La educación en Chile no solo se ha venido instalando en el País como un negocio donde políticos - empresarios de manera transversal al sistema binominal han venido lucrando abusiva y arbitrariamente, sino además se ha promovido con una baja calidad, excluyente, clasista, discriminadora, racista.
Hoy el Gobierno ante justas y legítimas demandas del movimiento de ciudadanía por la educación pública aún no ha dado respuestas concretas y garantías a los compromisos adquiridos y continúa con posiciones ambiguas, dando señales de un absoluto desprecio a la educación pública. Por esto y más llaman a movilizarse este 22 de Septiembre para defender Chile, para defender el Derecho humano a la educación.
La Ultra Derecha Política y empresarial chilena en complicidad y articulación con sectores conservadores de toda la Concertación han venido progresivamente en estos últimos años atentando sistemáticamente contra el derecho humano a la educación, saqueando, mercantilizando y comercializando inhumanamente y generando lucro a beneficio de unos pocos y en desmedro de grandes mayorías cuyas familias han tenido que endeudarse.
El Gobierno chileno encabezado por su Presidente el Empresario Sebastián Piñera sigue ampliando la fisura de su gran represa y sin poder contener los ríos de las justas demandas y reivindicaciones de los movimientos sociales y de ciudadanía, como ha venido ocurriendo por el derecho humano a la educación.
“Nada es gratis” ha sido la consigna presidencial desde un País que tiene uno de los mayores índice de desigualdad social a pesar que a nivel macroeconómico presenta uno de los mayores índice de crecimiento ante el lucro desmedido que grupúsculos capitalistas han venido obteniendo, incluyendo al propio Presidente de la República.
Chile ingresó hace algún tiempo a la OCDE, (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) que supuestamente “otorga” la definición de un País “desarrollado”, sin embargo el propio organismo reconoce que Chile aparece como el país más desigual, considerando el alto índice de desigualdad en distribución del ingreso, baja en evaluación en temas de vivienda, en educación y medioambiente, hacen bajar en el panorama general de calidad de vida. Por ejemplo sólo en el item Medio Ambiente, el resumen del desempeño de Chile indica que la contaminación atmosférica en los centros urbanos es la más alta de la OCDE.
MOVILIZACIÓN 22 DE SEPTIEMBRE
El Gobierno chileno no solo ha venido dando respuestas ambiguas y sin garantías a las demandas de la ciudadanía en el tema de educación sino además ha amenazado que miles serán los que perderán el año educacional y en vez de generar diálogos verdaderos y directos para buscar soluciones reales ha venido paulatinamente intentando a quebrar el movimiento estudiantil, causando campañas de desprestigio y demonizando las expresiones sociales buscando catalogarlas en hechos delictuales y violentos y por otra ha venido excluyendo a algunos sectores representativos de la educación, como la Asociación de estudiantes secundarios ACES quien ha quedado fuera de toda mesa de diálogo a pesar de ser una importante representatividad de estudiantes de sectores populares y hoy varios de sus integrantes llevan más de 60 días en huelga de hambre ¿Qué dice la CONFECH al respecto sobre esta exclusión?.
Por otra parte ciertos sectores saboteadores han tratado de clasificar a los movimientos por la educación bajo la estructura del partido comunista, grosso error porque las expresiones sociales en su gran mayoría corren fuera de la partitocracia y rechazan el intervencionismo partidista y las demandas y movilizaciones van mucho más allá de la militancia que algunas de las personas de la dirigencia pueda tener, aunque uno de los “males” que han quedado en evidencia es el excesivo centralismo y los caudillismos en las corrientes etutdiantiles.
Po su parte, ACCIÓN asumiendo la convocatoria del 22 de Septiembre señaló: “Entendemos que su lucha no es sólo tarea de un sector, sino de la sociedad en su conjunto que exige un sistema donde la educación es un derecho y no un bien de consumo”. Agrega: “El movimiento estudiantil ha puesto en cuestión el modelo de desarrollo que se impuso en Chile durante la dictadura militar y que la Concertación administró con muy pocos cambios. Un modelo que priorizó el crecimiento económico y en el que el Estado renunció a su rol de garantizar derechos sociales básicos”.
Continúa: “Hoy tenemos una oportunidad única de impulsar desde la sociedad civil organizada los cambios que el país necesita, especialmente cuando el gobierno ha demostrado su intransigencia frente a la ciudadanía que mayoritariamente exige más participación, profundización de la democracia, más transparencia en las decisiones y el fin de lucro con recursos que nos pertenecen a todos”.
Termina: “Ahora más que nunca el movimiento estudiantil requiere que la sociedad civil apoye con fuerza y convicción sus demandas, presionando al ejecutivo para que recoja las propuestas y ofrezca las garantías exigidas por los estudiantes al proceso de diálogo, entre ellas que este se realice de cara a la ciudadanía”.
As/
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