Organizaciones como Elige Veganismo o Animal Libre saltaron estas Fiestas Patrias a varias medialunas en distintas ciudades del país para manifestarse pacíficamente en contra del rodeo. Mientras los animalistas preparan una denuncia por una evidente agresión por parte de los defensores del rodeo, desde la otra vereda dicen que “ninguna de esas personas son de la Federación Nacional del Rodeo. No podemos hacernos cargo”.
La escena es violenta: un grupo de asistentes al rodeo de Arica saltó a la arena de la medialuna y atacó con puños y palos al grupo de manifestantes que mostraban pacíficamente sus pancartas en contra del rodeo.
Detrás de la organización del salto al rodeo en Arica estuvo Nicolás Araya, de la campaña #NoMásRodeo, quien asegura que junto a sus compañeros tuvieron que soportar el golpe de puños, palos y botellas de los que se enfurecieron por la interrupción del espectáculo.
“Desde 2012 han habido hechos muy violentos, han usado electricidad, nos han lanzado bencina y este año fueron armas blancas como cuchillos y corvos.Que saltemos a la medialuna no justifica que seamos violentados así. Hubo un intento de homicidio, tenemos la evidencia y lo vamos a demostrar”, asegura Araya al desconcierto.cl y agrega que está trabajando en una demanda civil en contra de los agresores.
Según él, no se trató sólo de público, sino también de gente ligada a la organización.“Del jurado nos gritaron inmigrantes. Para ellos si uno esta en contra del rodeo no es chileno, de hecho el presidente del Club de huasos dijo que ir en contra del rodeo era ir en contra del himno nacional y la bandera”, añade.
Algo similar vivió Luis Córdova en Quilpué junto a otros activistas de agrupaciones como Elige Veganismo o Animal Libre. Fue la primera vez que se hizo un salto al rodeo en la Quinta región y la recepción fue mala. “Hubo muchos insultos, garabatos, pero por suerte no hubo armas, nos fue mejor que a los niños de Arica. Lo bueno es que cada vez se va sumando más gente”, concluye.
La misma opinión tiene Karen Flores, coordinadora nacional de la organización Animal Libre, que hace cinco años irrumpen en la fiesta de la chilenidad del parque Alberto Hurtado en La Reina.
Este año fueron 30 los activistas que saltaron a la medialuna con lienzos y pancartas en La Reina.
“Cada año hay más gente dispuesta a mostrar su descontento con que el rodeo sea un deporte nacional, eso queda demostrado con la gran cantidad de funas que se llevan a cabo”, dice. Sabe que es casi imposible cambiar la mentalidad de los huasos que practican esta tradición pero apunta a crear debate en los medios: “Nuestro argumento es que no porque esto sea una tradición va a ser correcto, hay muchas tradiciones que atentaban contar el ser humano que se han abolido, por ejemplo”.
“ELIMINIAR EL RODEO, ES DIFÍCIL”: LOS DEFENSORES DE UNA TRADICIÓN
Pero el escenario es difícil para los animalistas. El rodeo está fuertemente arraigado a la cultura del país. Fue en 1827 cuando se reconoció por ley y en 1962 se le otorgó el carácter de deporte nacional tras la constitución de la Federación del Rodeo de Chile.
“Creemos que la mayor cantidad de personas se encuentra en contra del rodeo por desinformación, hay muchos mitos. Tienen todo el derecho a manifestarse y cuando ocurre se intenta resguardar la integridad de esas personas. Estamos absolutamente en contra de cualquier tipo de violencia y agresión contra una persona que se manifiesta”, asegura la encargada de comunicaciones de la federación, María Ignacia Fernández, a eldesconcierto.cl
Explica que el público se “enfurece” y por eso se desencadenan estos eventos de violencia, pero “no nos podemos hacer cargo de las peleas que asuman personas, ninguna de esas personas son de la Federación Nacional de Rodeo”, añade.
Otros defensores añaden que el reclamo es válido, pero que “hay otras formas” de manifestarse. Uno de ellos es el diputado UDI por la Séptima región, Pedro Pablo Álvarez, quien practica el rodeo desde que tiene 15 años.
El parlamentario dice que nunca ha llegado una carta de una organización animalista haciendo un reclamo formal a quienes organizan el rodeo. “Tienen derecho a estar en contra del rodeo, pero hay otras formas. Podrían conversar con nuestros dirigentes para que vean que se está tratando de morigerar el tema del dolor del animal”, dice.
“Se castiga mucho más al jinete por golpearlo y las colchas son mucho más flexibles que antes. De ahí a eliminar el rodeo, es difícil”, sentencia el parlamentario, que se está preparando para participar en la medialuna de Talca la próxima semana. Y, algo inquieto, añade que espera que no le toque una funa.
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