“Con el RAE se pasa a ser
empleado del armador y este puede vender su extracción a cualquiera sin importar
las tripulaciones y la ganancia que debieran recibir. El gobierno nos quiere
eliminar y quiere que los pescadores artesanales desaparezcan”
Por Equipo Revista Marejada
El Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), dependiente del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, define al Régimen Artesanal de Extracción (RAE) como una medida de administración pesquera adicional a las que la autoridad puede establecer de acuerdo a los artículos 3º, 4º y 47º de la Ley General de Pesca y Acuicultura.
Este régimen se establece por decreto y se aplica a pesquerías que tengan su acceso suspendido. Consiste en la distribución de la fracción artesanal de la cuota global de captura de una determinada Región, ya sea por área, tamaño de las embarcaciones, caleta, organización de pescadores artesanales o individualmente. Su principal impulsor fue el ex – subsecretario de pesca Felipe Sandoval, quien ejerció el cargo durante el gobierno de Ricardo Lagos.
Cuestionado por pescadores
El RAE fija cuotas de pesca a 15 años y hasta ahora, los pescadores artesanales lo cuestionan en todo el país. El Sindicato de Pescadores de Queule es enfático en su crítica y pide derechamente que no se aplique el sistema en la Región de La Araucanía, porque, consideran, favorece al sector industrial.
A pesar que el gobierno ha dado una visión muy positiva a esta medida argumentando que asegura una mejor distribución y manejo de los recursos marinos, las organizaciones de pescadores artesanales del país alertan sobre los impactos negativos de este sistema. Los sindicatos sostienen que el RAE es una forma de entregarle los derechos pesqueros a los dueños de las embarcaciones, es decir a los armadores, excluyendo a los pescadores y trayendo consigo nefastas consecuencias para la labor de la pesca artesanal.
Para Cosme Caracciolo, dirigente nacional de la pesca artesanal y ex dirigente de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (CONAPACH), “(El RAE) “lo que hace es dejar los derechos de pesca en manos de algunos armadores y artesanales que llegaron hace poco tiempo a la industria”
A su juicio, “el RAE les consagra los derechos de pesca a los armadores, excluyendo a los pescadores artesanales. (…) Se aplica a los artesanales el mismo modelo de derechos que tiene la industria pero, en este caso, a los armadores que no han salido a la mar: Aquí hay una violación flagrante a la actual normativa”.
En tanto, Patricio Olivares, presidente del Sindicato de Pescadores de Queule comparte esta visión y sostiene que el RAE busca la concentración de los recursos, lo que choca contra los derechos de los pescadores. “No compartimos esa situación pues creemos que si existe un régimen como este, debe ser para todos los que hacen el esfuerzo. No solamente que el pescado quede en manos de los armadores: También tienen que tener derechos los pescadores y las organizaciones”, afirma Olivares.
A juicio del dirigente queulino, las formas tradicionales de relación entre pescadores han sido las más afectadas, puesto que “se pasa de ser el compañero de la lancha a la lógica vertical del patrón y empleado en las embarcaciones”.
Añade que, “en el caso de la caleta Queule, si se implementa el RAE no hay ninguna posibilidad de desarrollo, porque quedan porcentajes establecidos por 15 a 20 años y tampoco esto permitiría que nuevos actores entren en la pesquería”, explica.
Modelo industrial
A su vez, Cosme Caracciolo complementa que los pescadores funcionan en base al derecho colectivo, elemento base de su cultura: “Cuando llegamos a tierra nos repartimos en partes iguales dejando un porcentaje para la embarcación. En cambio el modelo del RAE reproduce la forma tradicional que tienen las industrias”, agregó Caracciolo.
Ambos dirigentes coinciden en que el aspecto cultural de los pescadores artesanales debería crecer y desarrollarse, ya que el trabajo en conjunto es una de las bases de la actividad
económica que han tenido por siempre. “Pero el RAE es una medida muy parecida a los límites máximos de captura para el armador que tiene la industria, los industriales se están asegurando y manejando todas las pesquerías que quedan en Chile”, opina Cosme Caracciolo y, además, advierte que no se puede aplicar esa forma a un pescador artesanal que está trabajando dentro de las 5 millas y pescando sardinas.
“Con el RAE se pasa a ser empleado del armador y este puede vender su extracción a cualquiera sin importar las tripulaciones y la ganancia que debieran recibir. El gobierno nos quiere eliminar y quiere que los pescadores artesanales desaparezcan”, afirma Olivares.
Nuevos modelos productivos
Otro de los puntos que, a juicio de los dirigentes, es central es la generación de nuevos modelos productivos. Esto mejoraría muchas condiciones básicas. “Un mejor nivel de los ingresos del pescador artesa nal, creando nuevas instancias de negocio y que también haya una política de estado con respecto a los recursos marinos, permitiendo bajar más recursos para la investigación en todos los ámbitos pesqueros, de mercados y productos”, sostiene Patricio Olivares.Y agrega: “Además, se podrían aterrizar los precios pues, por lo general, los recursos del mar no están al alcance de la mayoría. Si ahora podemos comprar un kilo de pescado a 2500 pesos, y si lo vas a filetear va a costar el doble; la gente prefiere comprarse un kilo de pollo que les cuesta 1500 pesos”.
Todo este trabajo debiera estar acompañando por investigación seria, de modo tal que cuando los científicos alerten peligros para la extracción “se detengan las faenas de pesca y haya rotación para extraer. El paso más importante tiene que ser el mercado nacional donde nuestra gente tenga acceso a consumir los productos del mar”, declara Olivares.
Otra opinión
Gino Bavestrello, presidente de la Federación de Pescadores Artesanales de Corral (FEPACOR), en la Región de Los Ríos, coincide en que el RAE es una medida que si es mejorada, podría servir. Sin embargo (El RAE) “no contempla la sustentabilidad de los recursos porque no brinda buenas oportunidades para los manejos de este”, asegura el representante de la FEPACOR. Según Bavestrello, en el actual RAE no se ve una política clara de conservación de los peces. “Este régimen entrega cuotas de captura a los armadores pero no entrega herramientas ni planes de manejo para administrar adecuadamente los recursos. Esto debería mejorar escuchando a las bases que son los propios pescadores artesanales”, finaliza.
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