En los ríos en diversas zonas de las localidades de Pucón y Curarrehue, región de La Araucanía, hay otorgados 59 derechos de aprovechamiento hidroeléctrico (22 y 37 respectivamente). Hoy, en dichos lugares existe una multiplicación de proyectos hidroeléctricos.
A. Vallés
El Ciudadano
A. Vallés
El Ciudadano
La explotación y el lucro del agua en Chile es una de las tristes realidades que el nefasto código de aguas actual –y el que viene también- cobija, configurando un paraíso para especuladores y empresarios sedientos de oro azul en detrimento de la salud de los ríos del país, de la de sus ecosistemas y de la de millones de ciudadanos, muchos de los cuales asisten impasibles (curados de espanto parece) a un saqueo sin límites.
La baja fiscalización en el terreno ha degenerado en la existencia de un perverso mercado que, en última instancia, permite que en ciertas zonas como la Araucanía se esté masificando la implementación de “miniproyectos” o “pequeños proyectos” hidroeléctricos que pasan desapercibidos tras la cortina de humo que generan los de mayor impacto como HidroAysén o Alto Maipo, pero que en su mayoría y sobre todo en su conjunto amenazan peligrosamente el equilibrio del ecosistema zonal, rodeado de parques naturales y hábitat de cientos de especies endémicas, así como la salud económica que el turismo dispensa a las comunidades, dependiente asimismo de lo anterior y de la suerte que ‘corren’ sus ríos.
En concreto, en los ríos de los sectores de Pucón y Curarrehue, hay otorgados 59 derechos de aprovechamiento hidroeléctrico (22 y 37 respectivamente), convertidos hoy en hidroeléctricas en potencia.
Federico Medina, kayakista, guía de rafting e integrante de la Unión Comunal y el Consejo Ambiental de Pucón, denuncia las irregularidades acometidas en la zona, que auguran un aciago futuro para la conocida como “capital del turismo de aventura” en Chile.
“Es muy grave; muchos de estos derechos han sido obtenidos con redes de influencias y una gran parte de ellos los ostentan funcionarios públicos”, señala Fede Medina, mientras me muestra los datos de pertenencia de los derechos de aguas, que pueden ser revisados en la página del DGA (Dirección General de Aguas).
Entre los mencionados funcionarios públicos que ostentan la propiedad de derechos de agua destaca el papel jugado por Gladiela Matus Panguilef, Secretaria de la Municipalidad de Pucón, que controla derechos de, entre otros, los ríos Pucón, Liucura y Palguin. La gravedad del hecho es doble si se tiene en cuenta que a su cargo estuvo durante años el asesoramiento de los convecinos que querían inscrbir sus aguas:
“A esta señora en la década pasada, como Secretaria Municipal, se le asignó el rol de asesorar a los vecinos para que pudieran inscribir sus aguas; Pero, además de ayudarles a conseguir 5 litros por segundo, ella consiguió unos 23 mil litros (por segundo) en varios ríos de la zona; Esa persona no debería ocupar un cargo público”, denuncia Federico Medina.
“A esta señora en la década pasada, como Secretaria Municipal, se le asignó el rol de asesorar a los vecinos para que pudieran inscribir sus aguas; Pero, además de ayudarles a conseguir 5 litros por segundo, ella consiguió unos 23 mil litros (por segundo) en varios ríos de la zona; Esa persona no debería ocupar un cargo público”, denuncia Federico Medina.
De hecho, el primero de los proyectos hidroeléctricos al que nos referimos, Hidroeléctrica Llancalil – Liucura, pretende – no especifica si ya son suyos (1)- utilizar para la explotación derechos otorgados a Isabel Alejandra Martínez Matus, tal y como puede verse en la Declaración de Impacto Ambiental presentada por la empresa, disponible acá: Ficha del proyecto (SEA).
De hecho, entre las razones por las que la Unión y el Consejo Ambiental de Pucón, según se señaló encomunicado, rechazan desde su “origen ético” dicho proyecto está el hecho de que este último surja “a partir del aprovechamiento de las atribuciones de un funcionario municipal quien claramente haciendo uso de su red de influencias y contactos accedió a estos derechos de agua los cuales quiere vender solo para su beneficio personal.”.
