá de los casos puntuales sobre los conflictos territoriales y de los casos particulares que motivan a personas a defender sus Derechos frente a estos tipos de proyectos de un trastornado “desarrollo”, lo que en suma demuestra, es que los Movimientos sociales, con autonomías, están haciendo frente directo a las bases ideológicas del imperio neoliberalista, conducido por las grandes Corporaciones que operan insaciablemente en la Región; y es una disputa al poder “público” estatal para su transformación, su cambio radical, proceso que ya está en marcha, con la resistencia llevada por memorables y trascendentales grupos de avanzada y que han marcado los caminos hacia triunfos plenos, lo que es reflejado en la consigna señalada en la III Cumbre continental de Pueblos Indígenas realizada el 2007 en Guatemala: De la Resistencia al Poder.
Hacer y Construir con unidad en la Acción
Un hecho de preocupación ha sido que coincidentemente en los mapas de los conflictos territoriales frente a grandes Compañías, diversas articulaciones sociales de defensa aparecen fraccionados, muchos de ellos con objetivos de fondo en común, pero con serias disputas en la forma.
Los hechos hacen repensar si estos momentos que viven algunas (des)articulaciones sociales son como consecuencia de las torpezas humanas que todos tenemos, en que se sobreponen intereses individualistas; O bien, se deban a planes de inteligencia que han incorporado la cizaña o la coaptación en los colectivos, conflictos internos que incluso, en algunos casos, terminan en la potestad del mismo aparato estatal para “sancionar”. Eso, definitivamente, no son caminos ni de autodeterminación ni de autonomías para los líos internos.
“Contribuir a través de nuestras organizaciones y su articulación a la transformación del modelo social, económico, político y cultural, ejerciendo nuestro derecho a la libre determinación y defender, fortalecer y ejercer los derechos territoriales y la necesidad de gestar y proyectar un mayor acercamiento entre las organizaciones Mapuche y de la sociedad civil chilena en un marco de equilibrio, respeto, participación y apoyo en ejercicio de su propia autonomía para hacer frente, complementariamente, a la formulación e instrumentalización de las políticas económicas que promueven los Estados y las grandes compañías que excluyen, perjudican y atentan a los Derechos Humanos colectivos e individuales en nuestros Pueblos”, señalaban casi como un pacto Organizaciones Mapuches y Chilenas en la memoria del Foro social de los Pueblos realizado en Junio del 2004 en Villarrica (1).
La Minga de Colombia es un ejemplo de que se puede. A pesar de que han estado aplastados y por mucho tiempo por todo el aparato represivo estatal Colombiano e incluso estadounidense, viviendo y sufriendo planes de inteligencia, militarización extrema, y de que toda protesta social por legítimo Derecho que fuera, era etiquetada y echada en un mismo saco a lo de “terrorismo”. A pesar que muchísimas comunidades empobrecidas eran violentadas víctimas tanto del Estado, con su ejército, policías, sus paramilitares y a su vez, de la propia “guerrilla”, cuya excusa permitió dar paso firme y seguro a los intereses de grandes compañías económicas.
Aún así, los Pueblos Indígenas, campesinas(os) colombianos(as), afros colombianos(as), y diversos otros sectores sociales, se levantan en miles y con la frente en alto, en medio de sistemáticos asesinatos, para seguir resistiendo, con ternura, solidaridad y apoyo mutuo; y que ha pesar de las diferencias internas, éstas se pueden zanjar teniendo claro los intereses superiores y objetivos finales. También que, con unidad en la acción se marcan de mejor manera los caminos de los profundos cambios y de muchísimas revoluciones triunfantes, siempre y cuando nos demos cuenta de que somos parte de un todo.
Minga, palabra utilizada por diversos Pueblos en la Región. Además de los Pueblos en Colombia, otros como los Guaraní, algunos Amazónicos, Quechuas, Aymara, o bien, los Mapuches y todas sus identidades territoriales quien lo conoce como Mingako, son el reflejo de la solidaridad, la hermandad y compromiso entre familias, comunidades y Pueblos, que forma parte de la sabiduría ancestral, del buen vivir, como señalan organizaciones indígenas en el Perú.
