Asamblea general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, principal organismo de su tipo a nivel global, expresó su preocupación por las amenazas a “una de las áreas silvestres más remotas y vírgenes del planeta”
Comunicaciones
Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
Una directa interpelación al gobierno de Chile, al Ministerio del Medio Ambiente y al Servicio Nacional Ambiental para que proteja “una de las áreas silvestres más remotas y vírgenes del planeta, donde existen extensos bosques nativos, fiordos, glaciares, y algunos de los últimos ríos que fluyen libremente en el mundo” hizo la asamblea general del Congreso Mundial de la Naturaleza reunido entre el 6 y el 15 de septiembre en Jeju, República de Corea. En un documento de tres páginas aprobado bajo la figura de Moción 082, el organismo hace 4 solictudes concretas a las autoridades chilenas, relacionadas con la tramitación de los proyectos de represas que impulsan HidroAysén en los ríos Baker y Pascua, y Energía Austral en los ríos Cuervo, Blanco y Cóndor, todos en la región de Aysén.
Entre los argumentos que llevaron a la entidad a plantear sus recomendaciones destaca que la Patagonia chilena es “una de las áreas silvestres más remotas y vírgenes del planeta” y es reconocida como “reserva de vida”. Como antecedente recuerda que en 2011 se aprobó HidroAysén, que inundaría “parte del Parque Nacional Laguna San Rafael, una Reserva Mundial de la Biósfera”. Además, expresa su preocupación por la eventual “construcción de una conexión de transmisión entre la Patagonia y la zona central de Chile, que podría incentivar la proliferación de otras mega-represas, como las propuestas por Energía Austral, y proyectos extractivos en zonas prioritarias para la conservación”.
Ante esto, lo primero que el Congreso Mundial de la Naturaleza pide a Chile es “garantizar que el desarrollo de la infraestructura de transmisión de HidroAysén no afecte la protección de áreas protegidas por el Estado, áreas y sitios prioritarios de conservación y corredores biológicos prioritarios, ni deteriore paisajes de valor intrínseco”. Además, que se asegure la participación ciudadana en la evaluación de la etapa de transmisión, la cual debiera considerar los más altos estándares técnicos, con involucramiento de distintos actores y analizando los impactos sinérgicos entre los distintos proyectos considerados. Algo que, señalan, no ocurrió al dividirse los proyectos.
Además, insta al gobierno a avanzar en la “evaluación exhaustiva de las fuentes de energías renovables no convencionales y alternativas de eficiencia energética en Chile”, “crear los marcos normativos y regulatorios necesarios para permitir que la eficiencia energética y las fuentes de ERNC formen parte de una solución energética basada en la generación distribuida” y “designar la protección permanente de los más importantes ríos de flujo libre en Chile por su alto valor de conservación y servicios ecosistémicos y para el turismo”.
En tercer lugar solicita “a los miembros pertinentes e interesados de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que brinden, en lo posible, apoyo técnico y científico a Chile y especialmente al SEA para ayudar a determinar el impacto acumulativo de la construcción de la línea de transmisión y de las represas de HidroAysén y Energía Austral, y para proteger la vida silvestre y zonas naturales únicas de la Patagonia chilena”.
Y, por último, impulsa “a todas las partes interesadas y a los miembros de la UICN pertinentes a que seriamente consideren la posibilidad de apoyar el desarrollo de nuevas iniciativas de eficiencia energética y de energías renovables no convencionales en Chile, como alternativa a nuevas mega represas en la Patagonia y como señal de un compromiso con el desarrollo ambientalmente sostenible para la Patagonia y Chile”.
El Congreso Mundial de la Naturaleza, que sesiona cada 4 años en diversos países del orbe, es una instancia de la UICN y está conformada por más de 1.000 miembros, entre estados y organizaciones no gubernamentales. Cuenta con el apoyo de 11.000 expertos científicos de las más variadas disciplinas y unos mil empleados en más de 160 países. El organismo internacional es uno de los más importantes de su tipo a nivel mundial, siendo el responsable de publicar la Lista Roja de Especies Amenazadas (conocido comúnmente como Libro Rojo), el inventario más completo y prestigioso del planeta, y que sirve de guía a los estados para sus propias políticas de conservación en la materia. Incluso, unos de los argumentos para aprobar la Moción 082 fue que el área que se pretende impactar es hábitat del endémico huemul (Hippocamelus bisulcus) y el huillín (Lontra provocax).
El acuerdo fue patrocinado por Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF) de Chile, y apoyado por la Fundación para la Promoción del Desarrollo Sustentable (Terram) de Chile, la Fundación Vida Silvestre Argentina, la Asociación Peruana para la Conservación de la Naturaleza (APECO), la Asociación Guyra Paraguay Conservación de Aves, la Sociedad Audubon de Panamá, Natural Resources Defense Council de Estados Unidos, y Ecoa - Ecologia e Ação de Brasil.
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