Por Jorge Guzmán - Fuente: http://redppm.blogspot.com/
Con
fecha 14 de noviembre de 2014, el Machi Celestino Córdova interpuso 2 denuncias
ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
La
primera de ellas en virtud de las injusticias, arbitrariedades y discriminación
sufrida durante la tramitación del Juicio Luchsinger, que hoy lo mantiene
condenado injustamente, en el cual fue condenado por los medios de comunicación
antes que por un tribunal, siendo sindicado como terrorista aún sin pruebas en
su contra.
La
segunda denuncia se interpone dando cuenta del trato vejatorio del Estado de
Chile hacia su condición de machi, autoridad espiritual del pueblo mapuche. El
Estado de Chile sólo se ha preocupado de condenar a Celestino Córdova, mas nada
ha dicho sobre la protección de sus derechos como indígena, y como autoridad
ancestral, lo que repercute en que finalmente, lo está matando. El machi
Celestino Córdova necesita imperiosamente acceder a su rewe, para estar en
contacto con sus espíritus ancestrales y cumplir su rol de intermediador
espiritual en su territorio ancestral. Tal es una necesidad tanto para el machi
como para su lof.
Es
importante reiterar que el machi Celestino reafirma la inocencia respecto de los
hechos que lo mantienen encarcelado. Por ello, no sólo asume dignamente la
posición en la que se encuentra, sino que además lucha por encontrar los medios
que tiendan a su liberación y esclarecimiento de los hechos.
Lo
que sucede con el machi Celestino es similar a lo que está pasando en otros
territorios, como el Puelwillimapu: El Estado usa todas sus armas para destruir
a un pueblo en función de intereses económicos de una minoría. En todas partes,
el Estado chileno y las empresas están invisibilizando la cultura del pueblo
mapuche, traspasando sus barreras para obtener fines económicos o
políticos.
Así
como resultó bastante conveniente condenar a la machi Millaray Huichalaf para
que la eventual destrucción de Pilmaiken pase desapercibida, en el caso del
machi Celestino resultó muy útil arrestar a un mapuche en un atentado de notoria
relevancia pública, para apoyar los dichos del gobierno de Piñera en ese
entonces, que buscaba a toda costa estereotipar a los mapuches como terroristas
y violentos, fortaleciendo el apoyo para reprimir a las comunidades.
Celestino
fue la mejor excusa para fortalecer la represión. Si no hubo terrorismo, según
la sentencia definitiva, siendo que todos los personeros de gobierno y medios de
comunicación de masas asumieron desde el principio que Celestino era un
terrorista ¿quién produce el miedo en la población?
Junto
con la interposición de la denuncia, se insta a seguir apoyando al machi
Celestino. La cárcel tiene varios objetivos: uno de ellos es invisibilizar a la
persona hacia el exterior, provocar su olvido. No hay que olvidar que hay una
autoridad ancestral del pueblo mapuche, que está forzada a perder el contacto
con el rewe y sus espíritus, por una condena del Estado en la cual no hay
pruebas suficientes para sustentar siquiera que haya participado de los hechos
que se le imputan. Otro objetivo de la cárcel es aplastar y anular al preso. El
machi Celestino está resistiendo en la cárcel, procurando mantener su condición
de machi, pero la guerra que le hace el Estado y Gendarmería hacen difícil este
proceso, que busca chilenizarlo, convertirlo en un preso más.
Transmito
el llamado del machi además a apoyar a todas las comunidades en resistencia y en
procesos de recuperación de territorio ancestral. La lucha del pueblo mapuche es
dura, es pobre, es difícil, pero es legítima y justa.
http://mapuexpress.org
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