…“Nosotr@s no tenemos que luchar solamente contra una serie de intereses y privilegios que han estado gravitando sobre el Estado y en contra de nuestros pueblos; tenemos que luchar muy fuerte contra nosotr@s mism@s, rompiendo las barreras que nos impiden avanzar, conocernos y aceptarnos”, señalaban organizaciones Mapuches a organizaciones chilenas a través de una carta en el marco de un Foro social frente al Apec, Noviembre 2004. (2)
De la Resistencia al Poder
El poder no entendido “necesariamente” en la reproducción estructural del Estado, que en algunos casos viene de a poco resultando a través de las aún tímidas revoluciones democráticas en algunos Países como Bolivia y Ecuador, abriéndose a Estados de los Pueblos, sino más bien referido al Poder social: Las autonomías, los autogobiernos de los Pueblos Indígenas, la participación política en la toma de decisiones de manera libre, previa e informada, los Co Gobiernos territoriales, la defensa territorial y en general, el ejercicio de Derechos colectivos en base a la libredeterminación en esos territorios, son conquistas de Derechos, son conquistas de Poder Social que van sumando a los procesos de las grandes transformaciones, que van más allá de los Estados, los que están en crisis.
Según el connotado jurista y académico, de origen indígena del Pueblo Apache , James Anaya, actual relator de las Naciones Unidas, en su libro: “Los Pueblos Indígenas en el Derecho Internacional”, señala que la matriz de los Derechos Humanos Colectivos que tiene todo Pueblo es la libredeterminación, cuyos elementos como bloques indivisibles son: La garantía de no discriminar, integridad cultural, Bienestar Social y Desarrollo; Tierras, territorios y Recursos Naturales; Autogobierno: Autonomía y Participación. En esta última Norma de la Libredeterminación, Anaya señala: “Los autogobiernos bajo los principios de autonomías y participación son la principal dimensión política de la libredeterminación y consiste básicamente en la idea de que los sistemas políticos deben funcionar de acuerdo con los deseos de los Pueblos. Los autogobiernos se contraponen a las instituciones que concentran injusta o desproporcionadamente el poder estatal” (3).... Gran parte de estos principios y normas están reflejados en diversos cuerpos internacionales, como la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (4).
En ese sentido ¿Qué ocurre cuando los Estados promueven una subyugación, dominación y explotación social de los Pueblos?. Las autonomías de los Pueblos es una nueva forma de promoción de la democracia y de descentralización del ilegítimo poder y autoridad estatal, para dar paso a la plurinacionalidad, a la pluriculturalidad, a las soberanías populares y de ser eficientes y responsables en los procesos de interlocución, integración e intercambio, para que sean horizontales las formas de administrar y distribuir el Poder Social.
Un municipio o distrito autónomo, un autogobierno declarado como Asambleas o Parlamentos, la legítima resistencia frente a proyectos que atentan a la libredeterminación, las autoconsultas, los Foros, el uso de las vías electorales, los co gobiernos o co administraciones, son parte de los Derechos de Autogobierno, Autonomía y Participación de los Pueblos, cuyo ejercicio se viene realizando en diversos lugares de la región con importantes éxitos.
El caso Majaz, en Perú. Se logró frenar un proyecto Minero por un proceso de consulta levantado por las propias comunidades haciendo uso a la vez de los mismos instrumentos estatales; En la Amazonía, recientemente un distrito a declarado su autonomía Indígena por definición Municipal; Las Asambleas constituyentes en Ecuador y Bolivia; Las Organizaciones Mapuches en Chile y Argentina quienes vienen sosteniendo la necesidad de un autogobierno. De hecho, en la provincia de Neuquen existe un Parlamento Mapuche autónomo hace rato; Los Caracoles en los distritos donde ha surgido el Zapatismo en México; La defensa de los territorios de los indígenas en aislamiento voluntario; y los diversos frentes de defensa ante los proyectos de industrias extractivas, son realidades que se están consolidando y proyectando, con esa diversidad. Se está ganando hace rato y parece que el árbol de pino exótico o la torre petrolera que tenemos en frente , no nos deja ver el Bosque Vivo y Nativo en su plenitud.
Se percibe, se siente. Ya viene la nueva avanzada, lo que para algunos sería la nueva generación. La que debería tomar en este proceso la conducción de los caminos de transición para llegar al Poder Social. Se vienen los tiempos donde los Derechos serán lo primero; Donde el respeto y cuidado a la naturaleza sea un principio fundamental; Donde la riqueza capital acumulada injusta y desproporcionadamente, será devuelta adecuada y proporcionalmente para las necesidades de los Pueblos bajo sus intereses y autonomías; Se viene el fin, de tanta injusticia acumulada, de tantas contaminaciones en un sentido amplio.
