Una querella criminal por aplicación de tormentos y secuestro, detención e incomunicación ilegal a favor de Agny Rosas Ruiz fue interpuesta este mediodía en la Corte de Apelaciones de Valdivia.
La mujer concretó la acción judicial luego de perder su ojo derecho tras recibir un violento golpe propinado por un carabinero, mientras participaba en una movilización a favor de los mapuches en huelga de hambre en Osorno durante el mes de septiembre pasado.
La mujer concretó la acción judicial luego de perder su ojo derecho tras recibir un violento golpe propinado por un carabinero, mientras participaba en una movilización a favor de los mapuches en huelga de hambre en Osorno durante el mes de septiembre pasado.
La mujer llegó junto a su abogado Patricio Miranda hasta la Corte de Apelaciones de Valdivia, donde interpuso la querella criminal en contra de “todos aquellos que resulten responsables como autores, cómplices o encubridores de los delitos”.
Agny Rosas recordó que los hechos ocurrieron la mañana del 29 de septiembre pasado a las afueras de la Gobernación Provincial de Osorno, hasta donde llegaron para manifestar su apoyo a los excomuneros en huelga de hambre.
Según su versión, tras un breve enfrentamiento con las Fuerzas Especiales de Carabineros, ella junto a otro joven retornaron al lugar donde, sin mediar provocación y en momentos que retiraba un lienzo, recibió por parte de una funcionario de Carabineros un violento golpe en su ojo derecho, el cual días después perdió.
Sin embargo, el abogado argumenta que luego de ser trasladada al hospital “ella fue presionada, vejada y secuestrada por elementos policiales, los cuales no podemos identificar en estos momentos, pero esperamos que la investigación lo haga”.
Además, la mujer agrega que “llegando al hospital, otros carabineros me presionaron y amenazaron para que inculpara a un manifestante como autor de mis lesiones, incluso dando un nombre: Camilo Aguas”.
Asimismo, sostiene que personal de la PDI se hizo pasar por periodistas para dialogar con la mujer.
“Al comienzo no se presentaron como policías sino como periodistas, me llevaron a una pieza que cerraron, obligándome a sentarme en una silla. En ese momento me mostraron una placa.
Intenté abandonar la sala y me lo impidieron usando la fuerza.
Me presionaron y amenazaron con detenerme si no declaraba.
Se molestaron porque yo me negaba a incriminar a nadie que no fuera el carabinero que me golpeó.
Varias veces intenté abandonar la sala y me lo impidieron”, indicó la mujer agredida.
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