El caso de Chile es presentado en América Latina como un modelo exitoso en materia forestal, a pesar de que numerosas organizaciones chilenas y en particular de comunidadesMapuche vienen denunciando desde hace años los impactos de las grandes plantaciones de pinos y eucalipto instaladas en el sur del país.
Sin embargo, ello no ha sido obstáculo (hasta el Momento) para que se continúe repitiendo las mismas mentiras y convenciendo a los gobiernos de otros países (Perú y Ecuador son los casos más recientes) a transitar “el exitoso” camino chileno. Como parte del paquete publicitario, los promotores del modelo incluyen la supuesta capacidad de generación de empleos de las plantaciones y la resultante mejora en la calidad de vida de las poblaciones locales, lo que a todas luces ha sido desenmascarado como hechos falsos.
En Chile a propósito de CELCO – Nueva Aldea – Forestal Arauco y de CMPC – Forestal Mininco, entre otros, con sus plantaciones de árboles a gran escala que en suma superan el 1.700.000 hectáreas en la zona centro sur de Chile y emplazados en gran parte del territorio ancestral Mapuche, han provocado graves impactos ambientales, sociales y en las economías locales. Impactos como la escasez de agua, dada la alteración de los ciclos hidrológicos y el deterioro de ríos y quebradas; contaminación del aire debido al uso de agroquímicos; el desplazamiento de comunidades debido a la ocupación del territorio, o la ocupación de lugares sagrados de comunidades.
A continuación algunas informaciones relacionadas a las prácticas de estas empresas en Chile.
Chile: campaña contra la expansión forestal / En Chile, la arremetida de grandes grupos económicos forestales respaldados por el Estado se traduce en más de 3 millones de hectáreas cubiertas de monocultivos industriales de pino y eucalipto. / Las plantaciones forestales han reportado ganancias multimillonarias a grupos como Matte, dueño de Forestal Mininco CMPC, o Angelini, dueño de Forestal Arauco. Pero eso ha sido a costa de haber usurpado tierras Mapuche y haber causado estragos con las referidas especies exóticas, que han mermado el agua de esteros y napas subterráneas aumentando la incidencia de sequía, y han erosionado tierras y reemplazado tierras agrícolas y bosques nativos. El resultado es que, ante la falta de tierras cultivables y la pérdida de agua, gran parte de la población rural emigra a las ciudades, colapsadas por la falta de empleo y de verdaderas oportunidades. / http://www.wrm.org.uy/boletin/180/Chile.html
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