Con la participación de referentes de la lucha petrolera de seis provincias argentinas, más invitados internacionales de Bolivia, Brasil y Uruguay, se hizo el “primer encuentro de resistencia” con el objetivo de dar un espacio que permita compartir las distintas resistencias petroleras a lo largo del país. “La jornada de hoy permite enmarcar qué intenciones hay de llevar adelante una coordinación más profunda que nos permita visibilizar los conflictos pero también buscar alternativas”, comentaron los organizadores.
En la foto Guillermo Nicolossi comenta la explotación de hidrocarburos en el Parque Nacional Calilegua
Por: Felipe Gutiérrez
En el salón cascada del recuperado hotel BAUEN, en Buenos Aires, se llevó a cabo este jueves la primera jornada de resistencia petrolera que contó con la participación de referentes de la lucha en contra de las hidrocarburíferas de distintos lugares del país -con representantes de Rio Gallegos, Comodoro Rivadavia, el Chaco salteño, Jujuy, Mendoza, Neuquén y Río Negro- e invitados internacionales de Bolivia, Brasil y Uruguay. “El encuentro tiene en si dos objetivos”, señaló Hernan Scandizzo, miembro del Observatorio Petrolero Sur, organizador del evento; “el primero es la posibilidad de encontrarnos como organizaciones movilizadas, que son afectadas por esta matriz energética y muchas veces esas resistencias que llevamos adelante están focalizadas en nuestros lugares. Este encuentro nos permite salvar las distancias. Además, está el hecho que podemos compartir no solo las formas de resistencia sino las alternativas, ver cómo se supera este modelo de desarrollo, esta matriz de producción”
La actividad estuvo dividida en cuatro mesas temáticas. La primera trataba sobre el daño ambiental producido por la extracción, que contó con los testimonios de referentes territoriales de la lucha en contra de las petroleras, como Guillermo Nicolossi, trabajador del Parque Nacional Calilegua de Jujuy, que comentaba la imposible convivencia entre la explotación de hidrocarburos y la conservación de un área natural protegida. Por su parte la ex concejal de Plaza Huincul, Edith Hernández, relató la larga lucha que llevan las comunidades de su ciudad y Cutral Co, “corazón de la vieja YPF” y los graves impactos a la salud de las personas que han surgido de la convivencia con la explotación petrolera.
La segunda mesa trataba sobre la Expansión de la frontera extractiva, donde se relataron casos como el del pueblo wichí en el Chaco salteño y mapuche en Neuquén donde se han entregado concesiones de aéreas petroleras para la exploración y explotación de hidrocarburos, violando derechos colectivos y cambiando radicalmente la forma de vida de estas comunidades. Juan Curruhinca del lof Huenctru Trawun Leufu, relató la represión con la que avanza la frontera petrolera: “nosotros tuvimos más de 150 policías en el territorio, además de patotas y perros, mientras los punteros del Movimiento Popular Neuquino salían por los medios negando nuestra condición de pueblo originario. Por suerte ha habido una fuerza, unos newenes que nos han permitido pararnos frente al estado y en febrero de 2011 la justicia de Cutral Co falló a favor de la comunidad. Este año pudimos sacar de forma pacífica las últimas dos casillas de policías que quedaban al interior del territorio”.
Invitados internacionales pudieron dar un contexto regional sobre la situación de explotación. Entre ellos, Paulo Henrique del Fórum dos Afetados por Petróleo e Gás do Espírito Santo comentó sobre el PRESAL, proyecto que pretende explotar petróleo mar adentro a grandes profundidades mientras Pablo Cingolani del Foro Boliviano Sobre Medio Ambiente y Desarrollo comentó las contradicciones del gobierno de Evo Morales que ha violado gravemente los derechos colectivos de algunos pueblos indígenas que, además, cuando han levantado la voz son acusados de ser “funcionales a los intereses de Estados Unidos”. El último panel visibilizaba quiénes son los principales beneficiarios de la matriz actual, problematizando cómo este modelo energético es directamente funcional a la megaminería y la extracción de recursos naturales dañando gravemente el medio ambiente.
Re-unirse
¿Cuál es el sentido de juntarse en un espacio como este?. El Ingeniero D´Elia, de Río Gallegos lo grafica de la siguiente manera: “casualmente la persona que vino de Santa Fe tenía una presentación extremadamente parecida a la mía, sin saberlo y sin habernos comunicado. Lo que hacemos con esto es generar sinergia y buscar estrategias para ver qué hacemos, presionando obviamente a nuestros gobernantes para que detengan este tipo de actividad que nos perjudica a todos”.
Edith Hernández, de Plaza Huincul destaca la importancia de compartir experiencias de puntos tan alejados del país pero que mantienen una misma lucha, “me alegra que nos podamos juntar, que nos podamos re-unir. Por ejemplo en Santa Fe están empezando a explotar. Nosotros podemos contarles el saldo de esa explotación que cuando llega la empresa te cuenta que es muy lindo todo pero que tiene resultados terribles para nuestra población”.
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