La arrogancia, la codicia, la soberbia y la maldad de los grupos económicos de poderes fácticos de los Estados, no serán suficientes para impedir los procesos de justicia de los Pueblos, bajo la conducción de los Movimientos sociales, así se está manifestando en diversos lugares. La resistencia al parecer se está logrando... Ahora vendrían nuevos desafíos.
Por Alfredo Seguel
La Región está viviendo momentos de cambios y duras luchas. El mapa de conflictos territoriales como consecuencia de los proyectos de inversión, principalmente de Industrias Extractivas, promovidos por Estados a favor de grandes Compañías, hace visualizar que numerosos grupos y movimientos de resistencia y de avanzada, están haciendo frente de manera victoriosa a las invasiones de poderes fácticos, a pesar de la militarización y criminalización que se ha venido promoviendo y de toda campaña para intentar los quebrantamientos de los movimientos sociales / Por ello, el llamado que se ha venido haciendo urgentemente es de “unidad en la acción”
Foto: Archivo Internet
El Mapa de los conflictos sociales y ambientales en la Región, principalmente en Países como Colombia, Chile y Perú, el eje principal del imperialismo neoliberal en Sudamérica, coincide casi calcadamente con la expansión de proyectos de industrias extractivas como la Minería, los Bio Combustibles, las Forestales-Celulosas-Papeleras, los energéticos como las Petroleras e Hidroeléctricas, de la mano de la militarización y criminalización con sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos contra quienes se oponen a ellas.
El uso del término “terrorismo” ha servido para justificar la intervención represiva del Estado que se ha venido implementando en los mismos lugares donde están los intereses de estos grupos económicos. Muchos de ellos se repiten de un País a otro. Algunos de ellos: Repsol, Texáco, PlusPetrol, Endesa, CMPC – Grupo Matte, Arauco, Petrobras, Romero, Barrick Gold, Monsanto, entre varios otros más, quienes se sirven de los Estados con Gobiernos que tienen como propósito “La disminución del tamaño del Aparato Administrativo del Estado y la transferencia de las actividades productivas que tuvo a su cargo en el pasado”, actividades y responsabilidades que son delegadas a las Grandes Compañías económicas: Negocio redondo para unos cuantos, a costa de vastos territorios y poblaciones.
La expansión de industrias extractivas ha venido arrojando en su paso la sobre explotación y saqueo de Recursos o Bienes Naturales. La contaminación de amplios y diversos ecosistemas; El despojo de territorios ancestrales de Pueblos Indígenas y de diversos sectores populares. Planes de inteligencia, genocidios, militarización, criminalización, judicialización, racismo, miles de perseguidos, desaparecidos y cientos de procesados, son sus resultados.
Los Movimientos Sociales
Concientes del escenario que ha venido viviendo la Región, colectivos, agrupaciones, comunidades, asociaciones, Federaciones, Sindicatos, Organizaciones, Pueblos, miles de personas, han venido levantando su voz en diversos lugares, con conciencia, con información, con actitud, para exigir cambios profundos al actual modelo y la forma en que se está manipulando el poder “público”. También, para que se respeten los Derechos colectivos y para que los Estados obedezcan a los intereses y necesidades de los Pueblos, el de las soberanías populares.
Desde “nacionalización” de Bienes o Recursos Naturales, hasta autonomías y soberanías populares han sido las principales consignas y propuestas que se han venido pronunciando desde diversos Movimientos sociales. La necesidad de proteger y priorizar la soberanía y seguridad alimentaria de los Pueblos ha sido otra razón de levantamientos, así, como la de vivir en un ambiente libre de contaminación y en general, el de vivir dignamente con autodeterminación colectiva para el ejercicio pleno de todos los Derechos.
Más allá de los casos puntuales sobre los conflictos territoriales y de los casos particulares que motivan a personas a defender sus Derechos frente a estos tipos de proyectos de un trastornado “desarrollo”, lo que en suma demuestra, es que los Movimientos sociales, con autonomías, están haciendo frente directo a las bases ideológicas del imperio neoliberalista, conducido por las grandes Corporaciones que operan insaciablemente en la Región; y es una disputa al poder “público” estatal para su transformación, su cambio radical, proceso que ya está en marcha, con la resistencia llevada por memorables y trascendentales grupos de avanzada y que han marcado los caminos hacia triunfos plenos, lo que es reflejado en la consigna señalada en la III Cumbre continental de Pueblos Indígenas realizada el 2007 en Guatemala: De la Resistencia al Poder.
