samedi 9 avril 2011

Comunicado Pastoral Mapuche de Araucanía ante acto de desalojo y falta de respeto en diócesis contra don Florencio Manquilef


Estimados compañeros y compañeras de la caminada pastoral junto al pueblo mapuche, tengo el deber de comunicarles que en el día, miércoles 30 de marzo, don Florencio Manquilef fue desvinculado de su trabajo pastoral en la diócesis de Villarrica.

Lamentamos profundamente, no solo el hecho que se ponga fin a su larga trayectoria, desde por lo menos1992, como miembro activo de la Pastoral Mapuche de Villarrica, sino sobre todo la manera humillante como se realizó. Don Florencio acudía mensualmente a recibir su salario a la administración de la diócesis de Villarrica, pero el día de ayer se hizo presente en la oficina de la pastoral, ubicada en el Santuario de Metrenco, el sr. Borja, empleado de la diócesis, y le entregó el finiquito laboral. Luego le pidió que le entregara las llaves de la oficina. Eso es extraño, ya que es de público conocimiento que don Florencio vive allí durante la semana, desde hace muchos años. De hecho tiene su cama y sus útiles personales en una pieza en el mismo edificio del Santuario. Es por eso, considero que fue un acto de desalojo, falto de respeto y de las mínimas buenas costumbres. Un acto de matonaje.

Don Florencio le solicitó al Sr. Borja poder retirar sus cosas personales otro día, ya que el debía ir a cumplir con un programa de trabajo en Toltén y volvería solo la próxima semana. Don Florencio le comunicó al Sr. Borja que los demás miembros del equipo tenían copias de las llaves.

Lamentablemente eso no fue todo. Tras la salida de don Florencio a su trabajo, el Sr. Borja regresó, y entró a la oficina y cambió la cerradura de la puerta. Se saltó la autoridad del Sr. Marcos Toledo y su familia, que cuidan el Santuario y que viven en la casa a pocos metros y que son los encargados de velar por la seguridad del lugar, ya que hemos sufrido robos. Cerró la oficina con nueva chapa y se llevó las llaves sin notificar a nadie, ni siquiera al párroco de Quepe de quien depende el Santuario y todas sus dependencias.

Cuando hoy en la mañana, 31 de marzo, llegó la secretaria del equipo, la Sra. Miriam Suazo, no pudo entrar porque se había cambiado la cerradura. considero que es una falta de respeto y un acto de matonaje lo que se le ha hecho a nuestro oficina de pastoral, considerando que:

1. Allí ha funcionado regularmente la Comisión Nacional de Pastoral Indígena Zona Sur, de la cual yo soy el Coordinador, desde los tiempos que la presidía el Obispo Sixto. Actualmente la preside don Camilo y fui confirmado por él en el cargo. Nadie se comunicó conmigo para informar de la decisión de desalojar a don Florencio ni de cambiar la cerradura, siendo de público conocimiento que yo trabajo en esa oficina.

2. Allí se reúnen los representantes de las diócesis del sur, cuyo representante era formalmente don Florencio Manquilef, como coordinador de la Comisión Diocesana de Villarrica. Nunca se le comunicó que cesaba en el cargo, sino hasta el momento en que se vino a exigir la entrega de las llaves de la oficina y a que firmara el finiquito. El nuevo encargado de pastoral mapuche no se hizo presente ni informó al equipo de cambios.

2. Se guardan en esa oficina los archivos de la Comisión Nacional de Pastoral Indigena Zona Sur.

3. Es la sede de la Articulación Ecuménica Latino Americana de Pastoral Indigena (AELAPI), que se reúne desde 1993 y ha mantenido sus archivos en esa oficina.

4. Esta oficina fue solicitada a la parroquia de Quepe, la que está bajo la administración de la Congregación del Verbo Divino, y que el párroco no fue consultado al respecto.

5. Don Florencio Manquilef, es una autoridad tradicional del pueblo mapuche, un sabio y líder religioso, reconocido por muchas comunidades y en organizaciones nacionales e internacionales. Creemos que merece un trato más respetuoso, especialmente de la diócesis de Villarrica, donde a trabajado por más de 20 años. Somos muchos los agentes pastorales que hemos aprendido y caminado junto a don Florencio. Le pedimos disculpas por el trato que ha recibido y que sepa que no estamos de acuerdo y que consideramos que se han vulnerado principios fundamentales de nuestra fe en Jesucristo, según hemos aprendido en la caminata de nuestra Iglesia en este continente, a la luz de la voz de nuestros pastores, expresada en el Vaticano II, Medellín, Puebla, Sto. Domingo y Aparecida.

Es lo que les puedo informar por ahora.

Confiados en que a través de estas humillaciones, estamos más cerca del Jesús, Señor y Maestro, que fue maltratado por ponerse al lado de los más pobres.

Fernando Díaz svd

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