lundi 27 août 2012

Palabras del Preso Político Mapuche Jose Huenuche, tras su segunda salida de fin de semana


Hoy cuando me encuentro en mi segunda salida de fin de semana creo es un momento para escribirles a la “gente del ciber espacio” un poco de lo que me ha ocurrido en este tiempo y lo que ha significado para mí la prisión política.
Palabras del Preso Político Mapuche Jose Huenuche, tras su segunda salida de fin de semana
Fuente: www.werken.cl

Cuando caí detenido hace un poco más de tres años siempre estuve consiente de que en algún momento esto me sucedería y ocurrió, lo que no imaginaba era como se desarrollaría todo este largo proceso, en su aspecto político, judicial procesal con todas las trampas y los vicios del juicio y desde el lado humano personal y particular y de cuanto y como esto afectaría a mis seres más queridos y cercanos. Sin duda que todo sucedió muy rápido por algunos instantes y en otras ocasiones me parecía una eternidad, desde luego que todo se complica cuando no se tiene la experiencia suficiente para enfrentar tan poderoso enemigo y sólo en el transcurrir del tiempo se aprende a sobrellevar todo de mejor forma y salir adelante, pero nada fue fácil ni nada hubiera sido posible sin el apoyo permanente de mi querida compañera, mi hijas, mi yaya, mi ñuke y de los que la apoyaron a ellas y toda mi gran familia que es el pueblo mapuche y todos quienes estuvieron siempre apoyando cada momento a los PPM, tanto en chile como desde el extranjero.

Hoy se me vienen a la memoria las veces que mi pata se escabullía atravesando las rejas a punta de reclamos y lograba llegar al módulo a visitarme, a veces muy enojada por los malos tratos, otras cansada por el viaje de cañete con su embarazo diciéndome siempre “no te preocupes, ya llegara el día en que saldrás de este horrible lugar, tu no perteneces aquí” o cuando llego mi madre y me dijo “ahora estoy más tranquila que te veo aquí, no porque estés preso, sino porque sé que vas a estar seguro y sé que te puedo ver” (antes casi no me veía), y yo tratando sin éxito evitar su llanto, o cuando vi a mi padre llegando al módulo a penas al tranquito, agitado, con su enfermedad, cruzando lentamente las rejas para llegar a verme. No paso mucho tiempo cuando me toco ir a verle al hospital por última vez con vida, nos abrazamos mucho, lloramos y reímos. También el día que nació Llankacura y cuando la sostuve en mis manos calmo su llanto y sus ojitos negritos me llenaron de emoción, es inexplicable, todos estos momentos, aunque andaba amarrado con cadenas no lo pudiera haber vivido sino fuera porque siempre Millaray estuvo ahí peleando para obtener los permisos de los tribunales militar y oral para salir de forma esporádica, a pesar de que yo le pedía que no (quería hacerme el duro), pero la verdad es que estaba muy equivocado al pedirle eso, agradezco que ella insistió e hizo lo imposible para que yo estuviera ahí presente y lo logro, ya que hay mucha gente que no puede salir cuando ocurren situaciones excepcionales en sus vida, se les niega sus derechos y simplemente no pueden salir porque están presos, tengo la fortuna de tener una extraordinaria compañera, mi soporte, fuerte, valiente y luchadora, sin ella no estaría ni cerca de tener algo tan lindo como es una familia.

Al tiempo de estar preso recibimos muchos saludos de diversos lados que nos alentaban, un día recibí unas cartas de unos niños, nos saludaban y enviaban fuerza, aun las conservo y quisiera compartirlas, puede que a más de alguien le de fuerza también:

07/07/2009 martes.
Mari Mari ¿kümelekaimicha? Lamngen, pewmangen kümeleimi lamngen bewla umean ngütramkamu tüba; Inche ta kiñe püchü malen pewenche inche eymiyeke bewla eypiyayu tami inkaneal tami mapu bewla ngütramkapeyu tami abeluwnoal lamngen, inche kom eluwayu newen tübachi tapül amuy eymi ngealu llebeleleyu kom tañi piwkemu welu inche kimlayu welu müna ayiwabün kimlan tam chumngen bütan, weche püchü kampu ngen werache ngen. Kimchengen kimlan inche tañi lob Butalelbun pingi, beymu mülen kom tañi pu che tulen, ñuke, chaw, lamngen, chuchu, weku, kom mu kidu engun müna bürenenu inche ka welu bürenebin, eluayu kom newen eypingelu ka eluwayu alün tam kümeleal kom tami pu peñitulen, pewmange küme upaymi tübachi pütra pukem ka kümeleymi kom tami pu che tulen, bewla niewelan dugu tami eypiayu, bey müten eypiayu lamngen. Inche tañi üy ta Sandra. pewmalen Kümeleymi, bey kanten lamngen, chaltumay.

Esta es otra carta:
¡Mari Mari! ¡Peñi! Inche mülen lob Butalelbun ka chillkatulen Butalelbun, mañumtuwayu tami inkan tami mapu bey mu inche mañumtuwayu peñi, belekaiminten tami newen nalal mapumu ka bemngechi nalan inche peñi tañi wente rupanowal winka. Inche ñelan winka mollbün inche ñen mapuche mollbün, inche pingen Francisco, inche kiñe puchu kampu ngen mari kiñe tripantü amulen mari epu tripantü, ayiñ muleal nguillatun mu tañi ruka muli puchü winkulmu, inche nien chaw, ñuke, lamngen, peñi, tañi chaw müna kudawbe wentru. Niwelan chem piyal, bey kanten. Francisco.

