Comuneros mapuches recluidos en la prisión de Angol, pertenecientes a la comunidad Autónoma de Temucuicui, en la provincia de Ercilla denunciaron un trato vejatorio por parte de la policía y la Fiscalía.
Los jóvenes mapuches están acusados de participar en el asalto, incendio y tiroteo de un camión y un automóvil ocurridos el pasado 11 de octubre, en Los cargos bajo los cuales esperan ser procesados son asociación ilícita terrorista, homicidio frustrado terrorista, incendio y robo consumado. Dado las condiciones de la ley antiterrorista podrían estar hasta 40 años en prisión.
Fuente: Liberar
Los abogados Pablo Ortega y Franklin Alezthier de la organización de derechos humanos Liberar, se harán cargo de la defensa de los detenidos.
Testimonios de los detenidos
Felipe Huenchullán de 23 años reveló que 50 efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros y de Policía de Investigaciones los agredieron durante la detención “fuimos detenidos en Ercilla (…) nos tiraron al suelo y nos golpearon”. Posteriormente, los trasladaron a Collipulli esposados y sin zapatos. Los zapatos se los sacan, según los detenidos para montar pruebas falsas.
Luego de declarar ante el fiscal Miguel Ángel Velásquez, los inculpados fueron llevados al calabozo. Sin embargo, Huenchullan afirma que fue sacado en la noche por cuatro agentes que le impidieron a golpes ver sus rostros. Lo trasladaron en camioneta a un campo donde lo torturaron hasta la inconsciencia. El ensañamiento se debería, según sus palabras, a que él es el hermano del werken (vocero) de una de las comunidades más perseguidas…
El muchacho que se mostraba notablemente preocupado por la seguridad de su familia, sostiene que uno de sus captores lo amenazó con violar a su mujer y que jamás volvería a ver a su pequeña hija de un año y medio.
En palabras del lonko (líder) de Temucuicui, Victor Queipul las razones de que cinco de sus comuneros se encuentren presos se relacionan con una persecución política por parte del Estado por buscar recuperar sus tierras y preservar la cultura de su pueblo. Su tesis se basa en que los peñis (hermanos) han sido procesados y absueltos innumerables veces y que no conforme con eso, a pesar de que el gobierno había prometido no invocar la Ley Antiterrorista, el peso de la legislación de excepción cayó igualmente sobre su comunidad.
Queipul afirmó “yo creo que si el gobierno cree que con la Ley Antiterrorista vamos a dejar de luchar, esto nos da más fuerza porque esto nos da la posibilidad de difundir nuestras ideas internacionalmente (…) esto no nos va a parar. La lucha sigue, nosotros sólo vamos a parar cuando tengamos nuestro territorio, veamos que nuestra gente esté bien. Que nuestros hijos puedan pensar un futuro mejor. Cuando se recuperó la democracia se decía que a cada persona se le iban a respetar los derechos.
Pero en esta Concertación que nosotros estamos viviendo no se respetan los derechos de los mapuches, ni siquiera de los niños. Los ancianos son baleados. Muy en especial los mapuches que están luchando por recuperar sus tierras le están aplicando esta ley. Ahora los fiscales tienen la facultad de hacer lo que quieren. Pero, yo siempre les digo a los peñis (hermanos), ustedes nunca tienen que bajar la moral, siempre con la frente en alto porque creo que nuestra lucha es justa.”
Los jóvenes que esperan ser procesados rechazaron en un primer momento la defensoría pública porque consideran una burla que el Estado con una mano los inculpa y con las otra los defiende.
Sin embargo, a la llegada del abogado Pablo Ortega, les propuso realizar un trabajo conjunto con la defensoría pública.
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