¿Cómo enfrentar el Cambio Climático y la poca disponibilidad del agua? Dos iniciativas que se están desarrollando en la Comuna de Lonquimay y Curacautín
Por Samuel Cayul
Hasta hace unos años atrás el cambio climático era prácticamente un hecho que sucedía en otros lugares del planeta. La población rural casi no tenía información de las causas y efectos de uno de los problemas ambientales más complejos que existen hoy en el mundo. Sin embargo, el clima fue cambiando en las últimas décadas y las altas temperaturas, las bajas precipitaciones, la elevación de la cota cero han afectado disponibilidad del agua en distintas regiones del país.
Estudios desarrollado por el proyecto EcoAdapt “Aguas para el Desarrollo: Doy kmeleam taiñ ko” en ejecución desde el 2012 en las comunas de Lonquimay y Curacautín a través de Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco y SEPADE, revela que las precipitaciones anuales desde 1974 han disminuido, siendo más notorio en las estaciones de otoño y primavera. En el área de estudio que se ubica entre los paralelos 37° y 40° sur, las precipitaciones se han concentrado en el mes de junio con montos promedio de 250 y 300 mm. Estudio denominado Variabilidad Climática de zonas de Altas Elevaciones, realizado por del Dr., en Ciencias Forestales, Ariel Muñoz.En tanto, la Dirección Meteorológica de Chile, calificó el verano pasado en la novena región con un déficit de lluvia de un 98%, siendo que lo normal para el mes de marzo debiera ser 44 mm y no 1,8 mm como ocurrió en la primera quincena, lo que confirmó uno de los veranos más calurosos y secos de los últimos 50 años. Al respecto Muñoz señala que en Lonquimay, los montos de precipitación en las estaciones de invierno y primavera registraron cambios negativos y significativos entre los periodos de 2001-2012 y 2002-2012 respectivamente, en tanto en Curacautín, hubo un decrecimiento significativo en verano en el periodo 1989-2012, en tanto en otoño se observó un decrecimiento entre 1990-2012 y de 1999-2012 en invierno.
Respecto a las temperaturas, estas presentaron un aumento en los valores mínimos y máximos, siendo más notorio en los valores mínimos a partir del año 1965. De este modo, el aumento de las temperaturas ha sido significativo en las estaciones de otoño, invierno y primavera. En tanto las temperaturas máximas han presentado un notorio incremento en las estaciones de otoño y verano. Respecto a los caudales, estas comunas clasificadas como zonas de altas elevaciones, presentaron un preocupante aumento de sus caudales en estación de invierno, situación que antes se daba en primavera.
“Los factores analizados están indicando claramente que existe una modificación en el comportamiento climático que afecta la disponibilidad del agua, lo cual requiere de estrategias y modificaciones en las políticas públicas con énfasis en la gestión del agua, a través de la adecuación de sus instrumentos y recursos” señala Samuel Cayul, Sociólogo participante del proyecto EcoAdapt. A su vez Claudio Sandoval, Ingeniero Civil contraparte del proyecto señala que “las evidencias son cada vez más críticas, siendo la distribución de agua a través de camiones aljibes a los sectores rurales, un ejemplo claro de ello. De este modo, lo que se busca demostrar es que se puede instalar tecnología de bajo o iniciativas que permitan contar con agua en épocas críticas”.
EcoAdapt: estrategias para el territorio
El proyecto de investigación acción EcoAdapt en conjunto con actores clave del territorio, quienes representan a organizaciones sociales, comités de agua, comunidades indígenas y colonas, instituciones públicas y privadas, han ido identificando a partir de la integración del conocimiento científico con el conocimiento local, acciones que permiten la adaptación al cambio climático en relación al agua. De este modo, a partir de talleres denominado Acción Energizadora y Estrategia de Adaptación realizado en dos encuentros, 04 y 11 de junio del 2014, integrando todo el conocimiento obtenido durante el proceso del proyecto, los actores clave determinaron focalizar una acción piloto denominada “Protección de Vertientes”, que en base a criterios de impacto y sustentabilidad de la acción, además del alcance, relevancia actual y futura, se orienta a generar concientización del valor del agua a través de las vertientes y por lo tanto, destinar recursos para su cierre perimetral y reforestación.
Durante estos meses, se ha avanzado en dos vertientes de importancia local, una en el sector de Mallín del Treile en la comuna de Lonquimay y la segunda en el Sector de Río Blanco en la comuna de Curacautín. Cada una de las vertientes cumple un rol protagónico en el desarrollo local y de bienestar de la población.
