Que Estados Unidos señale en un informe de Derechos Humanos sobre la situación de conflictos que se vive en territorio ancestral Mapuche, en definitiva, más allá de evaluar su falta de autoridad moral para hacerlo, lo que demuestra, es simplemente que se trata de una realidad imposible de omitir.
Lo que sí debería preguntarse Estados Unidos en un análisis más profundo de Derechos Humanos, el cómo y desde dónde se originó el modelo y las formas de hacer políticas violatorias de Derechos y cuánto se sigue avalando de todo ello. A propósito ¿Cuánto importa Estados Unidos de la Industria Forestal chilena?
La situación de conflictos que se vive en el Centro Sur de Chile, que se conoce como territorio ancestral del Pueblo Mapuche, tiene su origen en una invasión bélica del Estado chileno a estos territorios, la usurpación, la negación de Derechos y vastas políticas genocidas durante gran parte del siglo 20, varias de las cuales se siguen proyectando hasta nuestros días.
La realidad que refleja las aún constantes violaciones de Derechos Humanos a los Mapuches, es, principalmente a causa de las faltas de reparaciones históricas estatales por usurpaciones de Tierras, hoy en manos de colonos y de la industria Forestal, esta última responsable de gatillar y agravar los conflictos.
La realidad que refleja las aún constantes violaciones de Derechos Humanos a los Mapuches, es, principalmente a causa de las faltas de reparaciones históricas estatales por usurpaciones de Tierras, hoy en manos de colonos y de la industria Forestal, esta última responsable de gatillar y agravar los conflictos.
Sin detenerse en el intervensionismo, la responsabilidad y planificación de Estados Unidos desde hace décadas en favor o para la instalación de violentos Gobiernos en diversos Países en Latinoamérica, incluyendo Chile, que han arrojado millones de víctimas para dar paso al modelo capitalista neoliberal, al control imperialista y a la seguridad de grandes Corporaciones económicas de Industrias extractivas y energéticas para la instalación de sus proyectos, que de paso, siguen contribuyendo a incrementar al calentamiento global del planeta, lo que se hace necesario en el presente, es saber cuál será el rol de este País en la era de Obama.
Para nadie es un misterio que la instalación de la dictadura Militar en Chile se hizo coludidamente entre Estados Unidos, la CIA y ciertos grupos económicos locales. El “Plan” Chile, arrojó que esos Grupos saquearan al Estado y sus empresas; obtengan bonos fiscales y se instalen como entes controladores de las políticas estatales, particularmente de seguridad y que se sigue reproduciendo hasta nuestros días.
Para nadie es un misterio que la instalación de la dictadura Militar en Chile se hizo coludidamente entre Estados Unidos, la CIA y ciertos grupos económicos locales. El “Plan” Chile, arrojó que esos Grupos saquearan al Estado y sus empresas; obtengan bonos fiscales y se instalen como entes controladores de las políticas estatales, particularmente de seguridad y que se sigue reproduciendo hasta nuestros días.
Una de las actividades más rentables para estos grupos ha sido la Industria Forestal, que depredó miles de hectáreas de Bosques nativos, arrasó con economías locales con reemplazo de tierras agrícolas, frutícolas y ganaderas, para dar paso a grandes extensiones de monocultivos de especies exóticas como el Pino y Eucaliptus y la expansión de la contaminante industria de celulosa – papeleras que va de la mano. Asimismo, la ocupación de miles de hectáreas de territorio reclamado por Comunidades Mapuches, cuyas reivindicaciones en vez de tener una solución política y pacífica, han terminado en políticas estatales represivas, con militarización, judicialización y criminalización de la protesta social Mapuche, en medio de la aplicación de Leyes antiterroristas.
La Industria Forestal es responsable principal de la situación de Derechos Humanos que ha debido enfrentar el Pueblo Mapuche en la última década; y mercados como el de Estados Unidos, motivados por el Tratado de Libre Comercio con Chile, sin ningún criterio, han incentivado aún más el clima de violencia. Más aún, se adquieren productos sin que se considere la responsabilidad social, política y ambiental de las empresas. El Estado chileno junto a las empresas CMPC y Copec - Arauco – Celco, tuvo que inventar un sello que les limpie su imagen: CERTFOR – CHILE.
La rentabilidad de esta industria supera largamente los 4.000 mil millones de dólares anuales y sus grupos capitalistas superan los 7.000 mil millones de dólares de fortuna y el principal mercado comprador es: Estados Unidos, quien compra cerca del 20 % del total importado desde Chile.
Si Estados Unidos va a estar realmente atento a la situación de Derechos Humanos en Países como Chile, entonces, que comience con controlar su Mercado adquisitivo a industrias como la Forestal chilena y reevalúe los criterios de los tratados de libre comercio que ha venido realizando.
Si Estados Unidos dice que en Chile se violan Derechos Humanos, que es innegable, que parta haciendo su MEA culpa. Chile ha sido el laboratorio del Neoliberalismo y está fracasando y ya no se puede seguir experimentando más a costa de la destrucción de Pueblos, comunidades y territorios. Cabe mencionar que los mismos grupos económicos en Chile que levantó Estados Unidos, siguen amenazando con violentos proyectos hidroeléctricos, de celulosas, mineros, Forestales.
Algunos creen que OBAMA es la nueva imagen frente a la crisis del capitalismo y la nueva apuesta de las grandes Corporaciones que son los cimientos del imperialismo; Otros, se refieren a cambios profundos. No es pedir que se ponga del lado de la resistencia, pero por lo menos, con un mínimo de conciencia y capacidad, encuentre la formula intermedia para frenar tanta saciedad y maldad del imperialismo que ha construido Estados Unidos, y que de una vez por todas se comiencen a respetar los Derechos Humanos de todos los Pueblos ante tanta amenaza ¿Cuál será el nuevo rol de sus gobernantes, de la CIA, de USAID y del ejército en la era OBAMA?
Por Alfredo Seguel
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire