lundi 30 janvier 2012
El trabajo de la FEMAE y el pueblo mapuche: El camino hacia la interculturalidad
Dentro de las Bases para un Acuerdo Social por la Educación se planteó la necesidad del reconocimiento de los derechos educacionales de los pueblos indígenas. La propuesta busca la inclusión, reconocimiento y la acogida material de la diversidad cultural.
Actualmente, el tema ha sido desplazado de la agenda noticiosa. El movimiento social por la educación parece diluirse entre tanta imagen de verano y entre las supuestas acciones terroristas asociadas al pueblo mapuche. Sin embargo, la comunidad, los estudiantes y el pueblo, mantienen los ojos bien abiertos. La educación intercultural es un derecho y la lucha continúa.
Por Andrea Monserratt Cortés Saavedra
Estudiante Periodismo Universidad de Chile
Reconocer los derechos educativos de los pueblos indígenas, trabajar la enseñanza desde la interculturalidad, asegurar el acceso de los estudiantes indígenas, son temas del que el Estado aún no se hace cargo. Sin embargo, la Federación Mapuche de estudiantes (FEMAE) ha logrado posicionar en sus demandas y propuestas la necesidad de que se promueva la diversidad y se propicie la inclusión de los indígenas desde esta mirada intercultural. Aunque aún no está todo resuelto.
La Confech en el petitotio “Bases para un Acuerdo Social por la Educación”- formulado en respuesta a Gane (Gran Acuerdo Nacional para la Educación)- incluyó parte de las demandas de los estudiantes mapuche, peticiones que el mismo CRUCH (Consejo de Rectores de Universidades Chilenas) avaló. El documento, que buscaba emplazar a los actores políticos en demanda de una educación de calidad, pluralista y gratuita, trabajó un ámbito referido a los Derechos Educativos de los Pueblos Originarios, proponiendo “avanzar en un sistema educacional más inclusivo y plural que incorpore los derechos educativos de los pueblos originarios y la interculturalidad en el sistema educativo”. Así es como dentro de los puntos se solicitaba la creación de una Universidad Estatal Intercultural; el aumento en el monto de la Beca Indígena y en la cantidad de beneficiarios; y la Creación e Incorporación a los planes y programas, mallas curriculares y proyectos educativos Institucionales, contenidos educativos indígenas considerando el espacio en el que se desarrollarán en relación a la lengua, historia y cosmovisión de cada uno de ellos.
Actualmente pareciera ser que el movimiento social por la educación se estancó o que ya no tiene los bríos que lo edificaron y mantuvieron tan presente en la contingencia nacional e internacional. Los informativos noticiosos han desplazado sus contenidos a notas veraniegas y los medios impresos absorben toda información que criminalice al pueblo Mapuche. Por eso resulta relevante preguntarse en qué ha quedado la lucha estudiantil y particularmente, la búsqueda del reconocimiento de parte del pueblo Mapuche, en materia de educación.
Para José Ancalao, vocero de la FEMAE, lo que se debe hacer “es efectuar un seguimiento a todos esos compromisos que hay. Creemos que es eso lo que nos queda, porque finalmente el tema de la interculturalidad es el vagón de cola de los petitorios a nivel nacional. Entonces tenemos que ser súper rigurosos con nuestras demandas”.
Los acuerdos que hasta ahora se han suscrito son un aumento en un 10% de la beca indígena, junto con “un compromiso del gobierno respecto del reconocimiento jurídico de los Hogares Mapuches, y lo anterior se suma a las bases de acuerdo que hay respecto a la interculturalidad, tanto en el Senado, como en la Cámara de Diputados para ir avanzando hacia la Universidad Intercultural por ejemplo y a la incorporación dentro del curriculum de planes y programas de la educación intercultural como objetivo fundamental. A eso tenemos que ir haciéndole seguimiento, ir materializándolo en reuniones, para ir viendo cómo como pueblo, más allá de la FEMAE, vamos dándole forma y vamos materializando los acuerdos que hay”, explica Ancalao.
En septiembre del 2011, en Senado aprobó un acuerdo en que se le solicitaba al Presidente de la República el establecimiento de las Universidades Interculturales, lo que implicaría que los programas de formación universitaria y “cátedras que aborden su historia, y la realidad en que estos pueblos se encuentran, incorporando soluciones acorde a sus necesidades, y sus propios saberes, de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169 de la OIT y también en la Ley indígena” Sin embargo, ello dista mucho de lo que se está llevando a cabo en materia indígena.
