Red de Mujeres de Valdivia manifiesta su más profunda decepción y dolor ante la decisión de la Corema de la Región de Los Ríos de aprobar la construcción del ducto de Celco al mar en la Bahía de Maiquillahue.
Decepción, porque una vez más algunas (once) de nuestras autoridades, han renunciando a su reponsabilidad de velar por el bienestar de todos los ciudadanos y todas las ciudadanas de este territorio, optando por aquellos que sólo buscan lucrar de nuestros recursos, sin importarles las consecuencias para las comunidades naturales y humanas.
Decepción, porque esas once autoridades concertacionistas (intendente, gobernador y seremis) y de la alianza (dos consejeros regionales), tuvieron la oportunidad de hacer lo correcto y de reivindicarse con aquellas y aquellos que han defendido nuestro mar desde 1996 de una muerte anunciada y, a quienes reiteradamente, incluyendo a los ex presidentes Frei, Lagos y la actual presidenta Bachelet, han ignorado y desatendido.
Dolor, porque esas once autoridades, ignoraron el impacto negativo, que sin ser todavía construido, el ducto fatídico, ha provocado en las vidas de las y los habitantes de la Bahía de Maiquillahue, a partir de la compra de conciencias que ha generado la división entre vecinos, vecinas y, aún más, entre padres, madres, hijos, hijas, nietas, nietos, hermanas y hermanos.
Asimismo, nos duele que esas once autoridades fueran incapaces de sopesar las evidencias que señalan como la empresa Arauco no ha trepidado en usar la mentira, el soborno, la cooptación de autoridades, supuestamente al servicio de todas y todos nosotras/os, la división de familias y comunidades para cumplir sus fines de lucro sin importarle los resultados de su acción.
El triste futuro que espera a las comunidades de Mehuin y a todas nosotras y nosotros − porque las consecuencias de ese ducto fatídico nos alcanzarán tarde o temprano, así como nos lo recuerda diaramente el Santuario de la Naturaleza, una de las primeras evidencias del progreso que promete CELCO − pesará sobre sus conciencias.
Finalmente, lamentamos profundamente la decisión tomada por las once autoridades regionales que dijeron si al ducto fatídico, porque una vez más ingenuamente, creímos en su decencia y honorabilidad, pero una vez más − como la historia nos ha probado en este caso, como en el del Santuario de la Naturaleza; el río San Pedro; Maqueo en el Lago Maihue y la Trayenco en Panguipulli y en otros muchos más − nos equivocamos. Nuestro error.
RED DE MUJERES DE VALDIVIA
vendredi 26 février 2010
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