vendredi 12 novembre 2010

Chile tiene óptimas condiciones para la generación de energías renovables


Esta fue una de las conclusiones del Foro-Seminario “Megaproyectos hidroeléctricos en Chile:
¿real alternativa para un futuro sustentable?”
ayer en Temuco, donde de acuerdo a los expositores, lo que resta es analizar verdaderas alternativas para aprovechar el gran potencial del país en energías renovables, a fin de reducir los impactos negativos en el medioambiente y posibilitar así un desarrollo sustentable.

Por Elías Paillan,

Con la asistencia de un centenar de personas se desarrolló en hoy en la ciudad de Temuco el Foro-Seminario “Megaproyectos hidroeléctricos en Chile: ¿real alternativa para un futuro sustentable?”, cuya principal conclusión es que el país requiere -en forma urgente- analizar y desarrollar otras alternativas de generación de energía, como son las energías renovables, y no solamente sobre la base de la utilización de las aguas, con los graves impactos que ello tiene para los ecosistemas y la calidad de vida de las personas.

Para Juan Pablo Orrego, ecólogo de Ecosistemas y coordinador de la campaña Patagonia sin Represas, en el caso del proyecto de Hidroaysen, se controlaría el total de los ríos Baker y Pascua, aumentando el control monopólico de Endesa-Colbún sobre el sistema eléctrico de un 81% a un 87%.
Además, se afectarían nueve regiones y un total de 66 comunas del país, incluidos parques nacionales y áreas silvestres protegidas que son patrimonio de todas y todos los ciudadanos en el país. Enfatizando que lo que Chile actualmente necesita es una política energética sustentable, con fuerte base en la eficiencia energética, y que ésta además sea barata y alcanzable.
Por lo que es fundamental crear igualdad de condiciones entre distintas fuentes energéticas.

Por su parte el ingeniero civil de la Universidad de Chile, Roberto Román, quien expuso sobre la evolución de la actual matriz energética y las alternativas a las mega-represas y centrales térmicas, señaló que la tendencia actual en el mundo es el de redes inteligentes, lo que significa, que la demandas se modulan de manera dinámica para aprovechar al máximo los recursos y a la vez tener mínimas emisiones.

Argumentando, por lo mismo, que el sistema eléctrico chileno debe evolucionar y modernizarse en los próximos 15 a 20 años, propiciando un gran espacio para la eficiencia energética y para nuevas opciones de generación. Los proyectos que ya están en estudio, más un programa activo de eficiencia energética, hacen que el proyecto Hidroaysen sea totalmente innecesario, aclara.

Foro experiencias ciudadanas e indígenas

En este marco del seminario se realizó también un foro de discusión titulado “Experiencias ciudadanas e indígenas de afectados por megaproyectos energéticos y las respuestas institucionales”, el que contó entre sus panelistas con la participación de Irene Romero, del Consejo Comunitario de Melipeuco, comunidad en la que se proyecta una central geotérmica que les afectará seriamente. “Tenemos herramientas a favor en el Convenio 169 de la OIT, pero no nos escuchan. Las empresas transnacionales nos imponen sus megaproyectos y nos dividen. Pero no nos quedaremos de brazos cruzados, ya que estamos trabajando con todo los recursos que allá tenemos”, finalizó.

Por su parte Jorge Hueque, dirigente del Parlamento de Coz Coz, contó que en Panguipulli se proyectan seis centrales hidroeléctricas de pasada y un embalse del que ya se han levantado 40 cms en Pullinque, de la empresa ENEL. Añade que cuando llegan los empresarios, dicen “como ustedes no hacen nada, nosotros le daremos trabajo, pero aclara que no existe beneficios sino perjuicios, puesto que “ninguna empresa viene a construir liderazgos, sino división, y sus proyectos impactan cultural, económica, social y ambientalmente de forma negativa”, concluyó.

En tanto José Aylwin, codirector del Observatorio Ciudadano, explicó que aquí no son las comunidades las que toman las decisiones, que faltan capacidades de movilización y que en muchos casos estas sucumben. También añadió que falta cohesión, autocrítica y que existe “una tendencia a legalizar la estrategia”, por lo que a veces se pierde el horizonte. Del mismo modo explicó que existe dificultad para mirar el muro del sistema político jurídico institucional.

A este respecto, Aylwin acotó que existe un sistema que concentra la riqueza y los recursos naturales, que los modelos de participación son precarios y que el mecanismo de resolución medioambiental es débil y no resolutivo. “No tenemos mecanismos de reforma de esa institucionalidad. Debemos mirar este muro global para enfrentar estos temas. Debemos aprender a nacionalizar las aguas, a generar asambleas constituyentes, a tener autonomías regionales, a respetar los sistemas de desarrollo con sus propias prioridades y a avanzar, sobre todo en esta región, en una construcción intercultural”, finalizó.

Finalmente Bernardo Reyes, director de Ética de los Bosques, en su charla sobre los impactos socioambientales de la línea de transmisión del proyecto de Hidroaysen, afirmó que ha existido una pésima política energética durante los últimos 25 años. “Tenemos proyectos enormes que son respuesta a un problema. Hidroaysen inundaría más de 7 mil quinientas hectáreas de tierras.
Habrían 22 millones de hectáreas afectadas por las altas torres hasta Santiago. Se afectarían 22 mil hectáreas de bosque nativo. Se construirían 6 mil torres de alta tensión. El cerco aéreo tendría 54 decibeles de ruido y se generaría una alta mortalidad de aves rapaces por las torres de alta tensión”, explicó.

Añadiendo también otros efectos colaterales, como el electromagnetismo, el cambio de temperatura, la corrosión, interferencias, aumento de vulnerabilidad e inestabilidad del SIC.
Siendo 17 las áreas protegidas van a estar afectadas, y numerosas las comunidades indígenas modificarían altamente su estructura cultural, finalizó.

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