Hacer y Construir con unidad en la Acción
Un hecho de preocupación ha sido que coincidentemente en los mapas de los conflictos territoriales frente a grandes Compañías, diversas articulaciones sociales de defensa aparecen fraccionados, muchos de ellos con objetivos de fondo en común, pero con serias disputas en la forma.
Los hechos hacen repensar si estos momentos que viven algunas (des)articulaciones sociales son como consecuencia de las torpezas humanas que todos tenemos, en que se sobreponen intereses individualistas; O bien, se deban a planes de inteligencia que han incorporado la cizaña o la coaptación en los colectivos, conflictos internos que incluso, en algunos casos, terminan en la potestad del mismo aparato estatal para “sancionar”. Eso, definitivamente, no son caminos ni de autodeterminación ni de autonomías para los líos internos.
“Contribuir a través de nuestras organizaciones y su articulación a la transformación del modelo social, económico, político y cultural, ejerciendo nuestro derecho a la libre determinación y defender, fortalecer y ejercer los derechos territoriales y la necesidad de gestar y proyectar un mayor acercamiento entre las organizaciones Mapuche y de la sociedad civil chilena en un marco de equilibrio, respeto, participación y apoyo en ejercicio de su propia autonomía para hacer frente, complementariamente, a la formulación e instrumentalización de las políticas económicas que promueven los Estados y las grandes compañías que excluyen, perjudican y atentan a los Derechos Humanos colectivos e individuales en nuestros Pueblos”, señalaban casi como un pacto Organizaciones Mapuches y Chilenas en la memoria del Foro social de los Pueblos realizado en Junio del 2004 en Villarrica (1).
La Minga de Colombia es un ejemplo de que se puede. A pesar de que han estado aplastados y por mucho tiempo por todo el aparato represivo estatal Colombiano e incluso estadounidense, viviendo y sufriendo planes de inteligencia, militarización extrema, y de que toda protesta social por legítimo Derecho que fuera, era etiquetada y echada en un mismo saco a lo de “terrorismo”. A pesar que muchísimas comunidades empobrecidas eran violentadas víctimas tanto del Estado, con su ejército, policías, sus paramilitares y a su vez, de la propia “guerrilla”, cuya excusa permitió dar paso firme y seguro a los intereses de grandes compañías económicas.
Aún así, los Pueblos Indígenas, campesinas(os) colombianos(as), afros colombianos(as), y diversos otros sectores sociales, se levantan en miles y con la frente en alto, en medio de sistemáticos asesinatos, para seguir resistiendo, con ternura, solidaridad y apoyo mutuo; y que ha pesar de las diferencias internas, éstas se pueden zanjar teniendo claro los intereses superiores y objetivos finales. También que, con unidad en la acción se marcan de mejor manera los caminos de los profundos cambios y de muchísimas revoluciones triunfantes, siempre y cuando nos demos cuenta de que somos parte de un todo.
Minga, palabra utilizada por diversos Pueblos en la Región. Además de los Pueblos en Colombia, otros como los Guaraní, algunos Amazónicos, Quechuas, Aymara, o bien, los Mapuches y todas sus identidades territoriales quien lo conoce como Mingako, son el reflejo de la solidaridad, la hermandad y compromiso entre familias, comunidades y Pueblos, que forma parte de la sabiduría ancestral, del buen vivir, como señalan organizaciones indígenas en el Perú.
…“Nosotr@s no tenemos que luchar solamente contra una serie de intereses y privilegios que han estado gravitando sobre el Estado y en contra de nuestros pueblos; tenemos que luchar muy fuerte contra nosotr@s mism@s, rompiendo las barreras que nos impiden avanzar, conocernos y aceptarnos”, señalaban organizaciones Mapuches a organizaciones chilenas a través de una carta en el marco de un Foro social frente al Apec, Noviembre 2004. (2)
De la Resistencia al Poder
El poder no entendido “necesariamente” en la reproducción estructural del Estado, que en algunos casos viene de a poco resultando a través de las aún tímidas revoluciones democráticas en algunos Países como Bolivia y Ecuador, abriéndose a Estados de los Pueblos, sino más bien referido al Poder social: Las autonomías, los autogobiernos de los Pueblos Indígenas, la participación política en la toma de decisiones de manera libre, previa e informada, los Co Gobiernos territoriales, la defensa territorial y en general, el ejercicio de Derechos colectivos en base a la libredeterminación en esos territorios, son conquistas de Derechos, son conquistas de Poder Social que van sumando a los procesos de las grandes transformaciones, que van más allá de los Estados, los que están en crisis.
