Menor de 17 años que estaba clandestino fue detenido este viernes en las inmediaciones de su comunidad Temucuicui mientras se desplazaba a caballo. “Según el testimonio del menor, los policías de civil lo bajaron del caballo, le sacaron los zapatos, lo maltrataron con golpes en el rostro y cuerpo, y no le hicieron constatación de lesiones”, denunció el werken de la comunidad.
Por Elías Paillan, domingo 1 de mayo de 2011 / http://www.observatorio.cl/node/2194
La policía de la SIP de Malleco de la región de la Araucanía, detuvo este viernes al menor de 17 años de iniciales P.Q.M., sobrino del lonko Victor Queipul, perteneciente a la comunidad Temucuicui, comuna de Ercilla, mientras se desplazaba a caballo en las cercanías de su comunidad.
En la formalización del día de ayer sábado, al menor se le aplicó la ley antiterrorista y se decretó su arresto domiciliario total. Se le imputaron cuatro delitos similares a los otros integrantes de la comunidad, vale decir, delitos de asociación ilícita terrorista, robo con intimidación, incendio y homicidio frustrado y abigeato.
Así lo comunicó, en conversación telefónica, el werken Jorge Huenchullan. El menor les comentó que al momento de la detención, “los policías de civil lo bajaron del caballo, le sacaron los zapatos, lo maltrataron con golpes en el rostro y cuerpo, y no le hicieron constatación de lesiones”. Agregó que le amenazaron que si no cooperaba y daba nombres iba a pasar el resto de su vida en la cárcel”.
El fiscal de la causa es Miguel Ángel Velázquez de Collipulli. El abogado que en primera instancia asumió la defensa fue el profesional Ricardo Cáceres de la Defensoría Penal Pública, pero posteriormente será traspasada a Sebastián Saavedra y Pablo Ortega de la ONG Liberar, según anticipó el werken.
Según Huenchullan, el menor se mostró sorprendido por todos los delitos que se le imputan, quedando con fecha de preparación de juicio oral, -junto a los 8 imputados de su comunidad y la José Guiñon- para el 13, 14 y 15 de mayo próximo.
El werken Huenchullan añadió finalmente que la comunidad denuncia la aberración de las acusaciones. “Aquí se ha violado todos los derechos del niño, se le inculpan delitos gravísimos que nosotros pensábamos que solo sería posible en dictadura”, dijo. Añadió que “este hecho es negarle todo a un niño, en su caso negarle a vivir como mapuche, él no tiene educación y no puede defenderse, nos parece muy injusto”, concluyó.
Historial de maltrato
Hay que recordar que este menor posee un historial de hechos que lo victimizan por acontecimientos violentos de parte de las policías de investigaciones y carabineros, que lo llevó a declararse clandestino. El año 2006 mientras se dirigía junto a otro menor de 11 años escucharon fuertes disparos al ser allanada su comunidad, por lo que corrieron despavoridos hacia los cerros para no ser alcanzados por las balas de fuerzas especiales, permaneciendo perdidos hasta altas horas de la noche en precaria condición de salud y con principios de hipotermia.
Posteriormente el martes 30 de noviembre de 2007 a eso de las 17 horas, cuando tenía 12 años de edad, fue ingresado al SAPU de Ercilla con siete perdigones en su cuerpo disparados por carabineros con escopetas antimotines, mientras arriaba animales de su familia dentro de los terrenos pertenecientes a la Comunidad Ignacio Queipul Millanao, los que impactaron en su tórax, pierna y manos. Pese a la gravedad de sus lesiones, los efectivos policiales lo abandonaron en el lugar.
El hecho más grave ocurrió en la mañana del jueves 04 de diciembre de 2008, cuando efectivos de la Policía de Investigaciones detuvieron a este niño y su primo en los cerros del ex fundo Alaska y llevado a Traiguen, donde pasó dos días y una noche y sin que la policía hubiera avisado oportunamente a sus familiares, y menos que lo hayan devuelto a su domicilio. Ya libre el menor contó que los policías lo patearon estando en el suelo, en las costillas y en el estómago. Posteriormente le vendaron el ojo.
Por este último episodio, su tío y lonko de la Comunidad, Víctor Queipul, interpuso un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Temuco que el tribunal rechazó, pero reconoció serias contradicciones entre el accionar y la Policía y el Ministerio Público.
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