Las crecidas del Rio Atrato tienen alarmados a los habitantes de Bajo Atrato y sus alrededores, ya que han resultado inundadas comunidades afrodesendientes e indígenas del lugar, esto no solo produce daños agrícolas, sino también se han llevado la vida de 22 niños de la comunidad local. Los habitantes de Atrato piden ayuda urgente y denuncian abandono de las autoridades de gobierno.
Desde 2007 que las inundaciones han afectado gravemente a Bajo Atraro, ya que año a año se tienen que lamentar la pérdida de vidas humanas, daños económicos y un deterioro progresivo de las condiciones de vida de las comunidades, las que ven como su pobreza se acrecienta con cada crecida del Rio. Además de las vidas que se ha llevado el río, día a día mueren niños producto de enfermedades como fiebre, diarrea y desnutrición, ya que las condiciones sanitarias son pésimas, sumado al abandono de los servicios de salud.
En un comunicado emitido el jueves pasado, diversas organizaciones de Bajo Atraro, piden de forma urgente ayuda para este territorio, ya que las mesas de trabajo al que han asistido no se han obtenido resultados por la incapacidad resolutiva de estas instancias. Piden que se conforme una mesa en la cual se puedan tomar decisiones que den soluciones definitivas a este problema que lleva varios años afectándolos.
Hace un par de años investigadores de la Universidad Nacional de Colombia y del Centro de Estudios para la Prevención de Desastres, vienen mencionando que las inundaciones en Colombia no deben ser abordadas como un desastre natural, ya que aquí se manifiestan condiciones de vulnerabilidad social no naturales, lo que hace que aumenten las posibilidades del riesgo, alterando los patrones de vida y normalidad, como la pérdida de vidas, la destrucción de construcciones y bienes de una comunidad. Omar Agudelo, Director Centro de Estudios para la Prevención de Desastres, y Carlos Suárez Profesor Asociado Facultad de Medicina, Investigador Ceprevé, mencionan que el estado colombiano debe hacerse parte con política que contemple la gestión del riesgo, la inversión en desarrollo y la prevención de estos desastres.
Integrantes de las comunidades aledañas a Atraro se encuentran movilizados en Bogota a la espera de soluciones por parte del gobierno central, entre ellos están los representantes de organizaciones como los municipios de Bojayá, (Chocó) Vigía del Fuerte, Murindó, Unguia, Carmen del Darien, Riosucio, Acandí, y Turbo, Consejos Comunitarios de la Larga y Tumaradó, Salaquí, Truandó, Cacarica, Jagual, Jiguamandó, Curvaradó, Quiparadó, Comunidad de Pichindé, Peñas Blancas, cuyas acciones de exigibilidad han sido respaldadas por las Juntas de Acción Comunal, la ONIC, Organizaciones Sociales, CAMIZBA, la Iglesia a través de Pastoral Social y Parroquias como Nuestra Señora del Carmen de Riosucio.
Stefanie Pacheco Pailahual
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