mercredi 29 septembre 2010

El publo Mapuche y chileno: hermanos en la resistencia y en la lucha contra la explotación

Fuente: Rearme Obrero, nº 6, año 3, septiembre del 2010 / tsr.periodico@gmail.com


Desde el 12 de julio hay 34 presos políticos en huelga de hambre, en agosto se cumplió un año de la muerte, a manos de un oficial de carabineros, de Jaime Mendoza Collio, mapuche de 21 años, que se suma a una triste lista de jóvenes mapuches cuyos asesinatos por parte de agentes del Estado se encuentran en la más absoluta impunidad. Estos hechos que denuncio son producto de la respuesta violenta e irracional que el Estado Chileno y sus autoridades han dado a las demandas del pueblo mapuche, sin duda, demandas que son parte de la deuda histórica que el Estado de Chile tiene hacia el pueblo mapuche.

El pueblo mapuche hasta fines del siglo 19 mantuvo su autonomía política y territorial, que le permitió tener un desarrollo social y económico importante, y de forma absolutamente independiente. Autonomía que mantuvo gracias a su exitosa resistencia a la empresa genocida de la corona Española, que dejo una triste huella de millones de indígenas muertos, otros millones condenados a la esclavitud, pobreza y explotación. Aunque sea redundante, es necesario señalar que España fue el primero de varios imperios que han hecho de la America morena el lugar donde usurpar riquezas y explotar sin vergüenza a sus pueblos.

Esta libertad de que era dueño el Pueblo Mapuche acaba una vez consolidados los estados nacionales de Chile y Argentina, los cuales, ante la necesidad de las familias más respetables y poderosas de la época de expander su control y propiedad sobre bastas extensiones de tierras fértiles y llenas de recursos naturales, emprende sangrientas campañas militares: La pacificación de Araucanía y la Campaña del Desierto. Nombres que permiten a la historia oficial ocultar los crimines y despojo que sufrió el pueblo mapuche, y que sin duda marcan su historia y presente.

Hablemos solo de Chile. Son solo 130 años que el pueblo mapuche vive bajo el sometimiento del estado chileno, su organización política, social y económica fue aniquilada por las balas del ejercito chileno, los 5 millones de hectáreas de tierras que había poseído ancestralmente fueron reducidas a tan solo 5 mil, las que fueron entregas (regaladas) a colonos de origen europeo traídos por el Estado Chileno para que impregnaran de civilización a este rincón del mundo, y de paso adueñarse del país. Las tierras mapuches durante el siglo 20 fueron objeto de la codicia de sus nuevos vecinos, los que continuaron los procesos de usurpación territorial amparados por las mismas autoridades que los trajeron de Europa. Durante el siglo XX el pueblo mapuche resistió la aniquilación, defendió las pocas tierras que el estado le permitió mantener, fue desplazado hacia las periferias de las ciudades, donde hasta el día de hoy resisten a la discriminación y la pobreza.

La expansión capitalista de la economía chilena a fines del siglo XX y comienzos del XXI, hace que se vuelquen con más fuerza los ojos del estado y la elite dominante, en el territorio mapuche. Las autoridades nacionales sin excepción se comprometen con el crecimiento económico, deben satisfacer cada demanda que las empresas nacionales y transnacionales les realizan. La industria forestal, las hidroeléctricas y las salmoneras encabezan la lista de industrias que amparadas por el Estado, hoy siguen dando vida a la Pacificación de la Araucanía en pleno siglo XXI.

130 años en la historia de un pueblo es muy poco, pero estos últimos 130 años de historia del pueblo mapuche están llenos de dolor y rabia, la campaña de asimilación y destrucción no ha parado. A pesar de este relato triste, el pueblo mapuche no busca ser victima, ni menos objeto de compasión. Su voluntad colectiva le ha permitido mantener su identidad y conciencia de pueblo, la modernidad le ha impuesto muchos cambios, que no le han hecho perder su fuerza para reivindicar sus derechos ancestrales y su identidad como pueblo.

El pueblo mapuche, esta sin dudas, en la misma senda histórica que todos los pueblos del mundo, su único norte es la liberación de las garras de la explotación y la miseria que el capitalismo, a través del estado de chile, le ha impuesto.

Durante el siglo XX el pueblo mapuche no dudo en hacerse parte de la lucha que el pueblo chileno llevo a cabo, las toma de fundo, corridas de cerco y Comités Campesinos, durante el proceso de la Unidad popular, ven como mapuches y chilenos son hermanos en la lucha contra la explotación. Lamentablemente son también hermanos en la tortura, ejecuciones y exilio de la dictadura.

Desde la vuelta a la democracia hasta el día de hoy, vemos al pueblo mapuche, a pesar de sus limitaciones y su fragmentación interna, ha tenido mayor capacidad de alzar su voz y reivindicar sus demandas históricas. El pueblo chileno, sigue en proceso de retomar nuevamente las banderas de la lucha contra la opresión capitalista. Nadie duda que seamos pueblos hermanos, ambos hemos sido golpeados por las mismas familias respetables y poderosas que fundaron la republica de Chile y que son los que mas motivos tienen para celebrar este 2010.

La lucha del pueblo mapuche, jamás ha sido y será contra el pueblo chileno. La historia demuestra que somos pueblos hermanados en la resistencia y lucha contra la explotación. Somos pueblos diferentes, distintos, pero jamás enemigos. Ejemplos sobran: Los responsable de la muerte de Rodrigo Cisternas (obrero forestal, acribillado por carabineros, mientras exija un sueldo digno), son los mismos que hasta el día de hoy usurpan las tierras mapuche, y no han duda en ordenar la muerte de jóvenes mapuche como Alex Lemun o Matías Catrileo: los dueños de la industria forestal, un par de esas familias dueña de chile y sus autoridades, esas familia que tanto celebraron el bicentenario.

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