José Huenuche en
Lebu, condenado mapuche sin evidencias es violentado nuevamente y le quitan sus
beneficios carcelarios por no aceptar que le saquen sangre para examen de ADN.
Se trata de “marcarlo” como criminal.
Nada de esto es legal ni demuestra culpa alguna. Es simple abuso que el gobierno
permite y el Estado lleva a cabo porque la ley pinochetista aún lo permite.
Por Dr. Jose Venturelli
Fuente: derechoshumanosyjusticiaparatodos.blogspot.com
La persecución en Chile contra los opositores del sistema político y del establecimiento del poder es historia larga. En las últimas casi cuatro décadas ha sido la norma. Hubo tiempos en que los perseguidos eran amarrados y tirados al mar, al frente de Valparaíso. Chile tiene muchas historias de masacres que pasaron impunes. La Pacificación de la Araucanía fue una guerra de exterminio: ni más ni menos y el “héroe que la comandaba”, Cornelio Saavedra, era un criminal nunca juzgado, excepto por la historia. La tecnología es usada a cada momento que pueden y, al hacerlo, se pretende que está bien “porque se hace en el mundo”. No especifican de que es en el mundo represivo y que les ha sido enseñado por los grandes maestros entrenadores de torturadores, dictadores y represores... La School of the Américas (SOA) lo ha hecho desde 1946... con mucho éxito para cumplir sus objetivos. Tanto es así que ahora que la SOA cambió de nombre y se esconde porque el mundo los denuncia, han iniciado “escuelas satélites” en lugares como Con-Con (Chile) y en Perú y en todos los lados donde imponen sus criterios.
Esto lo han aplicado al pueblo Mapuche, perseguido con saña por quienes se creen superiores y dueños de las tierras del despojo criminal que este pueblo ha sufrido a manos, del español primero, pero sobretodo, por los “independientes chilenos”. Estos nuevos gobernantes, que nada hicieron por generar libertad y justicia al momento del traspaso de poder en 1810... -cuando nos hicieron creer de que se alcanzaba una independencia para todos los sojuzgados por la Colonia- han seguido abusando bajo un supuesto “país de derecho, libertario, etc”. Ellos continúan actuando con un sentido de superioridad (racista, por cierto!) y atropellan al mapuche.
Los test de ADN y la represión: Sacarle muestras de sangre para hacerle test de ADN (ácido desoxirribonucleico, que posee las características biológicas de los seres vivos: en plantas, insectos y humanos). Pero han leído sin saber hacerlo, creen que el “ADN puede ayudarles a ellos”, a los supuestos dueños del país, a demostrar, como evidencia reproducible, precisa, irrefutable, de que así pueden perseguir a familias enteras. A todo un pueblo y lo hacen con poblaciones indígenas (con la ley usada de una Constitución pinochetista). Pretenden saberlo todo y los jefes de los diversos sectores del poder, parte de la represión contra el mapuche, aseguran que reprimen con ciencia, contra el terrorismo y los criminales políticos. Pero... no hay ninguna evidencia de que ese ADN pueda servir de esa forma. Ni que los presos políticos sean lo que se les imputa.
A los presos políticos, ya en el 2008, les venían exigiendo las muestras de sangre para el ADN. Pedidas por ignorantes que querían “otro juguetito” seudo-científico, justificador de su prepotencia. Los presos mapuche, claros de que es su derecho aceptar o no cualquier manejo con su cuerpo y sus exámenes, lo rechazaban. Se les torturó para hacerlo (lo supe por haberlos examinado y entrevistado a repetición) y tuvieron que hacer hasta huelgas de hambre para impedirlo. (A los presos del vergonzoso “caso bombas”, que estos días demuestran la incapacidad de hacer Justicia de Chile, efectivamente los torturaron para sacarles las muestras de sangre... que no les sirven para nada... salvo para humillarlos en el proceso). Un ministro del interior y un fiscal fundamentalista, ambiciosos ambos, nada les importó salvo acusar a quien le desobedezca, no les guste... y, por ello, castigarlos con furia inhumana.
A José Huenuche, uno de los cuatro condenados de Cañete (y confirmados por la Corte Suprema como los delincuentes contra los que no pudieron mostrar una sola evidencia de que fueran culpables de nada y contra los que usaran testigos falsos y testimonios sacados bajo tortura) le han ahora quitado los beneficios carcelarios a los que, como cualquier preso, tiene derecho. La razón es porque ha rechazado que le tomen muestras de ADN. Gendarmería ahora, porque sí, por puro autoritarismo, le quitan dichos beneficios.
Huenuche, como los otros presos mapuche, lleva la mitad de su condena porque empezó a cumplir antes de ser sentenciado, en forma “preventiva” gracias a la aplicación de la Ley Anti-Terrorista que fue la base de su juicio. Por eso tiene derecho a beneficios que implican, entre otros, poder reunirse con su familia. Sin evidencia, la mentalidad castigadora, violentista del Estado es ejercida en forma impune y, nuevamente, sin pruebas ni derecho.
Los mapuche han hecho huelgas de hambre por sus derechos y han tenido una respuesta de apoyo nacional por la dignidad demostrada. Dignidad contagiosa y que ha llevado a que todo Chile entienda hoy la urgencia de luchar por los derechos fundamentales. Estas luchas no terminará nunca: la libertad y la justicia son contagiosas… Ver también: http://www.mapuexpress.net/?act=news&id=8594
¿Que necesita el parlamento, el ejecutivo, el Poder Judicial y los organismos-represivos porque sí (a ellos se les antoja reprimir y punto: cuentan con la impunidad de un sistema inmoral...) para parar toda esta infamia represiva?. Esta aplicación mecánica del trato como enemigos de la patria es inmoral. Se basa en el patrioterismo más demencial y burdo que nos ha plagado por toda la historia, para hacernos creer ser mejores que los más débiles y, supuestamente, derrotados.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire