Con el paso del tiempo, las estrategias del Estado chileno para detener el movimiento mapuche, van cambiando y haciéndose más complejas. Últimamente ha cobrado notoriedad que se incentiven conflictos y peleas al interior de las comunidades.
Por País Mapuche
En ese marco, la Comunidad Cacique José Guiñón ha debido enfrentar la presencia de un testigo protegido asentado por los agentes de inteligencia chilenos en medio del territorio de la comunidad. Este hombre identificado como LUIS FEDERICO LICÁN MONTOYA fue el testigo sin rostro usado para encarcelar por casi 10 años a varios comuneros de la zona por el caso Poluco Pidenco.
Este sujeto apareció hace un tiempo en televisión reclamando porque recibía un sueldo menor al que recibían otros testigos protegidos, quienes llegaban a recibir hasta medio millón de pesos mensuales, por ya 10 años, según sus propias palabras. Esta denuncia, en ese momento comprobó al extremo que son capaces de llegar los agentes de inteligencia, fiscales y policías a la hora de fabricar artimañas para encarcelar a comuneros.
Después de ese “reclamo” público, este testigo fue trasladado desde la zona de Ercilla. Sin embargo, hace poco fue devuelto a la zona e instalado en una casa que cuenta con cerco eléctrico y protección de Carabineros las 24 horas del día, sirviendo como una base más de las fuerzas policiales militarizadas, que de vez en cuando les da por disparar a diestra y siniestra, o salir en sus vehículos con las armas por las ventanas entre los caminos vecinales.
Incluso, se ha visto a este hombre con una escolta personal que no lo abandona ni de día ni de noche.
De esta forma es como los agentes del Estado buscan provocar a los comuneros, generándose enfrentamientos aislados, cuando las familias ya cansadas de esto levantan barricadas para detener el avance de las caravanas de uniformados armados y se defienden de la violencia que llega hasta la puerta de sus casas.
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