Según el connotado jurista y académico, de origen indígena del Pueblo Apache , James Anaya, actual relator de las Naciones Unidas, en su libro: “Los Pueblos Indígenas en el Derecho Internacional”, señala que la matriz de los Derechos Humanos Colectivos que tiene todo Pueblo es la libredeterminación, cuyos elementos como bloques indivisibles son: La garantía de no discriminar, integridad cultural, Bienestar Social y Desarrollo; Tierras, territorios y Recursos Naturales; Autogobierno: Autonomía y Participación. En esta última Norma de la Libredeterminación, Anaya señala: “Los autogobiernos bajo los principios de autonomías y participación son la principal dimensión política de la libredeterminación y consiste básicamente en la idea de que los sistemas políticos deben funcionar de acuerdo con los deseos de los Pueblos. Los autogobiernos se contraponen a las instituciones que concentran injusta o desproporcionadamente el poder estatal” (3).... Gran parte de estos principios y normas están reflejados en diversos cuerpos internacionales, como la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (4).
En ese sentido ¿Qué ocurre cuando los Estados promueven una subyugación, dominación y explotación social de los Pueblos?. Las autonomías de los Pueblos es una nueva forma de promoción de la democracia y de descentralización del ilegítimo poder y autoridad estatal, para dar paso a la plurinacionalidad, a la pluriculturalidad, a las soberanías populares y de ser eficientes y responsables en los procesos de interlocución, integración e intercambio, para que sean horizontales las formas de administrar y distribuir el Poder Social.
Un municipio o distrito autónomo, un autogobierno declarado como Asambleas o Parlamentos, la legítima resistencia frente a proyectos que atentan a la libredeterminación, las autoconsultas, los Foros, el uso de las vías electorales, los co gobiernos o co administraciones, son parte de los Derechos de Autogobierno, Autonomía y Participación de los Pueblos, cuyo ejercicio se viene realizando en diversos lugares de la región con importantes éxitos.
El caso Majaz, en Perú. Se logró frenar un proyecto Minero por un proceso de consulta levantado por las propias comunidades haciendo uso a la vez de los mismos instrumentos estatales; En la Amazonía, recientemente un distrito a declarado su autonomía Indígena por definición Municipal; Las Asambleas constituyentes en Ecuador y Bolivia; Las Organizaciones Mapuches en Chile y Argentina quienes vienen sosteniendo la necesidad de un autogobierno. De hecho, en la provincia de Neuquen existe un Parlamento Mapuche autónomo hace rato; Los Caracoles en los distritos donde ha surgido el Zapatismo en México; La defensa de los territorios de los indígenas en aislamiento voluntario; y los diversos frentes de defensa ante los proyectos de industrias extractivas, son realidades que se están consolidando y proyectando, con esa diversidad. Se está ganando hace rato y parece que el árbol de pino exótico o la torre petrolera que tenemos en frente , no nos deja ver el Bosque Vivo y Nativo en su plenitud.
Se percibe, se siente. Ya viene la nueva avanzada, lo que para algunos sería la nueva generación. La que debería tomar en este proceso la conducción de los caminos de transición para llegar al Poder Social. Se vienen los tiempos donde los Derechos serán lo primero; Donde el respeto y cuidado a la naturaleza sea un principio fundamental; Donde la riqueza capital acumulada injusta y desproporcionadamente, será devuelta adecuada y proporcionalmente para las necesidades de los Pueblos bajo sus intereses y autonomías; Se viene el fin, de tanta injusticia acumulada, de tantas contaminaciones en un sentido amplio.
La arrogancia, la codicia, la soberbia y la maldad de los grupos económicos de poderes fácticos de los Estados, no serán suficientes para impedir los procesos de justicia de los Pueblos, bajo la conducción de los Movimientos sociales, así se está manifestando en diversos lugares. La resistencia al parecer se está logrando... Ahora vendrían nuevos desafíos.
Por Alfredo Seguel
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