Denuncian desde el Alto Bio Bio: “El estado chileno, si permite la expoliación que se pretende efectuar esta fomentando el etnocidio de un pueblo, el exterminio de las formas de vida que no coinciden con la cultura de quienes detentan el poder nacional. Creemos extremadamente injusta la situación que están viviendo las familias pewenche citadas y todo el pueblo pewenche de Alto Bio Bio, que ha sido sacrificado mil veces por supuestos “intereses superiores de la nación” llámense: “agricultura capitalista”, “negocios forestales” “potencial hidroeléctrico para inversión transnacional”, etc…”
Gabriel Pereira, joven habitante del sector Infiernillo y perteneciente al lov pewenche del lugar; estudiante de Servicio Social, junto a Fernando Riquelme Barrera, historiador, han redactado una nota sobre una situación injusta que está pasando desapercibida en Alto Bio Bio. La familia Pereira enfrenta un juicio por usurpación de territorio perteneciente legalmente a un privado. Señalan: “En estos días es probable que sean expulsados de su territorio pues termina un juicio por usurpación levantado por una empresa privada (TAMA S.A). Adjuntamos documentos de la demanda. Les enviamos este correo para ver si existiese la posibilidad de difusión en su medio...”
Reproducimos la nota extendida
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Han pasado dos siglos desde que el pewenche fue acorralado por el Estado Chileno (1885), reduciéndolo a ocupar una ínfima porción de su territorio ancestral. Es increíble constatar que en la actualidad, siglo XXI, 2013 época supuestamente de la modernidad moral: de la interculturalidad, del respeto al otro, de la valoración de la diversidad, del “desarrollo con identidad”, siguen intentando arrebatar por medio de papeles legales territorio a los lov de Alto Bío Bío, lugares logrados en un proceso de recuperación y reivindicación que inició desde ese viejo siglo decimonónico, a la par de que les eran arrebatados.
Las familias Pereira, Mariluan, Huenteman, constituyen familias iniciadoras de aquel invento wingka impuesto al pueblo pewenche denominado titulo de merced o comunidad indígena. Figuran en el titulo de merced levantado a las actuales comunidades de Butalelbun y Trapa Trapa bajo la figura del longko Antonio Canio, radicación otorgada en 1920
Mientras obtenían este titulo de merced, único amparo legal chileno concedido al pueblo pewenche – y que no todas las comunidades consiguieron tramitar con éxito por la desidia y artería de los nuevos propietarios “chilenos” de estos territorios – las familias agrupadas se iban rodeando de cercos y colonos chilenos que llegaban a asentarse en los nacientes fundos del sector: denominados Trapa y Queuco. Fundos obtenidos por un proceso legal de expoliación y engaño: lleno de triquiñuelas, avalado por el deficiente sistema judicial chileno de aquella época a favor de las fortunas privadas provinciales.
Los pewenche nunca dejaron de reclamar sus tierras. La memoria del pueblo ardía a fuego vivo por su recuperación. Existía en el imaginario social de la comunidad su recuerdo como parte viva de su territorio por tanto siempre fue imperativo lograr des alambrar los fundos impuestos por los privados desde aquella “Pacificación de la Araucanía”
Ya en el año 2000, las comunidades ribereñas al Rio Queuco inician un complejo proceso de recuperación, con eventos dramáticos pero también con muchos éxitos; donde logran luego de dos siglos recuperar los territorios pertenecientes a los Fundos Queuco y Trapa Trapa, expulsando a los colonos del sector. El gobierno chileno compra estos dos fundos, siendo hace poco el segundo entregado y el primero en trámite. Lamentablemente para el suceso que motiva este comunicado, el lote o fundo denominado Infiernillo - Curamallin no fue considerado dentro de la política de devoluciones hacia el pueblo pewenche.
