Fuente: País Mapuche
Conocida ha sido lo sufrido por la machi Adriana Lonkomilla, quien se vio seriamente afectada en su salud producto de las agresiones. También está el caso de Luis Marileo, quien siendo menor de edad ya enfrentaba la prisión chilena y continúa a la espera de juicio político.
También se supo de la presencia de un testigo protegido, cuya casa sirvió de una base policial más, desde donde se atacaba a las viviendas de la comunidad. Eso sí, las familias han ejercido su legítimo derecho a defensa.
Pero todo este ensañamiento tiene su origen en la lucha que ha desarrollado la Comunidad Cacique José Guiñón por la restitución del territorio mapuche y sus derechos políticos sobre él. Son más de 2.300 hectáreas las que reclama actualmente la comunidad, hoy en manos de numerosos particulares y forestales.
El no aceptar las migajas del gobierno chileno, la recuperación del territorio ancestral – más allá de lo que digan los papeles – la soberanía mapuche sobre él y en definitiva, la reconstrucción de una nación mapuche independiente, es lo que genera el temor en el Estado chileno y los empresarios que invaden Wallmapu.
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