Una nueva piscicultura intenta instalar la industria salmonera en el cauce del Río Bueno, una zona cuya ciudadanía y autoridades han decidido proyectar el desarrollo en base al turismo y las actividades tradicionales. Los centros de crianza de alevines son claves para abastecer a las empresas que los engordan y luego los exportan desde Chiloé, Aysén y Magallanes, y ahora miran a la Región de Los Ríos como su zona de expansión geográfica.
Por Patricio Melillanca – Fuente: radiodelmar.cl
En su búsqueda por lugares prístinos para continuar aumentando sus producciones, la industria del salmón ha comenzado una frontal campaña para imponer sus pisciculturas, granjas donde se genera la primera etapa de estos animales carnívoros, en los ríos de la cuenca del Lago Ranco, una zona en que sus habitantes de las comunas de Futrono, Ranco, Río Bueno y La Unión, han decidido orientar su desarrollo hacia el turismo y la economía tradicional vinculada a la agricultura.
Es por esto que la imposición de estos centros salmoneros han generado la movilización ciudadana y el rechazo a esta contaminante y multimillonaria industria que sin el consentimiento de la ciudadanía local, sin respetar los planes de desarrollo consensuados por la comunidad y sin acogerse al mandato internacional de los derechos de los pueblos originarios y desarrollar la consulta a las comunidades indígenas que obliga el Convenio 169 de la OIT, continúan sus intentos por criar estas especies exóticas en ríos y lagos del sur de Chile.
Es por esto que este viernes 7 de febrero los ciudadanos organizados de Río Bueno y La Unión realizaron una multitudinaria caravana desde la carretera Panamericana hasta estas comunas para criticar que funcionarios estatales hayan aprobado un permiso ambiental para la instalación de la piscicultura Río Bueno en el fundo Los Chilcos de propiedad de la empresa Eco Salmón.
La compañía salmonera que intenta imponerse en la ribera del Río Bueno corresponde una inversión de 4.500 millones de dólares para instalar “un centro de cultivo de especies salmonídeas desde el estado de incubación de ova ojo hasta el estado de esmoltificación y al manejo de reproductores los que podrán ser mantenidos y desovados, para una producción máxima proyectada de 1.400 toneladas anuales de biomasa”, afirma la declaración de impacto ambiental aprobada el 27 de enero de 2014 por el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Los Ríos.
En tanto “la captación de las aguas para la piscicultura se hará de dos formas: la primera, mediante la bocatoma lateral que contempla 5 compuertas de regulación y la segunda mediante una captación de fondo que se regulará mediante dos compuertas que operarán en época estival cuando el nivel del río Bueno disminuya y la captación lateral se haga insuficiente”.
Precisamente esta situación de captar aguas del río y luego devolverlas es una de las preocupaciones de la comunidad de La Unión y sus alrededores, pues río abajo de la piscicultura existen pozos de captación de agua potable rural, también habitan varias comunidades campesinas y mapuche que cultivan hortalizas y utilizan agua del río para el riego, y más abajo, en las cercanías de la localidad de Trumao, existe un gran humedal que da vida a numerosas actividades microeconómicas de turismo y extracción de elementos para artesanía, aparte de toda la biodiversidad que mantiene este caudal.
Oposición ciudadana a salmoneras en Los Rios
Frente a esta piscicultura y otras de este mismo tipo tanto en aguas del Rio Bueno como en Lago Ranco, la comunidad ha comenzado a organizarse y a rechazar esta industria contaminante. La crítica a estas empresas incluso la encabeza la alcaldesa de La Unión que en repetidas ocasiones, junto a su Consejo Comunal, han mostrado públicamente su oposición a la instalación de las salmoneras en la provincia.
María Angélica Astudillo, jefa comunal de La Unión declaró su inconformidad y oposición a la instalación de dicho proyecto en la comuna, manifestando que el municipio “lamenta la decisión de la Comisión, toda vez que este Municipio presentó sus argumentos que evidencian la incompatibilidad de este proyecto con el desarrollo cultural, social y turístico del sector, considerando el Plan de Desarrollo Comunal donde se establece que el río Bueno es un atractivo turístico compatible con la Estrategia de Desarrollo y la PolíticaRegional de Turismo”.
Por otra parte, afirmó, que, la entidad municipal, “se opone enérgicamente a toda clase de proyectos que dañen nuestro patrimonio natural, como el río Bueno y el lago Ranco, sean estos pisciculturas, centrales hidroeléctricas, o cualquier otra fuente contaminante que atente contra la biodiversidad, nuestras aguas y la calidad de vida de los habitantes de La Unión”
En tanto desde la Cámara de Turismo de La Unión que agrupa desde micro a medianos empresarios en áreas de gastronomía, artesanía, hospedaje, transportes y viaje, entre otros, también miran con desconfianza los intentos de imponer pisciculturas salmoneras en las riberas del Rio Bueno. Iván Ríos, de la Cámara de Turismo, afirma que no han tenido información por parte de las empresas salmoneras y temen que el caudal del Bueno se vea afectado y dañe la imagen de la actividad turística de la comuna.
Hay que tomar los resguardos ya que la actividad de turismo “se ve amenazada por este tipo de cultivos industriales por el riesgo de contaminación”.
Es necesario que se regule este tipo de cultivos que siempre van a tener el riesgo de dañar el rio, afirmó el representante de los operarios de turismo. Agregó que “No nos olvidemos que aguas abajo existe un humedal y se corre el riesgo de contaminar el humedal, que es un reservorio único y se puede ver dañado porque el equilibrio es muy frágil en estos humedales”.
Consultado el dirigente acerca de si las personas que están decidiendo acerca de estas pisciculturas han tomado la opinión de la Cámara de Turismo, respondió que no: “nadie se ha acercado para hablar con nosotros, a que nos cuenten o nos hagan una exposición pública acerca de cuáles son los resguardos, cuáles son los protocolos para este tipo de cultivos. Si estos cultivos no se autorizan en Noruega en aguas dulces, porqué tendrían que autorizarse acá•, afirmó.
El dirigente de la Cámara de Turismo demandó que “se tome el parecer de la ciudadanía y no sea una imposición unilateral de este tipo de actividades ya que es necesario conocer cuál es el riesgo si se rompe una balsa jaula o un estanque, qué pasa con los peces si los filtros no funcionan o eventualmente se echan a perder”.
Iván Ríos advirtió que “ya ha habido demandas para que las pisciculturas instalen varios filtros, pero cuando se les ha fiscalizado no los han tenido, entonces esos son los riesgos. Sabemos muchos que en los Estudios de Impacto Ambiental el papel lo acepta todo, pero en la práctica, como no hay una capacidad fiscalizadora muy importante en la Región, a veces se pasan por alto estas cosas
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