En una sesión de consejo encabezada por el Alcalde subrogante, Eduardo Pino y presidida por el concejal Kunstmann, los vecinos y vecinas del sector Puyehue logran la clausura definitiva del vertedero y el inicio de las obras financiadas por la Subsecretaría de Desarrollo Regional. Vecinos y vecinas enfrentan un desafío mayor: asegurar que los recursos para el cierre sean utilizados de manera eficiente por los adjudicatarios a la propuesta de cierre de vertedero: la empresa Forestal del Lago, que es de los mismos propietarios que la mal recordada Biogeosur.
Fuente: www.elpuelche.cl
Una caravana de vehículos con carteles bajó desde la toma del vertedero desde el cual bajaron cerca de 50 vecinos y vecinas de Puyehue, localidad a 5 kilómetros de Panguipulli, hasta el salón del Concejo Municipal de Panguipulli, no sin antes pasar por las calles de la ciudad con bocinazos, anunciado que no quieren más vertederos. Era una movilización familiar.
Durante la mañana se había escuchado en algunas radios de la comuna la declaración de la Red de Organizaciones Ambientales de Panguipulli conformada por el Parlamento de Koz Koz, el Frente Ambientalista de Panguipulli y el Comité por la Defensa de la Vida y el Patrimonio Natural de Panguipulli, en la cual apoyaba las reivindicaciones de los vecinos de Puyehue y calificaba como “algo bastante parecido al chantaje” las condiciones para la entrada en operación del cierre del vertedero de habilitar 50 metros más allá una nueva planta de transferencia. Durante la tarde del día anterior, el Concejo Municipal se había reunido.
Con carteles en los pasillos del municipio exigiendo el cierre, varios concejales pasaron rumbo al salón del Concejo. El escenario había cambiado desde la última sesión con la toma indefinida desarrollada por los vecinos a partir del viernes pasado y que desnudó el chantaje desarrollado por las autoridades locales hacia las 150 familias del sector, que promovía el cierre de la planta de transferencia y vertedero, siempre y cuando ellos aprobaran la construcción de una nueva planta de transferencia a solo 50 metros de su actual ubicación.
La sesión se inicia y el alcalde subrogante, Eduardo Pino, planteaba que se había hecho un esfuerzo financiero de parte de la institución municipal por hacer llegar los camiones de basura directamente al vertedero regional de Morrumpulli y que por lo tanto ya no era necesaria la planta de transferencia en Puyehue. En menos de 5 minutos todo está resuelto.
A pesar de esto, Álvaro Labra, uno de los voceros de la agrupación Brotes Nuevos, leyó un oficio de 7 puntos en el cual planteaba las condiciones necesarias para bajar la toma del vertedero y la planta de transferencia. Una de ellas era claramente declarar a Puyehue un territorio libre de contaminación, que los container de la empresa Servimar sean retirados de manera inmediata y que realice prontamente acciones para acabar con los perros vagos que rondan las proximidades de las casas de los vecinos.
Los vecinos y vecinas, mediante otro de sus voceros, Roberto Abarca, le exigen al consejo municipal que se tome un acuerdo y que este sea certificado por el secretario municipal, ya que esperar que el acta municipal aparezca tres días después es un riesgo que no pueden correr.
“Nosotros tenemos demasiada desconfianza por todo lo que nos ha pasado. Entonces queremos que se nos dé algo escrito y estipulado que se va cerrar el vertedero y la planta de transferencia. Nosotros queremos llevarnos algo claro, donde se diga que no hay más vertedero, cuánto tiempo se demoraran en cerrarlo y que la planta de transferencia no va aquedar al lado ni en el sector. Queremos algo específico y concreto, ahora, porque ya tenemos muy malas experiencias o si no seguimos con la toma” indica la vocera María Inés Carrillo de la organización Nuevo Brote. Ante la sencilla explicación de esta vecina, al Consejo, su Presidente y el Alcalde subrogante no le queda otra que asumir el acuerdo y otorgar un certificado que ratifique por escrito lo hablado. A estas alturas del partido, los vecinos y vecinas saben que las palabras se las lleva el viento.
Salen un rato el secretario municipal a escribir el acuerdo, regresa luego unos de minutos. El certificado nº 224 que firmado por el secretario municipal, ratifica los acuerdos y la aceptación del petitorio de los vecinos y vecinas de Puyehue. Con papel en mano, los vecinos saben que los padecimientos de treinta años terminan.
Lo que viene: Que el cierre se realice bajo estrictos estándares técnicos y ambientales.
Claramente el cierre de la planta de transferencia y el vertedero es un logro importantísimo para los vecinos y vecinas de Puyehue, ya que lograron mediante la organización y la acción directa dar vuelta un escenario adverso para sus aspiraciones.
Pero al mismo tiempo, el proyecto cierre del vertedero está en manos de la empresa Forestal del Lago, cuyos propietarios también lo son de Biogeosur.
Esta empresa, a la cual le fue quitada su resolución de calificación ambiental por la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de los Ríos para la construcción y funcionamiento de una planta de incineración en las cercanías, debido a que su proyecto no había respetado las especificaciones de su declaración de impacto ambiental y al mismo tiempo había caído en inconsistencias, errores técnicos y omisiones y faltas a la verdad, que fueron señalados en su momento por el Comité por la defensa de la vida y el patrimonio natural de Panguipulli ante las autoridades ambientales de la región. Se puede decir que existen dudas razonables para calificar de extraño que la licitación haya sido destinada a una empresa que si bien tiene una razón social distinta, pertenece a los mismos dueños de una cuestionada técnica y ambientalmente en el área de tratamiento de desechos.
El proyecto de cierre de vertedero ronda la suma de 500 millones de pesos y es financiado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional. Son muchos los recursos en juego, y con ese fin y razón, uno de los voceros le solicitó al consejo que quede establecida una comisión tripartita entre la empresa, la municipalidad y la comunidad.
Como se ve el cierre es la primera parte de un anhelo soñado por los vecinos y vecinas de Puyehue, la segunda parte es asegurar que los recursos para el cierre del vertedero, en términos técnicos y ambientales, sean utilizados para que su espacio territorial y sus ecosistemas pueda recuperarse luego de treinta años de contaminación con basuras y desperdicios de todo tipo.
La tercera parte quizás sea obtener, mediante acciones civiles ante tribunales reparaciones de parte del Estado y del Municipio, por la vulneración de su derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
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