Fuente: Otra Prensa
El ambiente patriotero abonó el terreno para el retroceso. Desde la víspera del largo feriado, la huelga de hambre de los presos políticos mapuche abandonaba el lugar principal en la pauta informativa. Primero deja los titulares, y luego retorna el ominoso silencio que parecía superado.
En sus ediciones del 16 y 19 de septiembre, el noticiero central de TVN no se refirió ni un sólo segundo a los hechos. El resto de los días, al igual que otros noticieros, informó en la medida que los actores oficiales (Iglesia Católica, Gobierno) intervenían en el conflicto, pero relegando las voces de los mapuche a otros bloques dentro del noticiero.
Por ejemplo, el día del Tedeum se consignaban las reacciones de ex presidentes y otros dirigentes políticos en la noticia principal, y muchos minutos más tarde surgen los voceros mapuche en una nota secundaria.
No son parte de la política, sino de un escalón inferior.
La relación es inversa. Mientras la situación se agrava, se reduce el tiempo televisivo para tratar una noticia que va incorporando nuevos elementos. A los setenta y dos días del inicio de la huelga de hambre, el noticiero de Canal 13 dedicó menos de dos minutos, escondidos al final de la edición.
Pese a ello, la legitimidad de las demandas levantadas por los mapuche va creciendo. Organizaciones sociales, políticas y religiosas se han sumado con diversas manifestaciones de solidaridad. Eso no se informa.
Más aun, el propio diario La Tercera, publicó una encuesta que señala que la huelga de hambre mapuche cuenta con un 53% de respaldo, contra un 41% que la rechaza. Este peligroso antecedente no figura en la televisión.
La “búsqueda de la verdad” no es algo que preocupe a los canales de televisión. Su tema es participar de las confusas apuestas del ejecutivo para salir del paso. Desinformar, confundir, es una tarea política que algunos deben cumplir.
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