Para Elisa Locón, académica y Coordinadora del Área de Interculturalidad del Doctorado en Ciencia de la Educación mención Intercultural de la USACH, “este gobierno está conduciendo al retroceso el avance que hemos obtenido en materia de políticas educativas para los pueblos indígenas. La FEMAE hizo su propuesta, conversó con el intendente, con el gobierno y finalmente lo único que la institucionalidad logra captar es el aumento de las becas. El gobierno no se está haciendo cargo de las demandas ni de las peticiones. Incluso, el mismo gobierno sacó del cuarto y el quinto año de enseñanza básica, los objetivos y contenidos que tienen que ver con los derechos de los niños indígenas”.
La lucha desde la comunidad
A la hora de proyectar la propuesta de la educación intercultural, se hace necesario trabajar las ideas a largo plazo, construyendo la educación inclusiva y que atienda al contexto de origen de los estudiantes con toda la comunidad involucrada. Desde el pueblo mapuche y para todos.
José Ancalao plantea que “es difícil que el gobierno pueda tener una mirada intercultural y que la reconozca. El cuerpo de eso se lo tenemos que dar nosotros con la gente de las comunidades y de las organizaciones. No podemos esperar que la institucionalidad quiera darle forma a lo que nosotros queremos”.
Asimismo, Enrique Antileo, antropólogo de la Universidad de Chile y miembro de la organización urbana Meli Wixan Mapu, cree que la FEMAE logró introducir el tema indígena en la agenda nacional, pero que hay una larga lucha porque la interculturalidad se lleve a cabo. “Yo no creo que la propuesta venga del gobierno. Nosotros estamos presionando hoy día y lo que podemos hacer es empezar a construir nuestras propias alternativas de interculturalidad. Mientras tanto hay que construir desde abajo, si no existe la posibilidad de que exista una universidad intercultural”, explica el antropólogo.
Para Loncón, la práctica de la interculturalidad es una necesidad y un comportamiento político ético que el que tiene conciencia llevará a cabo, pero que el gobierno chileno está obligado a cumplir. “El gobierno está obligado a asumir este cambio de planteamiento político ético frente a los indígenas. Obligado porque firmó el Convenio 169 en que se reconoce a los indígenas como pueblo y con derechos políticos. Lo que tiene que hacer el gobierno es nada más implementar esos convenios internacionales. Ellos firmaron, ellos son la contraparte de la solución de los problemas que nos están afectando” enfatiza la académica.
Proyección de la FEMAE
La FEMAE continuará trabajando desde las bases, incluyendo al pueblo mapuche y a los sectores que apoyen la reivindicación política, educacional y territorial. El dirigente Ancalao seguirá con su activa participación política y su constante trabajo con la comunidad mapuche. “En cuanto a la materialidad de las propuestas, desde la FEMAE misma en febrero tenemos un congreso refundacional y eso se tiene que ir sumando al trabajo con las comunidades. Por ejemplo el mismo viaje que realizamos a las comunidades tiene que ver con eso, para seguir dándole forma a lo que es el proyecto de la interculturalidad. Porque no es un tema sólo de los estudiantes sino que es una cuestión de pueblo, y ver cómo lo organizamos entre todos”, explica el vocero.
Antileo también enfatiza en el trabajo que se lleva a cabo en las propias comunidades y que contribuye a edificar la perspectiva intercultural que se quiere implantar. Incluso releva la capacidad del pueblo mapuche de generar su propio trabajo y sus propias alternativas de educación propia. El antropólogo cree “que hay un montón de esfuerzos que no se visibilizan ya que sólo aparece el conflicto. Hay un montón de gente que está trabajando. Se está formando un tejido social que todavía no es visible, pero que es poderoso. Lo que hay que hacer es trabajar en todas las líneas posibles. Hay un montón de trabajo que hay que hacer para superar los racimos estructurales que nos dividen hoy en día y para fortalecer la interculturalidad. Yo creo que la sociedad mapuche tiene una capacidad enorme, con la cantidad de profesionales destacados que se tienen que poner al servicio de su pueblo para colaborar en el trabajo intercultural”.
La perspectiva de Antileo es optimista, porque cree en el pueblo mapuche y sus capacidades. Sin embargo, sabe que el escenario no es tan ventajoso. Para el antropólogo “hay respuestas estructurales del Estado que no están dispuestos a trabajar el tema desde la perspectiva que nosotros queremos, que es una perspectiva intercultural entendida en un sistema de relaciones sociales y económicas distintas a las que hoy tenemos. Nosotros también estamos cuestionando la estructura económica del país. Si eso no cambia no tiene ningún sentido la interculturalidad. Esto implica refundar la estructura social y económica del Estado”.
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