El Ministro VIERA GALLO ha repuesto un siniestro plan de caducación masiva de derechos colectivos de restitución de tierras: ofrecer pensiones asistenciales a cambio de la renuncia a las reclamaciones de tierras.
El ofertón de "jubilaciones anticipadas" e "indemnizaciones" para 20 mil ancianos mapuches esconde un brutal asalto a los derechos colectivos del pueblo mapuche.
"LA SOLUCION FINAL". SUSTITUCION DE TIERRAS POR PENSIONES ASISTENCIALES.
LA PROPUESTA DEL CENTRO EULA DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION
En 2001, junto con el inicio de la "operación paciencia" el Gobierno de Lagos, a través de la CONADI, encargó a la Universidad de Concepción, un "catastro de demanda de tierras" y el análisis de alternativas de "solución" a la "demanda".
La Universidad de Concepción en su informe final presentó una propuesta genocida: comprar a los ancianos de las comunidades - los depositarios de la memoria- ofreciéndoles pensiones asistenciales a cambio de la renuncia a las reclamaciones de tierras.
UN PLAN GENOCIDA Y MISERABLE
Para la Universidad de Concepción y su mandante, el Gobierno, las tierras no son derechos colectivos irrenunciables, ante el cual el estado tiene la obligación de restituir. Nada de eso. Para la Universidad de Concepción y su centro EULA, se trata de una cuestión de "demanda" y de "pobreza".
La delirante y genocida propuesta de la Universidad de Concepción no se llevó a la práctica. El documento quedó en MIDEPLAN, CONADI y fue poco difundido. La aplicación de la Ley antiterrorista y la represión habia logrado amainar las reivindicaciones de tierras.
En paralelo trabajaba la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato, que propuso su propia versión de "solución final": restituir solo las tierras de títulos de merced, eso si, vía expropiación y en plazo de 3 años.
Ambas propuestas buscaban a su modo poner "punto final" a los conflictos de tierras. Y ambas propuestas negaban masivamente los derechos colectivos sobre las tierras ancestrales.
Al final, el Gobierno de Lagos encarpetó los dos informes que quedaron como piezas de museo.
Pero de ambas propuestas la más insólita y fascista, y miserable, sin duda, era la de la Universidad de Concepción. Una propuesta que juega con la pobreza de los ancianos y que de aplicarse tendría devastadores efectos sobre la cohesión interna de las comunidades y de todo el pueblo mapuche.
Demás está decir que la propuesta ideada por el centro EULA de la Universidad de Concepción es una completa burla al Convenio 169 de la OIT y un desconocimiento de todos las normas internacionales de derechos de los pueblos indígenas.
EL RETORNO DEL PLAN GENOCIDA
Ahora cuando irrumpe nuevamente la movilización por las tierras ancestrales, no resulta extraño que el Gobierno busque en las bodegas de MIDEPLAN los informes empolvados.
Y no es extraño que haya optado por revivir la más desvergonzada, fascista y miserable de los planes de "solución final": la sustitución de tierras por pensiones asistenciales.
Y ello en periodo electoral.
Como si el Convenio 169 no estuviese vigente y desconociendo todas las recomendaciones que han planteado los organismos de derechos humanos de Naciones Unidas.
Fascismo y racismo puro y duro.
Y una profunda soberbia.
¿Cree el Gobierno chileno y sus tecnócratas que asi lograrán detener las reclamaciones de tierras? Saben que no.
La apuesta de los tecnocratas es introducir el conflicto al interior de las comunidades y provocar un quiebre generacional. ¿Cómo negarles la posibilidad a los ancianos a que reciban una pensión?
El asunto es que los ancianos y ancianas mapuche, nuestro tesoro más querido, tienen todo el derecho a una vejez digna, y no puede un Gobierno abusar de la pobreza, para pretender que esa dignidad se venda al precio de una pensión asistencial.
Y menos aun puede pretender el Estado canjear una deuda histórica colectiva por asistencialismo individual.
DERECHOS NEGADOS Y NIÑOS Y ANCIANOS BAJO ASEDIO
Si por un lado la policia balea y se ensaña con los niños mapuche, inundando de terror su infancia, CONADI, MIDEPLAN y Viera Gallo planean el asalto a los ancianos, a los chachay y papay de las comunidades.
Pensiones si, para todos los ancianos sin condiciones y sin renuncias a los derechos colectivos.
El pueblo mapuche se enfrenta a momentos decisivos ante un Estado se ha empecinado en negar deudas históricas.
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