Las comunidades agrupadas en el titulo de merced Antonio Canio: Trapa Trapa y Butalelbun, durante toda la estructura de estos siglos transcurridos fueron aumentando demográficamente moviéndose paulatinamente hacia lugares considerados por las mismas anteriormente de invernada. También el aumento de las familias producía roces cotidianos por espacios limitados. Debemos recordar que los terrenos aprovechables ya sean de invernada o veranada no abundan en lo alto de la montaña. Luego de la expulsión de los colonos, el lov Pereira se mueve hacia el sector de Infiernillo ancestralmente habitado por pewenche. Viven 13 años en este territorio supuestamente “abandonado” “vacio” “terra nullius” efectuando los ritos sagrados y propios de la su cultura: puntebun y nguillatun. Agradeciendo a Chao Ngenechen, a Mawizangenechen, Mawizangenmapun, por la bendición de ocupar ese territorio simbólicamente importante, desarrollando el ethos de vida pewenche. De un día a otro, un privado, supuestamente dueño del lugar, avalado por papeles que se pierden en la historia de la vergüenza del derecho chileno, o sea, que hunden sus raíces en las primeras compras efectuadas en Alto Bío Bío a fines del siglo XIX, intenta actualmente (2013) a través de tribunales expulsar a la familia Pereira desde su Lov por “Ocupación Ilegal” ocupando los poderes del Estado para lograr su objetivo.
Encontramos en internet la página donde se promociona el fundo. La descripción que da el privado es la siguiente:
“Cuenta con bosques nativos de robles, lengas, coigue y otros en aproximadamente un 20% del total de la superficie. Mallines, coironales y quilas en un 65% del predio. Lecho del río con posibilidad de explotación de minerales. El principal afluente es el Río Infiernillo, que recorre toda la extensión del terreno de norte a sur, y de él se pueden extraer gran variedad de peces. Además, este río es alimentado por afluentes laterales, lo que implica que los animales no tienen que recorrer grandes distancias para beber agua. Durante la temporada estival, el predio es capaz de atender aproximadamente a 4000 animales. Al costado este del Río Infiernillo, existe una vertiente de aguas termales.”
(cita: http://www.portalinmobiliario.com/Propiedades/Usada/Venta/Alto-Biobio/Agricola/Los-Angeles/1553423)
Claramente esto refleja la visión occidental o sea, la lógica netamente capitalista a la que estamos acostumbrados a que las cosas se manejen en nuestra vida cotidiana: utilitarista, rentista, cosificadora, vendible. No se ofrece un territorio, sino de un enclave desde donde se pueden sacar materias primas. Me recuerda lo que un antropólogo, Pierre Clastres decía con respecto al capitalismo (por tanto, sobre occidente y sus actuales herederos como el Estado Chileno)
"Es el capitalismo como sistema de producción para el que nada es imposible, sino el tenerse a sí mismo como su propio fin, ya sea liberal, privado como en Europa occidental, o planificado, estatal como Europa oriental. La sociedad industrial, la más formidable maquina de producir, es por esto mismo la más terrible maquina de destruir. Razas, sociedades, individuos, espacio, naturaleza, mares, bosques, subsuelo: todo es útil, todo debe ser utilizado, todo debe ser productivo, ganado para una productividad llevada a su máxima intensidad"
El estado chileno, si permite la expoliación que se pretende efectuar esta fomentando el etnocidio de un pueblo, el exterminio de las formas de vida que no coinciden con la cultura de quienes detentan el poder nacional. Creemos extremadamente injusta la situación que están viviendo las familias pewenche citadas y todo el pueblo pewenche de Alto Bio Bio, que ha sido sacrificado mil veces por supuestos “intereses superiores de la nación” llámense: “agricultura capitalista”, “negocios forestales” “potencial hidroeléctrico para inversión transnacional”, etc. Creemos que al expulsar a esta familia se violan los derechos humanos fundamentales, y todo el armazón legal internacional consagrado a la protección de los pueblos originarios. Además constituir éticamente un acto deleznable en una sociedad que se piensa o se proyecta como Multicultural. Por tanto consideramos intolerable la situación en que se encuentra la familia Pereira creyendo necesario que el Estado, si desea enmendar históricas injusticias cometidas por el mismo en los comienzos de su genealogía, intervenga en este conflicto; garantizando el derecho del pueblo pewenche de habitar en ese lugar, colonizado por ellos en tiempos pretéritos.
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