Tras una larga disputa entre comuneros indígenas, por lo que consideran usurpación de su territorio, la empresa accedió a retirar sus instalaciones de la bahía de Coñimó en la comuna de Ancud...
FUENTE: Prensa OLACH
Willimapu, Futa wapi Chillwe - Las autoridades originarias de la comunidad mapuche–huilliche Coñimó Lamecura, en la comuna de Ancud, manifestaron su esperanza en que esta vez se concreten los anuncios realizados por el CEO de Marine Harvest Chile, Álvaro Jiménez.
Esta voluntad fue expresada por Beatriz Ríos, encargada de Relaciones Públicas de la empresa, reafirmando lo manifestado por Jiménez en una carta de respuesta a las reclamaciones indígenas, asumiendo un plazo no inferior a 5 meses para hacer retiro definitivo de las dos balsas jaulas y otras instalaciones próximas a la playa en la bahía de Coñimó.
La demanda de la comunidad acusa usurpación de territorio histórico del pueblo huilliche, donde el mar ha alimentado a su población con abundancia de peces, algas y mariscos, posibilitando otras actividades como el turismo etno-cultural. Hoy en día parte de ese territorio se encuentra concesionado a esta empresa transnacional de capitales noruegos, alterando la vida y actividades económicas de esta localidad de 250 habitantes.
Alex Caicheo, werken de la comunidad de Coñimó Lamecura expresó que “hemos verificado grave contaminación en las aguas producto de los sedimentos de las balsas jaulas en la bahía, afectando las concesiones de algas y cultivos de mariscos del sindicato de pescadores huilliche”.
Asimismo, Caicheo agregó que “esto es un atentado no sólo a nuestra economía, sino que a nuestra cultura y a la forma de vida que durante cientos de años hemos llevado los indígenas en este territorio”
Por su parte Orlando Allancán, lonco de la comunidad apuntó que “las leyes indígenas no han sido respetadas, por lo que hemos denunciado desde hace años esta situación a las autoridades del Estado chileno. Ahora, con el acercamiento de la empresa esperamos se pueda reparar el daño causado a nuestra gente y al medioambiente”.
Otro de los impactos negativos de las instalaciones salmoneras, se da por la proximidad de éstas a un sitio arqueológico considerado monumento patrimonial. Este sitio arqueológico, consiste en un sistema en centenarios cercos de piedra en el mar, utilizados por los primeros habitantes de Chiloé para la pesca en base al cambio de mareas, conocidos como corrales de pesca. El caso fue denunciado al Consejo de Monumentos Nacionales y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena CONADI.
La propuesta de iniciar el retiro de las instalaciones de la bahía de Coñimó surgió en una Mesa de Trabajo entre representantes de la empresa Marine Harvest y las autoridades originarias de la comunidad, la que fue propiciada por la ONG El Canelo de Nos.
Esta mesa definió un plazo de dos meses para evaluar impactos en el medio ambiente local y eventuales reparaciones a la comunidad afectada.
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