Si por un lado el país conoció el caso bombas el cual fue el intento de un ministerio del interior de querer usar a la fiscalía para sus fines políticos, el caso Caimanes esta demostrando que de no comprobarse lo contrario, es el intento de una empresa privada de la familia Luksic de usar al ministerio público, para sacarla barata en cuanto a su responsabilidad social para con las comunidades afectadas por su emprendimiento minero.
Por Alfonso Ossandón Antiquera
En el juicio oral en Ovalle, hasta hora son los propios testigos aportados por la parte querellante, los que han dado sustento a la tesis que las acusaciones que hace la fiscalía y la minera son infundadas y que el tranque El Mauro y su impacto en el medio ambiente y en las aguas de Caimanes a sido lesivo luego de su entrada en funcionamiento. La minera de los Luksic y la fiscalía, acusa a un dirigente y 4 abogados de asociación ilícita y prevaricación, como también de desordenes públicos para supuestamente presionar a la empresa minera con falsas reinvidicaciones ambientales.
Pero esto que parece un juego o capricho de niño rico contra un grupo de campesinos y profesionales, deja un sabor a patraña grotesca, cuando vemos que es el Estado o sea todos los chilenos los que estamos pagando altos costos de proceso judiciales en donde se intenta distraer de su real misión a los tribunales de justicia. No es menor decir que un cálculo estimativo promedio de 4,5 millones diarios sale el caso Caimanes al Estado chileno si se incluyen en ello los costes de policías tanto civil y uniformada, operativos de inteligencia, tribunales, Ministerio Público y Defensoría Penal Pública, los cuales hacen un total de 112.500 millones de pesos al mes, y en dos años de investigación han gastado más de 2.700.000 millones de pesos (*dato zin), platas más platas menos, el numero exacto lo debería de aclarar cada repartición del estado, que ha estado vínculada al tema.
Por otro lado el llamado caso Caimanes, ha estado plagado de hitos rimbombantes, pero paradojalmente de un silencio sepulcral mediático. Que a la hora de comprobar los delitos que se imputan a los acusados en los tribunales, los querellantes han recurrido a formas de pesquisas e interrogatorios manifiestamente impertinentes, como por ejemplo en una ocasión abogados de la minera y fiscalía quisieron groseramente hacer leer a un testigo analfabeto, o que es peor hacer aparecer que dicha persona; leyó, ratifico, y firmo sus propias declaraciones ante los policías que tuvieron a cargo la investigación. El nivel de impertinencia y osadía por parte de los acusadores hace ver que el caso Caimanes se perfila a ser la representación en el real de Luksic en su particular laberinto judicial. Escuchas telefónicas ilegales, testigos de la fiscalía de dudosa reputación, declaraciones policiales de testigos "copiar y pegar" dado la similitud tal cual, incluida la puntuación y las comas, algo que no resiste análisis, y lo que es un vicio en la mañana, termina al final de la noche siendo un vicio igual.
El hombre rostro de la Minera Los Pelambres Francisco Velozo, hace unas semanas salía de los tribunales en Ovalle, sin dar explicación alguna por la contaminación, ni la falta de agua en Caimanes, ni si quiera se dio por aludido de los problemas del pueblo, claro está, habló clarito y de corrido, denotó alta escuela en donde los fiscales, Minera Los Pelambres y amigos como el abogado querellante Julián Herrera con quienes fluía en preguntas y respuesta de alta opereta, a su salida rechazaba las cámaras y preguntas.
Cada día de juicio del llamado caso Caimanes por la fiscalía demuestra demasiadas respuestas para cualquier persona que quiera conocer una entelequia in si-tu, demasiadas respuestas de supuestos ignorares frente a sabios, persecutores, defensores, acusados y público en general. Esto en momentos da vergüenza, sobre todo frente a una observadora internacional europea que monitorea el proceso judicial de Ovalle. Elif Karakatal, investigadora de la Fundación Danielle Mitterrand esta "impacta por el nivel de brutalidad y la flagrante negación de justicia y abandono por parte del Estado para con los mas débiles", la indolencia de los gobiernos de turno, "no tan sólo ante la criminalización de la protesta social" si no que también que al día de hoy no se han dignado a entregar una gota de agua limpia, en derecho al pueblo de Caimanes..
Lo extravagante en el juicio en los últimos días, es la bajada abrupta de más de un numero conciderable de testigos que fueron propuesto por la parte de la fiscalía y Minera Los Pelambres en algún momento y que ahora pretenden presindir de ellos, se espera que esta acción de la fiscalía no este inspirada en otro espíritu que el de aportar a que este enredo de pelambres, nos permita entrar en un sano juicio, pues de otra forma, sí seria extravagante y abiertamente ridículo que fuese tan sólo para negociar la salida del laberinto de Jean Paul Luksic y que este termine no entregando respuestas claras al pueblo de Caimanes frente a los magistrados y la opinión pública.
Por lo visto la ciudadanía debe estar atenta a que el proceso no termine en 30 o más testigos a cambio de uno testigo VIP y todos para la casa aquí no ha pasado nada.
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