El proyecto Llancalil: “Pequeña central hidroeléctrica de pasada” LLancalil Liucura
Así se le ha denominado en el informe. presentado por Inversiones Huife LTDA, algo que carece de sentido teniendo en cuenta que la misma ley solo hace diferenciación entre aquellas factibles de producir impactos superiores a 3MW y aquellas que no. (2)
Con una potencia de 6,9 MW, el proyecto,ubicado en el sector de Huife Alto, pretende tomar agua de los ríos Liucura y Llancalil mediante bocatomas, entubarla y devolverla nuevamente al primero.
La empresa detrás del proyecto es Inversiones Huife LTDA., compuesta por las sociedades Wasserkraft Inversiones EIRL y Notus Energías Chile Ltda. En concreto, el proyecto ha sido presentado por Michael Wagner, de origen suizo, fundador y socio único de la primera, que ya ha firmado otras “pequeñas hidroeléctricas” en el país, veáse Central Hdroeléctrica Puclaro ( Embalse Puclaro, IV Región), Central Hidroeléctrca Trueno (Río Trueno, Vilcún, IX región) o Central Hidroeléctrica Dongo (Río Dongo, Chiloe, X Región), entre otras.
Entre organismos y autoridades han presentado ceca de un centenar de observaciones ( SAG ,Sernageomin, DGA, Seremi Salud). Asimismo, se han presentado observaciones ciudadanas cuyo plazo de respuesta de parte de la empresa vence el próximo 20 de diciembre.
“Hace dos meses vinieron a presentar el proyecto y nos negamos (la Unión Comunal y el Consejo Ambiental de Pucón) ; No aceptaremos hasta que no den respuesta a las observaciones presentadas. No queremos que delante de 20 personas tachen eso de la lista y lo den por cumplido; queremos que lo hagan a finales de Noviembre, cuando Pucón esté lleno de guías de rafting y kayakistas”
La Laguna Llancalil, ubicada en el sector de Huife Alto, está rodeada por parque nacional; a un lado elParque Huerquehue y a otro el Parque Nacional Villarrica;
“Si se hace una zanja, se va a interrumpir el corredor biológico; al menos durante el año que dure la construcción las especies no van a poder desplazarse, y después no lo sabemos.
Tampoco sabemos lo que va a pasar con los complejos termales, con las napas.
Al construir diques se interrumpe el tránsito del río de punta a punta; tanto la laguna Llancalil como el río Liucura son paraísos de la pesca de salmón; Hay salmones porque se sienten cómodos yendo río arriba para reproducirse.”
“Si se hace una zanja, se va a interrumpir el corredor biológico; al menos durante el año que dure la construcción las especies no van a poder desplazarse, y después no lo sabemos.
Tampoco sabemos lo que va a pasar con los complejos termales, con las napas.
Al construir diques se interrumpe el tránsito del río de punta a punta; tanto la laguna Llancalil como el río Liucura son paraísos de la pesca de salmón; Hay salmones porque se sienten cómodos yendo río arriba para reproducirse.”
Otros de los proyectos presentados en la zona que ha generado conflicto es el Proyecto Central Hidroeléctrica de Pasada Epril , a cargo de EPA (Energía de la Patagonia y Aysén SA) que “aprovecha las aguas del río Epril y una caída de 400 metros” para generar 20 MW de potencia una considerable bajada de caudal y afectando los derechos de una totalidad de 6 comunidades indígenas en las localidades de Puesco, Caren Alto, Rinconada y Catripulli..
HidroPangui
En la localidad de Curarrehue pretende emplazarse la Central Hidroeléctrica Pangui de la empresa RP El Torrente Eléctrica S.A, un proyecto de de US $ 21 millones que considera la construcción y operación de una “mini central hidroeléctrica de pasada” en el río del mismo nombre y que pretende generar 9 MW.
En abril del pasado año la Comisión de Evaluación de Proyectos de la Región de La Araucanía dio luz verde al proyecto; provocando el enfado de los representantes de la comuna, que lo calificaron como un atentado a los derechos de los vecinos, comunidades mapuche y locales, iniciativas turísticas y medioambiente.
“Para Curarrehue, este proyecto significa pan para hoy y hambre para mañana. Seguiremos todos los pasos que corresponda dar más adelante, mantenemos nuestra postura de rechazo y personas afectadas por Hidropangui”, declaró entonces Angela Muñoz, representante del Consejo Ambiental de Curarrehue.
“Hemos pedido cambios, pero el proyecto va porque la gente que vive aca vendió los derechos de paso”, señala al respecto Fede Medina.
“Falta fiscalización”
Además de las irregularidades que el código de aguas permite al respecto de la especulación con los derechos de aprovechamiento, otra de las falencias es la falta de fiscalización y control en este tipo de proyectos: “Una cosa que estamos pidiendo es que si intervienen un río en la Araucania hagan plan de manejo de cuenca; Yo quiero saber cuáles son las especies ícticas que viven en este rio, la cantidad de reproductores, si la población va a ser afectada, la calidad agua actual, la proyección daños y cómo repararlos; En el caso de que sea navegable quiero saber cómo va a afectar en niveles cuantitativos y cualitativos”.
“Responder a estas cuestiones debería ser obligatorio”, sostiene Fede Medina.
“Responder a estas cuestiones debería ser obligatorio”, sostiene Fede Medina.
No queremos hidroeléctricas en Pucón y Curarrehue
Entre las diversas acciones llevadas a cabo para frenar la situación se ha procedido a la recolección de firmas, en soporte digital y físico para ser entregadas al intendente Huenchumilla en una reunión programada para fines de noviembre: “Queremos pedirle explicación al gobierno de Chile”.
Para sumar su aporte puede firmar acá.
Notas
(1) Observación presente en la revisión del Seremi de Salud de la IX Región.
(2) En las obseraciones a la Declaración de Impacto del SAG, se señala este hecho.
A. Vallés
NOTA AL MARGEN ESCRITA POR ANGELA MUÑOZ
En Curarrehue no se ha comenzado la construcción de la PRIMERA hidroeléctrica presentada en DIA, Hidropangui, la que declaró de "buena fe" que no afectaba a comunidades indígenas. A pesar de el rechazo de vecinos, se aprobó por intendente Molina y seremis, el entubado del 95% del caudal del río por 8 kilómetros. Ahora salieron con la noticia que no usarán las actuales líneas de transmisión eléctrica, si no que se instalarán postes en territorio de comunidades indígenas mapunches. En Trankurra, a 8 km de Curarrehue, en el corazón de los cerros ceremoniales se pretende instalar Hidroañihuerraqui, con una casa de máquinas a 200 metros de el Nguillatuwe y de un Eltún. (cementerio mapunche), afectando directamente a 4 comunidades, provocando profundas divisiones en el territorio, ofertando recursos económicos, dañando el tramado social y utilizando más del 95% del cauce estimado, existiendo irregularidades en actas de permutas de terrenos indígenas. El llamado proyecto EPRIL del artículo se encuentra al INTERIOR DEL PARQUE NACIONAL VILLARRICA, sitio protegido por la convención de Washington, y afectando a todas las comunidades indígenas aledañas al parque, y a todos los vecinos del sector. La empresa EPyASA se desliga del proyecto de transmisión eléctrica, y ese sistema no sólo afectará a comunidades de Curarrehue, también a Pucón y alrededores. Es cómo que los dueños de casa no existiéramos, no importáramos; se planifica que hacer en nuestro territorio sin contar con mayores antecedentes. Los derechos de agua se otorgaron según estimaciones de otros ríos, ya que no existen mediciones efectivas de largo plazo respecto a caudales de ríos en Curarrehue; tampoco estaciones meteorológicas, lo que deja muy cojos estos "estudios". Además no se respeta el supuesto 20% del caudal ecológico que debería ser respetado según la ley, que incluso puede llegar por orden presidencial, a calcularse en un 40% del caudal... pero sin mediciones, sólo sabemos cuánto le otorgaron a los privados. Además, aprendiendo de Hidropanqui, ellos declararon que su mínimo para funcionar es de 250 lt/seg pero tienen un caudal otorgado de 6.500 litros, por lo que lo diseñan con una tubería de 1,5 mt de diámetro, en vez de ser sustentables, son completamente agresivos con la naturaleza de la cabecera de la cuenca, que alimentamos con aguas al resto de la provicia. A su vez, este diseño por el máximo otorgado podría asociarse a una evasión de impuestos, ya que si no ocupan los derechos, deben tributar... pudiendo ser energía limpia, se transforman en extractivas, estranguadores de biodiversidad y una amenaza al tramado social, devaluando los terrenos, expropiando a los vecinos y generando divisiones tan profundas, que incluso han llegado causas a la justicia. A río revuelto...
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