El 23 de Septiembre, un canal de TV chileno mostraba una emergencia ambiental, en Ranquil , valle de Itata. La protagonista: la planta de celulosa Nueva Aldea de la firma Arauco. Residuos químicos se volcaron a un estero, donde los niños en el verano van a bañarse. Los vecinos de Ranquil, vienen soportando los ruidos molestos, olores nauseabundos, la destrucción de sus viñedos, problemas que traen las celulosas descontroladas.
VIDA-asociacion civil VIDA- Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Argentina.
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NO NOS OLVIDEMOS DE LAS PLANTAS DE CELULOSA-DERRAME EN CHILE-
El 23 de Septiembre, TVN Chile nos mostraba una emergencia ambiental, en Ranquil , valle de Itata. La protagonista: la planta de celulosa Nueva Aldea de la firma Arauco.
Residuos químicos se volcaron a un estero, donde los niños en el verano van a bañarse. Los vecinos de Ranquil, vienen soportando los ruidos molestos, olores nauseabundos, la destrucción de sus viñedos, problemas que traen las celulosas descontroladas.
Los pobladores, inmediatamente tomaron muestras cuando vieron flotar espuma en el agua, donde descargaba un líquido oscuro a través de un canal. Luciano Navarrete-agricultor lugareño- contaba entre lágrimas que poseía 400 cerezos en su quinta y cuando comenzó a funcionar la planta de celulosa los fué secando a los 400 ejemplares, arruinandolo. Los vecinos trasmitieron su preocupación a los ejecutivos de Arauco, invitandolo a uno de ellos a beber agua de las muestras, ya que ellos dicen que el agua tratada sale "como de lluvia", acción que no hizo y quedo sin palabras frente a los presentes.
La universidad de Concepción, analizó muestras y confirmó: "que son elementos de alto pH, alto potencial redox, de bajo oxígeno y alta conductividad". Arauco reconoce el problema y saben, perfectamente, que es un producto no tratado proveniente de su celulosa.
Recordemos que Arauco es propietaria de la celulosa Alto Paraná, en Misiones, Argentina. Este es el presente y futuro de nuestra region ante la indiferencia de los controles gubernamentales, especialmente de las Secretarías de Medio Ambiente, locales, provinciales y nacional.
No nos olvidemos de las plantas de celulosas, porque los interéses avanzan en silencio y con la mirada distraída de autoridades y políticos.
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