"Después de muchísimos años, volvimos a recuperar lo que nuestros antiguos nos dejaron. Fue un día muy especial para nosotros" afirmó Waldo Liempichun, sobre la recuperación territorial en la zona de Alto Río Senguer. El 29 de diciembre último, los Mapuche-Tehuelche volvieron a ocupar 500 hectáreas del territorio ancestral que estaban en manos de terratenientes. "Reparación histórica por todo esto que nos quitaron, por el etnocidio por parte de los terratenientes" reclamó el werken de la Comunidad Sacamata-Liempichun.
Fuente: www.avkinpivkemapu.com.ar
Descargar y escuchar audio: MP3 (5.9 MB)
Por Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik / Agencia de Noticias Biodiversidadla
¿Cuántas familias componen la comunidad Sacamata-Liempichún?
Somos alrededor de cuatro familias numerosas: cada familia tiene de quince a veinte integrantes. En la comunidad estamos trabajando sólo los núcleos familiares.
¿Cómo transcurrió el día 29 de diciembre?
Fue un día muy alegre... Hubo mucho sentimiento, muchas emociones juntas. Después de muchísimos años, volvimos a recuperar lo que nuestros antiguos nos dejaron. Fue un día muy especial para nosotros.
Ustedes reclaman como propias 10.000 hectáreas. ¿Cuál es la historia detrás de esos lotes?
Esas hectáreas se le otorgaron al cacique Juan Sacamata por haber influido en la Campaña del Desierto. Se las otorgaron a nuestro cacique en el año 1925. Después, por una resolución del Estado nacional, nos sacaron los mejores pastizales y las mejores tierras. Luego, tres colonos apelaron a la solidaridad de las familias para pasar un invierno en el campo: se terminaron quedando con animales y se apropiaron de la tierra. Y se les otorgaron títulos. Ellos nos sacaron un porcentaje grande, alrededor de 2.000 hectáreas, la mitad de la reserva que nos quedaba, porque ya nos habían sacado 5.000 hectáreas. Las restantes las remató el juez de paz con gente viviendo adentro, con todos los bienes. Nos sacaron todo: las lanzas, las banderas de guerra. Nos quedamos sin nada. La gente que quedó tiene que trabajar de peón del nuevo estanciero. Pese a los numerosos reclamos que venimos haciendo desde la década del cuarenta, nunca tuvimos respuesta.
Y antes de decidir tomar las tierras, ¿dónde vivía la comunidad?
Gran parte de la comunidad se tuvo que ir de la localidad de Alto Río Senguer porque el pueblo mismo no nos da desarrollo. Yo, cada vez que vengo acá, veo caras nuevas, gente nueva... Nunca nos vino el desarrollo. Tanto yo como mis hermanos y mis primos estamos trabajando afuera, pero gran parte de la familia está en Alto Río Senguer.
¿Quiénes ejercen actualmente la propiedad de los terrenos a los que quieren volver?
Son tres terratenientes usurpadores de nuestros campos los que hoy estamos enfrentando.
¿Y estas personas guardan alguna relación con los colonos de los que hablabas anteriormente?
Sí, tienen relación directa. Ahora se está destapando la olla. Entre todos ellos se cubren. Nos quisieron dejar encerrados en el propio campo poniendo candados. Hay mujeres embarazadas, hay niños, hay personas adultas, ancianos. Hicimos una serie de denuncias, de exposiciones. No sabemos para qué lado tira la policía, para qué lado tira el municipio. Nos están retrasando todos los papeles; no sale nada a flote.
¿Piensan recuperar todo su territorio ancestral?
Esa es la idea, reclamar todo. Porque cada piedra que hay ahí es sagrada, está llena de historia, toda nuestra historia. Todo nuestro presente y nuestro futuro está en esas tierras, en las 10.000 hectáreas.
¿Qué entienden por reparación histórica?
Reparación histórica por todo esto que nos quitaron, por el etnocidio por parte de los terratenientes. Nos sacaron nuestra lengua, nuestras tradiciones, nuestra diversa cultura, que es muy grande, pero no nos mataron.
* Raquel Schrott y Ezequiel Miodownik estudian el desarrollo de conflictos por los bienes naturales en Argentina y el potencial de Internet para la distribución de información dedicada.
mardi 18 janvier 2011
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