El Comité Nacional Pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), señaló en un comunicado a la opinión pública su total rechazo a la firma de un convenio de cooperación con Estados Unidos en materia nuclear, señalando que antes de andar firmando convenios las autoridades deben sentarse a la mesa, junto a los organismos especializados y representantes de la ciudadanía, a pensar y establecer cuál es la matriz energética que ofrezca mejores condiciones de sustentabilidad para el futuro desarrollo del país.
Frente a las aseveraciones del presidente Piñera, en su visita a la embajada del Japón, que señalaban que "nuestro gobierno siempre va a poner como primera prioridad la seguridad, la protección de la vida y la protección de la salud de todos los chilenos"; la organización medioambiental le señaló que “ no nos convence, cuando tenemos un reactor nuclear en La Reina, construido en un sector habitacional y a 200 metros de la falla geológica activa de San Ramón y un juicio contra el Estado por ex reclutas que se vieron expuestos a la radiación en las instalaciones, y que ya ha costado la vida a varios de ellos.”
CODEFF expresa que no es necesario “hacer ciencia ficción para proyectar los daños y costos de un desastre nuclear en una central atómica. La tragedia de Chernóbil causó la muerte a cerca de 30.000 seres humanos desde 1986 y afectó a más de diez millones de personas. El Research and Development Institute of Power Engineering, señala que al año 2015 los costos de la catástrofe alcanzarán los 358.000 millones de dólares (el costo de unas cien centrales nucleares), cifra resultante de sumar los costos del tratamiento médico, descontaminación, traslados y realojamiento de la población afectada, electricidad que se ha dejado de producir y limpieza de las zonas afectadas.”.
Aseverando que con los costos del “accidente de Chernóbil se podrían haber sustituido todas las centrales nucleares del mundo por centrales de ciclo combinado de gas natural (el 80% de la potencia) y aerogeneradores eólicos (el 20% restante), y aún sobrarían 200.000 millones de dólares.
El comunicado finaliza haciendo un llamado a la autoridad a “discutir seriamente sobre una matriz diversa, que incorpore a todos los actores. Nuestras decisiones afectarán el futuro de nuestras próximas generaciones. La radiación no se ve y no se huele, pero sus efectos son a largo plazo y daña la salud y el medioambiente.”
PRENSA CODEFF
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