En este sentido, además de generar concientización en la población y poder recuperar la vertiente y su entorno, el proyecto también fomenta el trabajo comunitario a partir de la organización de la comunidad para trabajar en el cierre perimetral y la reforestación, así como la autorización de la comunidad para permitir las visitas de instituciones asociadas al proyecto, grupos o comunidades interesadas a visitar y analizar el estado de avance del proyecto en el tiempo. Este proceso va acompañado por capacitaciones a la población beneficiaria respecto al tema de cambio climático, código del agua y beneficios respecto a protección de vertientes.
Pero además de proteger vertientes, EcoAdapt y los actores clave buscan nuevos socios para establecer otra acción piloto que tiene que ver con crear sistemas de Captación de Agua Lluvia para paliar la escasez de agua en ciertas épocas del año. De este modo, EcoAdapt a través de Bosque Modelo se asoció al proyecto desarrollado en la comunidad indígena Quilape López de la comuna de Curacautín para dotar de un sistema a un espacio comunitario que se denomina “guillatuwe” o espacio de rogativa. Además dicho espacio se reforestará con árboles nativos y la iniciativa contribuirá a tener disponibilidad de agua en épocas de sequía, almacenando más de 5 mil litros de agua para facilitar el riego de los árboles.
Bajo esta línea, además se quiere establecer otro sistema en el sector urbano de la comuna de Lonquimay, asociado a la Fundación Laura Vicuña, donde en conjunto con el proyecto y Bosque Modelo se establezca un centro demostrativo de captura de agua lluvia que suministre agua a un invernadero comunitario, siendo además una iniciativa que servirá para enseñar a la población respecto a sistemas de captura de agua lluvia. “Para nosotros es sumamente importante poder contar con socios que estén preocupados por buscar alternativas que enfrenten la sequía en temporadas críticas, y si además podemos ir generando conciencia en la población a través de ejemplos prácticos, creemos que estaremos contribuyendo a valorar más el agua y las alternativas para una mejor gestión del recurso” indicó Alex Jarpa, Director Ejecutivo de Bosque Modelo Araucarias del Alto Malleco.
Finalmente, ambas acciones, tanto de proteger vertientes como generar sistemas de captura de agua lluvia, “buscan instalarse como una acción potente que pueda replicarse en otros espacios, sectores o comunidades, donde la información y la capacitación puedan en paralelo complementar esta forma de trabajo, entendiendo que cualquier infraestructura debe ir acompañada por un proceso de socialización a los beneficiarios, para asegurar su sustentabilidad” señaló Samuel Cayul.
Gen-ko
Desde una visión cultural del pueblo mapuche, el agua tiene determinados elementos que es necesario revalorar. Don Mario Curical, dirigente nacido y criado en la comunidad Mallín del Treile de la comuna de Lonquimay señala lo siguiente, “antiguamente había mucha agua a través de vertientes, arroyos y canales, y nosotros los mapuches aprendimos que en todos los elementos de la naturaleza existe un gen (espíritu o dueño en su traducción al español), donde el gen asociado al agua se denomina gen-ko. El gen-ko puede existir en los ríos, vertientes o donde el agua brota para dar vida. Muchas personas de nuestra cultura han dejado de creer en la cosmovisión, lo que repercute en su relación con el todo, con la naturaleza, y particularmente con el agua. Esta pérdida de espiritualidad genera la desaparición del agua. Esto significa por ejemplo, que el espíritu que habita una vertiente, simplemente se va, y la consecuencia de esa pérdida es la desaparición de la vertiente“.
Don Mario considera la falta de agua como un descuido de las comunidades, ya que anteriormente existían más árboles y montañas, según explica. Sin embargo, con la tala de los bosques se han desprotegido las vertientes y se ha afectado su caudal. Él propone reforestar las vertientes existentes y proteger al gen-ko que habita en esos lugares.
Respecto a EcoAdapt, Don Mario considera que el proyecto ha entregado conocimientos valiosos sobre el agua, “distinto tal vez al conocimiento que nosotros las comunidades tenemos, pero el objetivo es el mismo, el buen uso y gestión del agua. A través del proyecto hemos ido asumiendo responsabilidades para cuidar por ejemplo las vertientes, y no seguir perdiéndolas. Los talleres han servido para mantener el cuidado del agua.”
Don Mario, conocedor del Código de Agua chileno, opina que el proyecto EcoAdapt ha logrado mayor conciencia sobre la poca disponibilidad del agua, además, que en términos de acceso a través de los derechos, este ya no existe a nivel comunal. “El agua de los ríos está comprada en su totalidad por grandes empresas. En este sentido, hemos visto que las políticas públicas no han aportado lo suficiente para revertir esta situación. Indudablemente, esto perjudica las iniciativas de desarrollo que queremos emprender.” Por ello, solicita el apoyo de las entidades públicas para que modifiquen esta situación, la cual fue promovida por el Código del Agua a partir de 1981.
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