A sus 22 años Pablo Millalén, es uno de los jóvenes que desde la Federación Mapuche de Estudiantes representan el cambio generacional de las y los dirigentes mapuche.
Por Leyla Noriega
Fuente: La Opiñon
Convencido que desde la educación es posible generar cambios para construir una sociedad desde la diversidad y aprender a vivir en la diferencia, Pablo Millalén Lepín, del años 2010 es uno de los activos dirigentes estudiantiles mapuche que a través de la Federación Mapuche de Estudiantes, FEMAE, han irrumpido en el escenario de las reivindicaciones indígenas desde la educación.
“Hay un desconocimiento muy grande sobre el pueblo mapuche en su conjunto, en base a eso se van forjando espacios de discriminación y no entendimiento, se generan conflictos y relaciones dispares”, aseveró Pablo Millalén, werkén de la FEMAE y estudiante de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Temuco.
El joven dirigente reconoce que hoy hay más espacios de encuentro, comparado con las generaciones pasadas, ya sea por la mayor conectividad entre el comunidad y la ciudad, y fundamentalmente porque los mapuche han ido accediendo a la educación superior.
De la escuela rural al liceo en Temuco
El werkén estudiantil insistió en la necesidad de “construir en diversidad, saldar el reconocimiento de los pueblos indígena, ya sea en la reivindicación territorial, persecución de los dirigentes.. temas que no son ajenos a nosotros, ya que tenemos contacto con nuestras comunidades de origen”.
En este sentido Pablo confesó que para las y los niños mapuche se enfrentan a una realidad muy compleja con el tránsito de la escuela rural al liceo en Temuco. “Es insertarte en un mundo nuevo, uno trae una forma de vivir que se da en la comunidad con códigos culturales diferentes y llegas al colegio, donde no hablas bien el español y tus compañeros se burlan de ti; vienes de un curso de quince alumnos, mientras que en el liceo son más de cuarenta, donde impera el individualismo y hasta las malas costumbres”, infirió, añadiendo que en ese contexto la educación ha influenciado con estereotipos negativos sobre los mapuche y viceversa, alimentando los puntos de desencuentro más que de la educación en diversidad.
Asimismo, estimó que la mayoría de los mapuche en la universidad elige carreras del área social, porque buscan una interpretación a la realidad que les ha tocado experimentar.
Creando espacios
Si bien “ahora hay mayor interlocución, no como antes, que permiten avances en las relaciones entre los mapuche y no mapuche”, explicó que aún persiste la discriminación, para ello la FEMAE se la ha jugado por ganarse espacios e “instalar las demandas indígenas en el marco de la reforma educacional chilena”, argumentó.
“Nosotros observamos que en este gobierno y en la reforma estructural de la educación planteada por la CONFECH, no había nada en relación a los pueblos indígenas, y decidimos organizarnos”, relató, agregando que con ese discurso irrumpieron en la orgánica que agrupa a las federaciones de estudiantes, generando un nuevo espacio para los estudiantes que no los unifica una universidad, sino que un pueblo.
Aunque reconoce que el proceso ha sido complejo, hoy la FEMAE es un referente único en el país, “Sería ideal tener contacto con otras organizaciones estudiantiles de otros pueblos indígenas del país, ya que nosotros planteamos demandas transversales en el marco de la ley indígena y Convenio 169 de la OIT”, aclaró Millalén quien comentó que sabe de la existencia de una orgánica parecida a la FEMAE en Ecuador.
Pablo Millalén en twitter: @pmillalen
Web FEMAE: http://femae.bligoo.com/
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