El líder guaraní-Kaiowa Nisio Gomes y, al menos, otras dos personas de este pueblo, fueron asesinados ayer en un ataque de pistoleros encapuchados en el estado brasileiro de Mato Grosso do Sul. Los guaraníes mantenían un campamento para reclamar sus tierras ancestrales de las que habían sido expulsados por ganaderos terratenientes.
Por Equipo Otramérica
Los pistoleros rodearon al líder espiritual Nisio Gomes, de 59 años, y ordenaron a su comunidad que se tumbara en el suelo. Según los testigos, recibió disparos en la cabeza, el pecho, los brazos y las piernas. Después se llevaron su cuerpo, tal y como relata Survival Internacional. De hecho, los resistentes en el campamento donde ocurrieron los hechos tratan de recuperar el cadáver para darle sepultura. Igual ocurre con otras dos personas (entre ellos un menor de edad) que también se llevaron los encapuchados.
La Fundación Nacional de Indígenas (FUNAI, por sus siglas en portugués) ha informado que fueron unos 40 encapuchados los que irrumpieron en la hacienda donde está instalado el campamento, ubicada entre las ciudades de Amambai y Ponta Por, y abrieron fuego contra los indígenas.
Se piensa que Gomes era el principal objetivo de este ataque, aunque también han llegado informaciones sin confirmar acerca de niños que podrían haber sido secuestrados y del asesinato de una mujer. El Consejo Guarani Aty Guassu confirma la muerte de la mujer y de un niño de cinco año, aunque la FUNAI aún los da por desaparecidos.
María do Rosario Nunes, ministra de Derechos Humanos de Brasil, ha lamentado el asesinato en "la región con más conflicto entre colonos y hacendados y pueblos indígenas". Aunque la responsable del área ha dicho que el crimen "no puede quedar en la impunidad" esto es, precisamente, lo que ocurre con la mayoría de agresiones a los pueblos indígenas por parte de los terratenientes y sus ejércitos privados.
La víctima era el líder de un grupo de indígenas guaraníes, 60 de los cuales habían regresado a parte de su tierra ancestral, después de que hubieran sido expulsados por terratenientes ganaderos. Miembros de la comunidad, según recoge Survival Internacional, dicen que no es la primera vez que son atacados desde su regreso el pasado 1 de noviembre, y que pistoleros habían rondado su campamento junto al borde de la carretera desde el pasado miércoles.
Un indígena guaraní declaró: “Permaneceremos en el campamento. Todos moriremos aquí. No dejaremos nuestra tierra ancestral”.
En Brasil hay unos 46.000 guaraníes y personas de este pueblo también habitan en los vecinos Paraguay, Argentina y Bolivia.
El asesinato de Nisio Gomes guarda paralelismos con el de Marcos Veron, otro líder guaraní asesinado por trabajadores de un terrateniente brasileño en 2003.
Fuentes internas a Survival declararon hoy: “Parece que los terratenientes no serán felices hasta que hayan erradicado a los guaraníes. Este nivel sostenido de violencia era común en el pasado, y tuvo como resultado la extinción de miles de tribus. Es absolutamente vergonzoso que el Gobierno de Brasil permita que esto siga pasando en la actualidad”.
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