Este viernes la jueza Gloria Hidalgo, del Primer Juzgado Civil de Valdivia, recibió el resultado oficial de la fallida conciliación entre el Consejo de Defensa del Estado y la empresa. El fallo frente a la demanda, se anunció para el mes de julio. Organizaciones anunciaron una marcha en Valdivia para el 22 de junio, en el marco del mes del medio ambiente.
Por Elías Paillan
Fuente: observatorio.cl
Comunidades indígenas y organizaciones sociales de Tralcao esperan expectantes que la justicia condene en primera instancia a la empresa CELCO-ARAUCO por su responsabilidad directa en el desastre ambiental generado en el Santuario de la Naturaleza del Río Cruces el año 2004, a meses de la puesta en funcionamiento de su planta de celulosa en San José de la Mariquina, al norte de Valdivia.
Ello, tras desarrollarse hoy la audiencia prevista por el Primer Juzgado Civil de Valdivia para que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) y la empresa CELCO-ARAUCO notificaran si existía posibilidad de una conciliación, respuesta que fue negativa de parte del Consejo. Lo anterior, en razón que en sesión del 23 de abril recién pasado, el CDE decidió no llegar acuerdo con la empresa mientras no exista una sentencia.
La investigación lleva ya ocho años y ha reunido miles de antecedentes, siendo uno de los más relevantes el de los peritos contratados por el propio tribunal, los que determinaron que la empresa era la responsable de la contaminación que afectó a la flora y fauna del santuario. Uno de estos peritajes concluyó que Arauco debía cancelar una indemnización cercana a los 86 mil millones de pesos. Se espera que el fallo de primera instancia salga en el mes de julio.
Mediante un comunicado público, las organizaciones de Tralcao expresan que “la comunidad ha sido consecuente, trasparente y honesta, y que ante las reiteradas acciones de CELCO para ofrecer proyectos y compensaciones en dinero con el fin de silenciar su responsabilidad, la Comunidad no las ha aceptado”.
La comunidad de Tralcao fue una de las afectadas por la contaminación y sus organizaciones desde fines de 2004 se han movilizado para exigir justicia y reparación al daño causado tanto a sus actividades productivas, como al ecoturismo y plantaciones de cerezas. La comunidad se ha convertido en un símbolo de la resistencia a la intervención de ARAUCO en la región.
Pedro Guerra Huechante, Presidente de la Comunidad Indígena de Tralcao y de Productores de Cerezas de Exportación, señaló que “hoy sabemos que todos los hechos la responsabilidad directa es de Celco”, recalcando que estarán monitoreando y movilizados frente a los hechos que ocurran.
En tanto que Eduardo Agüero Bustamante, secretario de la Junta de Vecinos y coordinador de las Organizaciones Sociales de Tralcao, sostuvo que antes de la llegada de la empresa de Celco, en el Santuario “habían miles de cisnes, pero muchos se murieron y otros lograron salvarse por los riles de este empresa”.
Frente a todo lo acontecido, piden a los tribunales de justicia que en esta causa llevada adelante por el Consejo de Defensa del Estado contra la empresa quede establecida la responsabilidad de CELCO y que se ordene a la empresa reparar todo el daño causado al medio ambiente, a los habitantes de Tralcao, a la comunidad y a otras que habitan el en torno del Santuario, agregaron.
Por su parte, Acción por los Cisnes, cuyos dirigentes concurrieron también al tribunal, destacaron que las comunidades afectadas por el desastre, los armadores fluviales del Río Cruces y los ciudadanos de Valdivia en general, “seguimos atentos y activos para velar porque las decisiones que se tomen representen nuestras aspiraciones de justicia, equidad y custodia de la naturaleza”.
Durante la audiencia distintas organizaciones se mantuvieron a las afueras del tribunal y luego se dirigieron hacia la Plaza de la República, donde las autoridades regionales conmemoraban el aniversario de la CONAF. En el lugar, extendieron un lienzo y repartieron información sobre el desastre ambiental en el Río Cruces.
Finalmente, con el propósito de seguir instando por un fallo que haga justicia frente a los daños a este humedal y las comunidades ribereñas, anunciaron una marcha para el próximo 22 de junio, en el marco del mes del medio ambiente.
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