Agustín Edwards y Augusto Pinochet, responsables directos del golpe de estado y las consecutivas masacres. Miles fueron las víctimas y amplio el saqueo del estado chileno.
Uno es Agustín Edwards, el ideólogo del golpe, sujeto que actuó conspirativamente para hacer intervenir al gobierno de Estados Unidos (Nixon) y a la CIA, posesionando una sangrienta dictadura en Chile. Dueño de la cadena de diarios El Mercurio, recibiendo aportes millonarios del gobierno estadounidense, cuyos medios levantaron diversos montajes informativos, con la complicidad en diversas violaciones a los derechos humanos en el País, sin ningún remordimiento, con el mayor autoritarismo patriarcal y de desprecio por la vida. Sus formas conspirativas continúan en el presente y ha sido uno de los activos en el levantamiento de la criminalización y estigmatización al Pueblo Mapuche y las reivindicaciones de su movimiento.
El otro, Augusto Pinochet, “el carnicero”, dejado en el poder por Edwards, la CIA y sectores empresariales hiperideologizados en Chile. Fundador de las bases neoliberales en el País a costa del asesinato de miles de personas, incluidas mujeres embarazadas, niños y adolescentes. Saqueó las arcas y bienes del País para entregárselos a los intereses empresariales golpistas, siendo la cuna de la corrupción en Chile que se proyecta hasta el día de hoy en el duopolio. Desde la dictadura, comenzó el proceso de expansión del extractivismo, el lucro, la sobre explotación de los territorios. Las aguas del País se mercantilizan a fines privados y se inicia un periodo de amplias privatizaciones. El dictador murió con una fortuna que estaría relacionado con el saqueo y favores concedidos a intereses empresariales.
Si bien, no existe unanimidad respecto al número real de víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos en Chile, el informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, conocido como Informe Rettig, determinó en 1991, que 2298 personas habían perdido la vida por motivos políticos en el período 1973 – 1990, de los cuales 168 habían sido producto de violencia política y 2130 producto de violaciones de Derechos Humanos atribuibles a la acción del Estado.
Por su parte, la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Comisión Valech) determinó en 2004 que de 34 690 víctimas de prisión política, 28 459 sufrieron torturas y apremios ilegítimos, de los cuales 1244 tenían menos de 18 años (fueron torturados 176 niños menores de 13 años), 3621 eran mujeres, de las cuales alrededor de 3400 fueron abusadas y violadas por sus captores.
725 era el número de compañías en manos del Estado al momento del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. La mayor parte fue a parar a manos de grupos económicos altamente concentrados que la mayoría surgieron y se consolidaron en los primeros años de la dictadura y al menos se perdieron 2.500 millones de dólares, en cifras de la época, solamente en la transferencia a manos privadas de las 30 empresas más grandes. Estos montos, de acuerdo al porcentaje del PIB, corresponderían hoy a unos 6.000 millones de dólares, según señalaba un informe de diputados que fueron opositores a la dictadura y que recabaron información.
Varias de estas empresas recayeron en amistades cercanas e incluso parientes, como el yerno del dictador, con la empresa Soquimich que significó 261,9 millones de dólares menos que su valor real. Corfo, además, dejó de percibir 184 millones de dólares por la venta de la azucarera estatal Iansa. La generadora de electricidad Endesa representó una pérdida de 895,6 millones de dólares, otra generadora del mismo rubro, Chilgener (hoy Gener) de 171,1 millones de dólares, la distribuidora Chilectra de 96,4 millones de dólares y el Banco de Chile de 66,9 millones de dólares, dicta el informe parlamentario. Asimismo, se enajenaron 15.000 propiedades inmuebles de bienes nacionales, de los cuales 11.000 fueron a parar directamente a manos de privados. “Estamos hablando de cerca de ocho millones de hectáreas que estaban en manos del Estado, cerca de 20% se mantuvo en poder de campesinos, pero el resto fue transferido a otros privados”, explicaba el diputado Carlos Montes sobre este informe.
Por otra parte, más de 600 empresas privadas fueron cerradas durante la dictadura militar tendiente a privilegiar el monopolio sobre ciertas actividades a favor de grupos aliados o también llamados co gobernantes. Cierre de medios de comunicación, empresas de servicio, energía, entre otras. Finalmente, la imposición del modelo neoliberal impuso marcadamente una pirámide, la que post dictadura fue administrada por los gobiernos de la concertación y que arrojó, por ejemplo, que grupos o personas como “Luksic, Angelini, Matte, Paulmann y Piñera, gane lo mismo que un millón de chilenos”, en gran parte a costa de la depredación de industrias extractivas, energéticas o la banca.
A continuación, en el marco del 11 de septiembre en Chile y del golpe de estado hace 42 años, se comparte estos documentales, en alusión a la responsabilidad de estos dos sujetos responsables directos de las masacres cometidas y en seguida, enlaces informativos.
Ver Videos
El Diario de Augustín
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El golpe de estado en Chile
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Interferencia secreta en señal militar durante el Golpe de Estado
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Agustín Edwards Eastman: Una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio / Este extracto de la biografía de Agustín Edwards (Debate, 2014) escrita por el periodista Víctor Herrero relata uno de los episodios más desconocidos de la historia de su familia: cómo heredaron la administración de la Universidad Técnica Federico Santa María y la convirtieron en un instrumento de su holding de empresas. Hasta que en medio la efervescencia política alguien puso el ojo en la casa de estudios y se generó un escándalo que hizo que el dueño de El Mercurio perdiera este conveniente negocio. / Leer Más / http://ciperchile.cl/2014/11/03/agustin-edwards-una-biografia-desclasificada-del-dueno-de-el-mercurio/
http://www.mapuexpress.org/
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