La última carta dice:
Mari Mari peñi, te saludo con mucho respeto, espero que estés bien. Yo me llamo Jorge, que te está escribiendo esta carta, vivo en Butalelbun, tengo 12 años, soy pewenche, estudio en Butalelbun, después de haberte saludado paso a las siguientes palabras; es para decirte gracias por defender su tierra y también nuestro wallmapu. Nosotros también queremos ser como ustedes, pelear para que no nos quiten nuestra tierra los winka, nosotros respetamos a nuestra ñuke mapu, la cuidamos no la contaminamos, espero que esta carta de un niño como yo le puedan dar ánimos, yo quisiera que pueda salir de la cárcel y también vamos a nguillatukar en el ngellipun que hacemos lunes y miércoles en la escuela, para que Ud., salga con la fuerza pewenche, ahora me despido con un abrazo pewenche chao-chao, adiós mi amigo valiente.

Fueron estos y muchos otros gestos los que nos mantenían siempre resistiendo digno y creo que hacía que resistieran nuestras familias, al igual que lo hacen quienes están hoy siendo condenados, reprimidos y perseguidos consecuencia de esta lucha desigual.

Para mí siempre es un honor defender la causa mapuche y definirme como preso político mapuche y que el trato diferente al preso común no fue ni es por gracia ni buena onda de los funcionarios custodios ni de las autoridades carcelarias, sino el logro de las huelgas de hambre y la lucha permanente de nuestras familias y la presión de las redes de apoyo de nuestra vocería, los hogares mapuche, gente de Concepción, Temuco, Santiago, Valdivia, Cañete, Valparaíso y de muchas otras ciudades, las ongs y organizaciones mapuche, y las comunidades que estuvieron siempre apoyando, la machi Margarita de Pantano y Millaray de Osorno quienes nos acompañaban en las ceremonias que se hacían en la cárcel y fuera. Así cada cual aportando dentro de sus posibilidades, así crecía y se manifestaba la solidaridad con el movimiento mapuche, haciéndose más fuerte, de seguro todo significaba un trabajo muy arduo y agotador.

En esta tarea me acompaño mi madre, hecho que no fue nada de fácil para ella pues era demasiado el dolor de tener un hijo preso y a la vez soportar la muerte de su compañero, mi padre. A pesar de todo viajo a varios lados, en las marchas, muchas veces hablando y defendiendo la causa mapuche y lo hizo muy bien, por ahí también le acompañaron mis hermanos y sobrinos, a eso me daba fuerza, por otro lado otra mujer mapuche noble y luchadora y defensora de los derechos del pueblo mapuche en donde quiera ande, mi Yaya (suegra), ella siempre pendiente que nada le suceda a su chuchu (nieta) ni le falte nada, entre su trabajo y todo lo demás siempre al lado de su familia, yo agradezco y valoro mucho todo su apoyo.

Cuando salí el primer domingo me sentía un poco extraño, eran muchas las cosas que deseaba hacer y que tenía postergado, abrazar a mis hermosas hijas Alen y Llankacura, compartir con mis seres queridos, respirar otro aire, ya extrañaba a los pinos (jajaja), caminar en libertad (aunque a medias), sostener en mis brazos a Llankacura en otro ambiente, finalmente podíamos jugar libremente y también darle mi apoyo y cariño a Alen Janequeo porque sé que mis hijas me necesitan y merecen lo mejor de su padre, para ellas todo mi amor. Es una ocasión para agradecer a todos quienes no dejaron nunca de apoyar a Millaray, a quienes le daban ánimo y fuerza para continuar, al contrario de los que creen que ella es mi peor error, pero bueno no todo es ideal, la gente mala clase siempre está por ahí, a veces más cerca de lo que uno cree y no merecen más palabras que estas de mi parte, bueno Millaray es lo más lindo que a alguien como yo le pudo suceder, la madre de una hija maravillosa no me imagino todo este proceso sin una compañera como ella, fuerte y valiente quien ha logrado muchas hazañas que me hacen sentir orgulloso, mis reconocimientos a una mujer mapuche luchadora. Todo este proceso me ha hecho ver que a pesar de todas las adversidades soy un hombre muy afortunado, valoro y rescato todo lo positivo de esta experiencia, nunca antes me he referido, usando los medios “cibernéticos”, de todas estas cosas que han sucedido y tal vez a más de alguno no le sea tan político, pero es algo que quiero expresar y compartir.

Mi gratitud es infinita para todos los que de una u otra manera han estado siempre del lado de los presos políticos mapuche y de toda la gente que lucha y resiste y de todo aquel que abraza la causa mapuche y enarbola la bandera de nuestra Nación Mapuche.

POR LA VIDA Y EL FUTURO DE LA NACIÓN MAPUCHE

TERRITORIO Y AUTONOMÍA

AVANZANDO HACIA LA LIBERACIÓN DE NUESTRA NACIÓN MAPUCHE

POR LA PRONTA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE

MARRICHIWEU —– WEUAIÑ
Lebu, viernes 24 de agosto de 2012.

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