Por Alfonso Ossandón Antiquera
Si bien no es regla general, pero ya hay dos excelencias que destacan en esta lógica de correr por un mejor empleo y dejar botadas las causas por “asociación ilícita”, casi como arrancando de ellas cuando la cosa se pone fea, acción que en un mundo sin ética ni moral, efectivamente es legitima - dirá un apocalíptico sin escrúpulos. Pero simplemente estamos frente a un acto de quitarse la mascara, estas excelencias sin desparpajo se han ido de la Fiscalía al Gobierno de Piñera. Sí, efectivamente me refiero al Fiscal Peña, pero también en el caso del paladín de la justicia de Los Vilos, al ex Fiscal Felipe Ravanal Kalergis, el mismo de la causa de asociación ilícita en el maqueteado de prensa “El Frente Caimanes”. En este caso, que según expertos en DDHH no es mas que la criminalización de la protesta social por parte de la empresa Minera los Pelambres, los comuneros y sus abogados han sido formalizados por su lucha ambiental contra el coloso cuprífero empresarial de la familia Luksic. De ese escenario Ravanal Kalergis ocupa hoy nada menos que la “jefatura de Proyectos Antidelictivos del Programa de Seguridad y Participación Ciudadana” del Ministerio de Interior, la que en jerga popular ya se llama el “fono Sapo”, por la línea telefónica de denuncia sin identificación que propicia la delación a diestra y siniestra.
En otras palabras, Ravanal es la avanzada del Fiscal Peña en la coaptación, por parte del Gobierno de Piñera, de estos elementos, que dicho sea de paso, ya tienen gran parte de la pega hecha.
Pero siguiendo la reflexión concensuada entre pares, el sentido común nos señala que es impresentable no dar la cara ante el Juez, por lo menos debemos reconocer que es grotesco. Digno de un manual o guión de espías y ladrones es lo que esta sucediendo en Chile con esta versión de “La Oficina 2.0”, sobretodo cuando hay inocentes en las cárceles, familias con niños vigiladas, hasta extranjeros en listas negras. Da para todo, hasta para pagos a testigos sin rostros, según recientes denuncias hechas por un grupo de representantes de la Cámara de Diputados. Pero lo que más se debe de destacar es hacia donde apunta esta arremetida de contrataciones de "excelencias", las cuales, a juicio de un sin numero de abogados, políticos y dirigentes sociales, tienen como único rol el reprimir a los movimientos sociales en ciernes.
Por estos días en Chile se violenta el estado de derecho a muchos ciudadanos concientes del rol histórico que les ha tocado vivir: el de rehacer un tejido social desecho a punta de metralleta por la dictadura y posteriormente con la cínica cara humana de la Concertación y hoy con el rostro de la derecha social de Piñera.
Hay que poner cuidado en un detalle y no dar paso a la vacuidad; la experiencia formativa de muchos de los fiscales en ejercicio en Chile han recibido instrucciones y becas del departamento de Estado Norteamericano. Este dato emérita poner especial "ojo" en las piezas de engranaje, pero la lista es larga.
Del ex fiscal Peña y sus pequeñeces, ya se habla demasiado y su caso seguirá ocupando portadas; mas de otros ex fiscales, como es el caso de Ravanal, el cual ahora en este rol de jefe quizás destaque más. Pero, téngase presente, archívese y publíquese que ya dejó botada la pega una vez.
Fotos gentileza de www.lacomuna.cl
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