mercredi 26 juin 2013

Desde el 13 de Mayo: Adolescente mapuche sigue en huelga de hambre

El adolescente mapuche Gabriel Valenzuela se encuentra en huelga de hambre desde el 13 de mayo en el Centro de Régimen Cerrado (CIP-CRC) del Sename en Chol Chol, Región de la Araucanía. A la baja de peso que ha sufrido durante este período se suman los dolores, náuseas y taquicardias que obligaron a trasladarlo al hospital de Nueva Imperial el día en que cumplía un mes de ayuno.
Desde el 13 de Mayo: Adolescente mapuche sigue en huelga de hambre

INFORMACIÓN ORIGINAL

Adolescente mapuche sigue en huelga de hambre


Comunicaciones ANIDE - Boletín Pichikeche

El adolescente mapuche G.V.M. se encuentra en huelga de hambre desde el 13 de mayo en el Centro de Régimen Cerrado (CIP-CRC) del Sename en Chol Chol, Región de la Araucanía. A la baja de peso que ha sufrido durante este período se suman los dolores, náuseas y taquicardias que obligaron a trasladarlo al hospital de Nueva Imperial el día en que cumplía un mes de ayuno. De vuelta en el centro de reclusión permanece internado en la enfermería; ha limitado sus movimientos diarios y se mantiene sólo ingiriendo líquidos. Pero a pesar de su deterioro físico, mantiene su decisión de no aceptar alimentos hasta lograr que los organismos correspondientes accedan a sus requerimientos.

G.V.M. dio inicio a este ayuno, según señaló, “ante la nula intención del Estado chileno y su justicia de dar respuesta a mis demandas como prisionero político mapuche”, demandas referidas en ese momento a “la falta de transparencia en el proceso judicial, en el cual la fiscalía ha actuado de manera tal de prolongar el encierro, sin dar cierre a la investigación”. Hoy, cuando ese “encierro” se acerca ya a los diez meses, exige ser trasladado al módulo de comuneros de la cárcel de Angol.

En un comunicado difundido el miércoles 19 de junio, expresa las razones para esta demanda: “Desde esta cárcel de menores de Chol Chol, pido a todas las personas e instituciones que entiendan mi necesidad de estar cerca de mi tierra, de mi comunidad, de mi familia, como joven mapuche, mantener estas relaciones a diario son parte de nuestra sangre, de la educación entregada por nuestros abuelos. Si bien en esta cárcel de menores hay jóvenes de mi edad, debo reconocer que son jóvenes de realidades y necesidades distintas, que no tenemos nada más en común que la edad. Yo necesito seguir fortaleciendo mi identidad, necesito conversar cada mañana con algún peñi sobre mis pewma (sueños), conversar sobre nuestros procesos, conocer más de nuestra historia territorial, familiar. Y acá, a más de tres horas de viaje, en otro territorio, una vez por semana, es imposible”.

El adolescente está imputado como coautor de los hechos que derivaron en la muerte del parcelero Héctor Gallardo, ocurrido en San Ramón, comuna de Ercilla, el 1 de septiembre de 2012. Otros dos jóvenes mapuche imputados en la misma causa, Luis Marileo y Leonardo Quijón, se encuentran en prisión preventiva en la cárcel de Angol, el mismo penal al que pide su traslado G.V.M.

El período inicialmente fijado para la investigación de esta causa era de cuatro meses, pero la preparación del juicio sólo comenzó el 11 de abril y se detuvo en esa misma jornada, permaneciendo congelada desde entonces debido a una nueva maniobra de la fiscalía. En esa ocasión el fiscal Luis Chamorro se negó a obedecer la resolución del juez Claudio Campos que, a pedido de la defensa, le obligaba a dar a conocer dos oficios referidos a medidas de protección de testigos, e interpuso un recurso que fue rechazado por la Corte de Temuco. El 28 de mayo la fiscalía apeló de este dictamen con lo cual la situación ahora deberá ser resuelta por la Corte Suprema en fecha que aún no ha sido precisada. Mientras tanto los imputados seguirán recluidos con lo cual, sin haber sido condenados, se acercan ya a cumplir diez meses tras las rejas.

Al igual que los otros dos imputados, G.V.M. ha venido reiterando su inocencia en los hechos que se le imputan y adjudica su situación a la persecución que el fiscal Chamorro realiza contra la comunidad Wente Winkul Mapu, a la que pertenece, por sus reivindicaciones territoriales. También relaciona su caso con el testimonio contra el fiscal que prestó ante la Corte de Temuco tras una violenta incursión policial a su comunidad en junio de 2012, durante la cual recibió un disparo de escopeta en la espalda y varios miembros de su familia sufrieron graves lesiones, entre ellos dos niños y su abuelo, el Kimche (hombre sabio) Venancio Montoya.

En uno de sus comunicados recientes G.V.M. reiteró que “lo que está sucediendo a todos los peñi y lamngen son persecuciones políticas, como resultado de nuestra lucha por nuestros derechos y demandas territoriales pero que el Estado con su sistema de represión responde encarcelándolos, violando los derechos de la infancia, de mujeres, en general, violando los derechos humanos a través de maltratos físicos y psicológicos y sus innumerables montajes absurdos que lo único que logran es alejarnos de nuestras familias y de nuestro territorio. Territorio que ancestralmente ha sido nuestro, el que nos ha permitido vivir y fortalecernos como pueblo. No pedimos nada que no nos pertenezca por derecho, por historia”.

Su defensa solicitó en mayo pasado que se le cambiara la reclusión preventiva por la media cautelar de arresto domiciliario, pero el Juzgado de Garantía lo denegó con el argumento de que no existían nuevos antecedentes que validaran la petición. La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la resolución agregando que existía el peligro de fuga, según señala la vocera de G.V.M., Tamara Manosalva. Añade que sólo han logrado que reciba visitas martes, jueves y sábado por una hora, pero su familia está pidiendo que pueda ser visitado a diario en consideración a su estado de salud.

La vocera informa también que la Iglesia y el Instituto Nacional de Derechos humanos están realizando gestiones orientadas a lograr una solución para esta situación que cada día que pasa adquiere contornos más dramáticos.

Atendidas las circunstancias, el tiempo transcurrido y la necesidad de que se haga justicia, resulta urgente que se aceleren los pasos procedimentales, que la Corte Suprema destrabe la situación dictando una resolución respecto del recurso de la fiscalía que mantiene detenida la causa, que se reanude la preparación del juicio oral y se dicte la sentencia que ponga fin al largo paréntesis que, sin probar que son culpables, mantiene desde hace demasiado tiempo en prisión a un adolescente y dos jóvenes mapuche.

http://www.mapuexpress.net/

Aucun commentaire: