Continúa la oleada de tomas de establecimientos educacionales en la comuna de Santiago, a lo que la municipalidad ha respondido con órdenes de desalojo. Pese a que el alcalde Pablo Zalaquett se comprometió a no desocupar los colegios hasta conversar este martes con los dirigentes estudiantiles, el edil advirtió que esa promesa sólo corría para las tomas de la semana pasada.
Por Javier Candia
Fuente radio.uchile.cl
Tomas, desalojos y retomas han marcado las últimas jornadas, luego de que la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) llamaran a los estudiantes a radicalizar las movilizaciones ante la falta de respuesta del ministerio de Educación a sus propuestas.
Para Eloísa González, vocera de la Aces, los desalojos sólo apagan el fuego con bencina: “Aquí cuando se desaloja, cuando se reprime, cuando se violentan y se violan los derechos del niño como respuesta a nuestras demandas, lo único que están generando es una radicalización del movimiento y un apoyo generalizado de la ciudadanía. Aquí no puede seguir existiendo este tipo de respuestas a nuestras demandas porque se terminan anulando a sí mismas y reflejando la incapacidad y poca voluntad política de cambiar las cosas por parte de las autoridades”, dijo.
El alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, tuvo su cambio de criterio entre quienes hicieron tomas la semana pasada y los colegios que las comenzaron el domingo, a quienes sí ha desalojado a diferencia de los primeros.
“Lamentablemente se viene una avalancha de tomas. El año pasado les correspondía perder la beca a casi todos ellos porque fueron a paro y, al repetir, pierden la excelencia. Se conversó, hice un gesto al romper el reglamento y dejarlos con la beca. Ahora, estos jóvenes no lo están entendiendo y obviamente ponen en riesgo su beca. Las matrículas se ven a fin de año, los jóvenes que repitan el año escolar, el reglamento es muy claro, dice que repitiendo dos años consecutivos, pierden su matrícula. Si hay jóvenes que repitieron el año pasado y este año vuelven a hacer lo mismo, están corriendo un riesgo”, advirtió.
La respuesta llegó en voz del presidente del Centro de Alumnos del Internado Nacional Barros Arana (Inba), Simón Gómez, quien aseguró que “Vemos una actitud sumamente intransigente donde no hay un flujo de información clara y donde lamentablemente sólo corren amenazas, del cierre de la matrícula, de las becas bicentenario, que principalmente apuntan a un cierre transversal de lo que es la educación pública”.
Desde el Gobierno insistieron en descalificar al movimiento por estar supuestamente politizado. El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, recalcó que “Hay un movimiento estudiantil que partió como estudiantil y que hoy día es un movimiento –y todos lo sabemos- bastante político y que se ha ido quedado sin agenda. La verdad es que como se han dado cuenta que cada vez que salen a marchar lo único que se produce es violencia, los vi esta semana haciendo una autocrítica, lo que me parece bien porque todos queremos un país más tranquilo. Pero, si se hace una autocrítica de la violencia es poco comprensible que después llamen a tomarse los colegios, que es un acto de mucha violencia, de alguna manera de bullying hacia los estudiantes que quieren ir al colegio a estudiar”.
Otra arista de este conflicto es la forma de proceder de Carabineros, la que ha sido criticada por organismos nacionales e internacionales.
Desde Rancagua llegó una denuncia de abuso policial, al desalojar el Liceo María Luisa Bombal, dado que la dirigente estudiantil, Jennifer Olivares, acusó a los efectivos policiales de actuar con inusitada violencia e incluso desnudar a los alumnos en la comisaría.
“Fue súper rápido, no dieron la opción de salir voluntariamente. En la llegada a la comisaría los desnudaron, un poco ilógico tratándose de menores de edad y que no son delincuentes sino que simplemente estaban en una toma que había sido pacífica. Estamos reclamando la reconstrucción de nuestro liceo porque tiene daños estructurales que pueden ser reparados en no tan largo plazo, en estos dos años que han pasado ya nuestro liceo ya podría estar funcionando. Nuestro liceo es el liceo de la plaza y estamos ocupando las dependencias de otro colegio. Estamos aburridos de falsas promesas y que no nos digan la verdad”, señaló.
Carabineros de Rancagua respondió que este es un procedimiento habitual.
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